martes, 3 de noviembre de 2009

Proceso de Reorganización Nacional

Las responsabilidades criminales de Bignone, comenzaron por lo menos en Diciembre de 1975 cuando fue director del Colegio Militar de la Nación. (foto DyN-Clarín) Se nota que ya no tiene poder, Clarín lo saca feo y viejo.
No se podía ser director del Colegio Militar de la Nación sin ser un criminal.

El 28 de marzo de 1976 estuvo a cargo del operativo en el Hospital Alejandro Posadas que resultó en el secuestro de 40 personas, el despido de todos los empleados del hospital, y su conversión en un centro clandestino de detención. (C.C.D.)
De diciembre 1976 a diciembre 1977 fue 2° Comandante y Jefe del Estado Mayor del Comando de Institutos Militares, y finalmente en 1980 se convirtió en Comandante del C.C.D. Campo de Mayo.

O sea una cobarde basura con todas las letras el tipo.

Ya se había retirado a la paz de su hogar con la tranquilidad del deber cumplido cuando finalmente es el elegido por sus cómplices para ser quien desde la presidencia asegure la retaguardia de la retirada del ejército traidor durante la retirada estratégica ante la aparente ominosa derrota en el ´82.
Solo aparente derrota porque el objetivo principal y verdadero del operativo formalmente iniciado por los uniformados y sus cómplices civiles el 24 de marzo de 1976 había sido cumplido con éxito total para beneplácito de sus mandantes.

El Proceso de Reorganización Nacional había terminado, hora de festejar en los recintos oligárquicos.
Hora de disfrutar del merecido descanso.

Cuando el 10 de diciembre de 1983, el doctor Raul Alfonsín asume la Presidencia de la República la Nación exausta, debilitada, esquilmada había sido completa y exitosamente reorganizada por las FFAA.

El retorno ya era prácticamente inviable. Lo ocurrido en los siguientes 25 años así lo demuestran.

1.- La distribución mas o menos equitativa de la renta había sido completamente revertida a favor de los que más tienen en detrimento de los que no tienen.
2.- El aparato del estado satisfactoriamente destruído o por lo menos completamente vaciado de contenido social, "principio de subsidiariedad del estado" lo bautizó Martínez Dios por la tele y luego la rata lo profundizó.
3.- La legislación laboral convenientemente retrogradada a épocas pre-preonistas oportunamente flexibilizada.
4.- El sindicalismo honesto y conbativo secuestrado torturado y desaparecido; el sindicalismo traidor y funcional impulsado subvencionado y promovido, utilizado para avalar el robo y desmovilizar a los trabajadores.
5.- El sistema impositivo especialmente reformado para convertirlo definitivamente en regresivo IVA mediante.
6.- La educación y la salud privatizadas ad infinitum por medio de la desinversión presupuestaria.
7.- Empresas estatales como Entel, Segba, YFF, en manos de los milicos ladrones, esquilmadas y preparadas para su privatización que no alfonsinista pero sí menemista.

Pero ésos eran sólo algunos de los objetivos de corto plazo. El más importantes y la base del verdadero éxito de la ocupación militar por el ejército traidor de nuestro país fue lograr el cambio profundo de las ideologías y conductas de los habitantes y de sus descendientes por varias generaciones.

Lo lograron completamente llevando a cabo un genocidio, especialmente la masacre de todos aquellos jóvenes de entre 18 y 30 años potencialmente capacitados, aquellos que en los siguientes 30 años pudieran convertirse en líderes y/o dirigentes importantes medianamente peligrosos para el establishment político-económico que deseaba consolidar el poder oligárquico recuperado después del ´55.

Además cumplieron con éxito la masacre o por lo menos anularon pro-témpore la actividad de todos los adultos que hubieran podido actuar como maestros formadores de aquellos jóvenes que circunstancialmente hubieran escapado a la mascre.

Se aseguraron también de matar = robar = cambiar las identidades de todos los hijos pequeños de los genocidados para evitar la venganza y el posible renacer de las ideas que ellos deseaban impulsar.

Instauraron el terror a través del secuestro, la tortura y la desaparición sistemática de personas en un organizado y premeditado plan genocida y así lograron no solo paralizar y controlar a la sociedad sino además convencer a una enorme mayoría de aceptar las nuevas condiciones y de cambiar su modo de pensar hasta el absurdo de convertirlos en cómplices al aceptar el genocidio como manera válida de defender la libertad.

Ni olvido ni perdón, juicio y castigo a todos los culpables.

Hasta la próxima.

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