martes, 18 de septiembre de 2012

A LA GORRA

por Alicia Rajlin


Después del velorio y del entierro del compañero, salió a la calle. Hay sol, viento, llovizna, gente. Le cuesta entender que todo sigue igual.

-A veces ni la muerte es muerte.

-Tanta luz estalla dentro de mis ojos y veo negro.

Caminan y en la parada del colectivo se recuesta contra la columna del alumbrado, la recorre con los hombros y gira alrededor.

-No importa cómo se mueve el cuerpo, sino qué lo mueve.

Viene el colectivo, sube y ofrece su arte a los pasajeros. En la primer frenada tambalea y se enoja. Emboca trompadas al aire. Imita una pelea callejera y salta de costado sin dejar de golpear. Es ambos contendientes a la vez, uno malhumorado y otro sobrador. Brinca de la puerta a la máquina cambiando de personaje, pero en un bache pierde equilibrio y cae.

-Seguí adelante con lo que se presente, rápido.

En el piso se enfurece contra el transporte público, arma berrinche porque no puede trabajar, se sienta en el escalón y patalea. Las patadas le desatan los cordones de las zapatillas, se las saca, las revisa, las huele y se las pone. Las mira con asombro y le parecen divertidas, estira y contrae las piernas, los pies, le gusta el moño grande y colorido que anudó y cambia de humor porque algo le salió bien.

-La intención es lo que cuenta.

Se levanta alegre, se arregla la ropa, el cabello con un peine que encuentra en el bolsillo, suspira como en éxtasis mirando las zapatillas desde arriba, se balancea punta-talón, punta-talón y sonríe al chofer por el espejo. Se corre hacia el fondo mientras acaricia algunas cabezas sin tocarlas y agradece la atención. Se acomoda entre un gordo y un chico meneando la cola para hacerse lugar.

-Soy joven y viejo, mujer y hombre.

-Sos muchos.

Se baja en la Estación del Tren. Lee los titulares en los quioscos, la pizarra, camina entre la gente. Se queda mirando la bóveda de hierro y la señala con la mano. Los pasajeros siguen su gesto con la vista. Cuando atrapó la atención salta del andén, se larga a bailar por las vías y se va.

-Llevo a los muertos conmigo.

-Los muertos soñamos con los vivos y mandamos postales.

Se alejan, acróbatas, sobre los durmientes.


Ecunhi Agosto 2012
 
Hasta la próxima

lunes, 17 de septiembre de 2012

Me importa una infinita cantidad de carajos

Me importa una infinita cantidad de carajos tener el más mínimo grado de consenso con esta gente.

 

Así se expresa Aliverti en su columna de hoy  y yo suscribo. Casi imposible decirlo mejor o con menos o mas palabras. Con su proverbial claridad, el periodista dice lo que piensa (y lo que pienso).

Habla de los reclamos inorgánicos, caóticos, insultantes, amenazantes y sobre todo clasistas que una muchedumbre conformada por resentidos representantes de las élites y clases privilegiadas de nuestra sociedad vomitaba mientras marchaban desde los barrios de mas altos ingresos de nuestro país, acompañados por sus funcionales aplaudidores de las clases medias, hasta los centros de reunión cuidadosamente designados por anónimos pero precisos y eficientes organizadores.

Al respecto, Aliverti analiza la custión de aquellos marchistas que denomina preocupados legítimos que pusieron el cuerpo y sus voces y al respecto resalta
... también habrá los preocupados legítimos. Por ejemplo, gente agotada o inquieta frente al hecho de espaciar relaciones, o directamente perder amistades, porque cada vez que salta lo político –y no hay forma de que no salte, por un lado o por otro y más temprano o más tarde– los choques son irreconciliables.
 a éstos les responde con profundo conocimiento teórico sobre las dinámicas sociales

¿Desde cuándo resulta que la política no es conflicto invariable y progresivo, si es que realmente hay pugna ideológica y no una escenografía institucional de cartón?
 ¿O es tan difícil darse cuenta de que estos sectores afiebrados por la necesidad de diálogo –para concederles candor– son el árbol genealógico de la oligarquía, de las masacres de toda nuestra historia, de las dos toneladas de bombas sobre civiles indefensos en junio del ’55, del genocidio del ’76, del sultán riojano que añoran, de la deuda externa que socializaron, de la propiedad agropecuaria nacida en cada oreja de indio entregada a las huestes de Roca?
 ¿De qué diálogo y de qué dictadura hablan? 

¿Así que el pueblo fue y es su enemigo, pero para el pueblo deben ser sus adversarios democráticos?

y mas adelante sintetiza claramente acerca del nudo histórico de la cuestión
Hace ya 200 años que estamos habituados a convivir (?) unos y otros, puerto y pueblos, civilización y barbarie, blancos y negros... De Proyectos se trata.

por fin me sumo especialmente a sus palabras de cierre.
 No quiero saber absolutamente nada de pacificar relaciones con esta gente. No quiero ni diálogo ni consenso con quienes vociferan “yegua, puta y montonera”
Quiero tener con ellos una profunda división. Y concentrarme en de cuál manera se garantizaría mejor que se hundan en el fondo de su historia antropológico-nacional, consistente en que el negro de al lado no porte ni siquiera el derecho de mejorar un poquito.
Quiero a esa gente cada vez más lejos. Y cuanto más los veo, más seguro estoy.

Por un momento recordé que hace casi cuarenta años en un PH clandestino de once yo había leído este texto con un grupo de compañeros a quienes nunca mas volví a ver.

"El resultado general al que llegué (...) puede resumirse así: en la producción social de su existencia, los hombres contraen determinadas relaciones necesarias e independientes de su voluntad, relaciones de producción que corresponden a una determinada fase de desarrollo de sus fierzas productivas materiales.El conjunto de estas relaciones de producción forma la estructura económica de la socieda, la base real sobre la que se eleva el edificio jurídico y político a la que corresponden determinadas formas de consciencia social. El modo de producción de la vida material determina el proceso de la vida social, polpítica y espiritual de la gente. No es la consciencia del hombre lo que determina su ser, sino por el contrario, el
ser social es lo que determina su consciencia." Karl Marx - Prólogo a la Crítica de la economía política - 1859


Hasta la próxima

viernes, 14 de septiembre de 2012

Preocupante sería que ellos festejaran.


Señora presidenta, compañera Cristina, si esos señores y señoras que ayer hicieron barullo son los que se quejan me quedo tranquilo, es una señal que indica que aunque faltan cosas por hacer y otras muchas por corregir vamos bien.

Preocupante sería que ellos festejaran.

Vamos por más.
Vamos por todo.

Hasta la próxima

martes, 28 de agosto de 2012

muchos incluso aprovecharon para pasarse a gas


En el habitual marco de estupideces que, para variar, se difundieron acerca del caso Bonelli y la pública crítica presidencial, leemos en  A todas las voces que entre los 12 periodistas que manifestaron su opinión al respecto hubo algunos quienes previsiblemente  "repudiaron" los dichos presidenciales,
Ellos fueron: el editor general Ricardo Kirschbaum, Eduardo Van der Kooy, Susana Viau y Darío Gallo. Esa posición irreductible también fue abonada por el periodista Fernando Laborda, de La Nación.
 hubo quienes además de repudiar "reflexionaron" acerca del tema,
Entre quienes además de criticar a la mandataria, decidieron hacer reflexiones sobre la actividad periodística se pudo leer a Daniel Santoro (Clarín), Fernando González (actual director de El Cronista Comercial y ex editor de Clarín), Pablo Sirvén y Carlos Pagni (ambos La Nación) y Roberto García (ex Ámbito Financiero, hoy columnista de Perfil).

y por fin solo dos que "reflexionaron profundamente"
... hubo sólo dos expresiones más profundas: (...) el CEO de Perfil Jorge Fontevecchia y el columnista de Página/12, Horacio Verbitsky, no dudaron en plantear problemas de fondo ligados a las prácticas non sanctas.
 Si nos atuviéramos a lo que sostiene DsD, solo estos 12 individuos de todo el universo de personas que ejercen dicha profesión expresaron sus opiniones publicamente sobre los dichos presidenciales.

Vemos que aparecen Clarín, La Nación y Perfil de un lado y el solitario Página 12 del otro como los soportes y plataforma de opinión de éstos 12 apóstoles de la profesión que hoy por hoy se disputan ese espacio de ser productores de "discurso de verdad" en la prensa escrita como si allí y en ellos se acabara ese mundo. Claro que hay muchos periodistas mas, para el caso invisibilizados por acciones u omisiones propias o ajenas, que de una u otra forma también opinan aunque no figuren en esa lista.

Casualmente en DsD encontramos una opinión aunque no lo parezca sobre el caso Bonelli  en "Un editor de Clarín y una carta ..."

Heller agregó que luego de eso llegó “la montaña rusa del tole tole con el planeta K, y el horror: el prestigio de una marca tan querible como las tostadas en la mesa del desayuno familiar deslizándose por un tobogán sin fin”.
Y aseguró que mientras eso ocurría “muchos editores y periodistas del diario parecíamos estatuas de sal, o un ejército de terracota de esos monitos que no oyen, no ven, no hablan. Escudados en la idea de que era una pelea ajena, los que no somos cruzados de una guerra lejana que ni entendíamos hicimos la más fácil. Esperar. Amparados en el NS/NC, muchos incluso aprovecharon para pasarse a gas”.
Luego afirmó que se despidió “en paz” de las autoridades periodísticas del matutino.
El punto principal no es que algunos, (muchos, demasiados), cagatintas hipócritas comerciantes como Bonelli, que ni siquiera inventó su rubro, operen descaradamente desde su profesión con el simple y único objeto de enriquecerse. Esa clase de personajes miserables parece que siempre existirá en toda actividad humana.

El problema es que existen muchos mas que ante " ... la montaña rusa del tole tole ..." con cualquier planeta ( y la historia de las sociedades es siempre una montaña rusa del tole tole en continuado), hacen la mas fácil, es decir "Esperar. Amparados en el NS/NC, muchos incluso aprovecharon para pasarse a gas". 

Ante tanta palabra gastada y ante tanta mediocre banalización de los que significa ética y porfesión en periodísmo no puedo menos que recordar estas líneas finales de otra carta mas reconfortante y ejemplificadora del significado ético de una profesión firmada por un periodista que no se pasó a gas ante el tole tole.

“CARTA ABIERTA DE UN ESCRITOR A LA JUNTA MILITAR”

Estas son las reflexiones que en el primer
aniversario de su infausto gobierno
he querido hacer llegar a los miembros de
esa Junta, sin esperanza de ser escuchado,
con la certeza de ser perseguido, pero fiel al
compromiso que asumí hace mucho tiempo
de dar testimonio en momentos difíciles.
Rodolfo Walsh. - C.I. 2845022
Buenos Aires, 24 de marzo de 1977.

Hasta la próxima.

Abuelas de la Plaza