viernes, 17 de marzo de 2017

Un sí para decir sí y otro para decir no


de Faces of Africa - CCTV News

En la contratapa de Página 12 de hoy 17/03/2017, Juan Forn (*) nos ofrece, en rápida síntesis, una reescritura de la historia real y simultánemente fantástica pero sobretodo enormemente mas rica, del señor Edward Mukuka Nkoloso, un maestro de grado nacido en 1919 en lo que fuera la colonia británica de Rodesia del Norte. Nkoloso llegó a ejercer en 1964 como director de la Academia Nacional de Ciencias, investigación Espacial y Filosofía de Zambia. 

Casualmente ... la historia - mas completa - fue publicada en el portal del The New Yorker hace una semana (11/03/2017) con la firma de Namwali Serpell  (ver aquí).
 
El registro completo de los hechos históricos resulta sumamente interesante a la hora de tratar de entender los modos de hacer de quienes desean liberarse del yugo colonial sin poseer los enormes recursos de que dispone el imperio que los somete. Cabe señalar que este registro es tema de estudio en las escuelas de Zambia donde el señor Edward Mukuka Nkoloso, fallecido en 1989, es considerado un Héroe de la resistencia anticolonial y la independencia de su pais.
Con motivo de la conmemoración de los 50 años de la declración de la indepedencia de Zambia,

Kalulu y los afronautas

Por Juan Forn 
(publicado en P12 - 17/03/17)

En noviembre de 1964, la NASA y el Programa Espacial Soviético recibieron sendas cartas enviadas desde Zambia. Las remitía Edward Mukuka Nkoloso, Ministro de Asuntos Estelares y Director del Programa Espacial de aquel país. En dichas cartas sostenía que los hombres de raza negra estaban más capacitados que los blancos para ir a otros planetas y ofrecía sus conocimientos a cambio de un aporte de combustible para su programa o, en su defecto, que sumaran un astronauta africano a las tripulaciones yanquis o rusas al espacio exterior, siempre que fuese la bandera de Zambia la primera en izarse en el territorio alcanzado, la Luna o Marte (el remitente se inclinaba más por esta última opción: decía que en la Luna no había nada especialmente útil para la raza humana).

Zambia era un país flamante: apenas un mes antes había declarado su independencia de Inglaterra y abandonado su nombre colonial, Rhodesia del Norte. Su presidente Kenneth Kaúnda era un maestro de escuela que predicaba la “neutralidad positiva” en la Guerra Fría y una sociedad multirracial para su país. Pero lo que más llamaba la atención a la prensa extranjera era el inédito programa espacial que prentendía llevar a cabo Zambia. Ante la falta de respuesta de la NASA y los rusos, el excéntrico director Nkoloso había solicitado a las Naciones Unidas y la UNESCO que apoyaran a su país evitando así el despilfarro de dinero que generaba la frenética carrera espacial entre la Unión Soviética y Estados Unidos (el propio Martin Luther King había declarado que, con lo que gastaba la NASA, se podía alimentar a todos los hambrientos de Africa).

Nkoloso aceptó abrir las puertas de su cuartel general para la Associated Press y mostró cómo entrenaba y preparaba a sus doce astronautas: los ponía a rodar colina abajo en un barril vacío de combustible para que se fueran familiarizando con la falta de gravedad en el espacio, los hacía balancear de una soga a otra en las alturas para que entendieran el concepto de caída libre, los tenía horas enteras mirando por el telescopio para familiarizarse con el paisaje estelar. La elegida para tripular el primer viaje a Marte era una chica de deciséis años llamada Matha Mwamba, que iría con un gato, para hacerle compañía en el trayecto y para que saliera primero a experimentar las condiciones de la atmósfera al tocar el suelo marciano. Para propulsar sus cohetes, Nkoloso estaba experimentando con oxígeno líquido y querosén, pero lo importante no eran los detalles técnicos sino el trasfondo teórico. “Mire árbol ahí”, le decía al corresponsal de AP. “Como puedo ver árbol, puedo ir a árbol. Igual con Marte”.

El reportaje fue usado por los más rancios conservadores británicos para escarnecer la política de dar la independencia a países africanos: “La evidencia de esta mascarada, de esta idea absurda de que un africano puede hacerse cargo de llevar los asuntos de un estado moderno, queda flagrantemente demostrada en Zambia. ¿En qué país civilizado puede existir un Ministerio de Asuntos Estelares?”. El programa espacial fue discontinuado sin pena ni gloria en 1969: falta de fondos. Casi cincuenta años después, la escritora feminista Namwali Serpell volvió a su país de origen en busca de los rastros que quedaran de aquella delirante quimera espacial y descubrió que, en Zambia, Edward Mukuka Nkoloso es conocido hasta por los niños en las escuelas.

Nacido en 1919 en la tribu guerrera bemba, recibió de niño las cicatrices faciales que acreditaban su condición, pero en la Segunda Guerra fue reclutado por los británicos y enviado al frente de Birmania. Durante el entrenamiento le descubrieron un don para la electrónica y lo hicieron operador de radio. Acumuló tales conocimientos durante la guerra que, cuando volvió del frente, solicitó a las autoridades coloniales permiso para abrir una escuela. Se lo negaron. La abrió igual. Se la cerraron. Se volvió entonces maestro itinerante. Iba por las aldeas, así conoció al futuro presidente Kaúnda. Ambos militaron por la creación de una escuela técnica para la población negra, como primer paso hacia el ansiado objetivo “mismo trabajo, misma paga”.

La militancia se volvió resistencia activa: piqueteaban las exhumaciones de tumbas que hacían los arqueólogos blancos, exigían que las maternidades aceptaran el ingreso de parturientas negras. Kaúnda fue desterrado. Nkoloso se escondió en la selva, desde donde encabezaba actos de desobediencia civil, hasta que las autoridades lo atraparon, lo exhibieron desnudo, lo encarcelaron y apalearon, arrestaron también a sus padres y a su única tía, que murió en prisión a la semana de ser encarcelada. Las noticias llegaron hasta Londres, donde Kaúnda hizo una incendiaria denuncia en la prensa contra las autoridades coloniales. Su panfleto “Status de dominio para Africa central”, hoy tema de estudio en todas las escuelas secundarias de Zambia, usa la historia de Nkoloso como eje. Ese panfleto se convirtió en la piedra basal del partido político que lideraría la lucha por la independencia y llevaría a Kaúnda al sillón presidencial en 1964.

Se decía que Nkoloso no había quedado bien de la cabeza luego de las palizas recibidas en prisión. Los rumores crecieron cuando fue nombrado Ministro de Asuntos Estelares y más todavía cuando anunció al mundo el Programa Espacial, pero cualquier alumno de secundaria en Zambia hoy sabe que Mukuka Nkoloso no era el tonto del pueblo en esta historia, sino la encarnación de Kalulu. Me explico: la leyenda más popular de Zambia es la de Kalulu, un pillo que siempre está taladrándoles la cabeza al León y al Elefante, en el sempiterno duelo de ambos por el trono de rey de la jungla. Cada palabra que les murmura Kalulu al oído puede significar una cosa o su contrario o ambas a la vez, porque así es la lengua bemba: no existe una palabra para decir sí y otra para decir no; tienen un sí que significa sí y otro sí que significa no.

Nkoloso aceptó hacer el rol que le propuso Kaúnda porque ambos sabían que la prensa extranjera diría luego de entrevistarlo: “Este hombre no está en sus cabales. Quedó así por los golpes recibidos en prisión. Es el loco del pueblo”. Y ésa era la coartada perfecta. Porque en las instalaciones del Programa Espacial no se preparaban astronautas para ir a Marte; en realidad eran campos de entrenamiento para militantes de los movimientos de liberación en los países vecinos que aún estaban bajo dominio colonial: Angola, Mozambique y Rhodesia del Sur, la futura Zimbabwe. Había que inventarle un camuflaje a la operación: era la usina anticolonialista más importante de Africa Central. La mascarada del espacio que inventó Nkoloso funcionó a la perfección. Associated Press la divulgó al mundo y a partir de entonces nadie tomó en serio lo que ocurría en aquel cuartel de entrenamiento, no se le prestó más atención, el ojo vigilante del mundo lo eliminó de su radar. Así fue como Kalulu engañó al León y al Elefante. Así fue cómo se liberaron Angola, Mozambique y Zimbabwe. Así es como se recuerda hoy a Edward Mukuka Nkoloso en Zambia.
Hasta la próxima

miércoles, 15 de marzo de 2017

La fecha

"La Justicia aprobó el cronograma electoral de este año. El 14 de junio será el cierre de alianzas y el 24 de ese mes vencerá el plazo para que las fuerzas políticas inscriban a sus precandidatos para las primarias." P12 - 15/03/17

Las PASO serán el 13 de agosto y las Elecciones Generales el 22 de octubre ...  esa es la fecha para decirle a estos mafiosos, ladrones y estafadores que deben irse ... que ya no los bancamos. 
 
Por ahora no hay milagros ni otras formas prácticas, efectivas, inmediatas e incruentas para defendernos de la terrible agresión a la que nos somete este gobierno oligárquico que la llamada "vía democrática", las elecciones. Las otras alternativas son siempre mas extremas, mas inciertas y sobre todo mas cruentas. (De la Rúa en 2001 sin ir mas lejos)
Pero a no engañarnos con esto, la "vía democrática" la inventaron ellos, los burgueses, las oligarquías, los dueños de todo, aún de nuestras vidas, espeialmente de nuestras vidas, como lo están demostrando. Aquellos que se atronillaron en el poder para su beneficio de clase por medio de "el voto popular".

Ahora bien, lo que se decide en octubre no es una carrera de individuos, o de caballos, tampoco es un partido de fútbol o un juego de naipes, es nada menos que una batalla clave en la confrontanción "oligarquía vs pueblo", o sea entre los "dueños de todo" y todo el resto de nosotros, entre las 100 familias mas ricas y sus esbirros por un lado y los mas de 40 millones de argentinos por el otro, si no entendemos eso entonces seguiremos agachando la cabeza y asegurando que nuestro futuro y el de hijos y nietos siga siendo tan oscuro y miserable como lo plantean hoy estos canallas mafiosos.

Algunos creemos que el Movimiento Peronista tiene una responsabilidad ineludible en esta circunstancia, la de liderar la recuperación del gobierno para los sectores populaes y más aún la de unir gobierno con poder real para así lograr de una vez cambiar la matriz oligárquica y de dominación que nos condiciona desde antes de 1810.

Algunos creemos que es el Movimiento Peronista el que está en deuda con los agentinos, el que debe ser la columna vertebral y liderar la conformación de un frente amplio que reúna a todas las corrientes internas, a los obreros y a los aliados políticos, al pueblo en general,  para desplazar a este gobierno oligáquico y reponer las banderas y las políticas que señala la doctrina que alguna vez elaboró y propuso el General Perón "Soberanía Política, Independencia Económica y Justicia Social."
 

lunes, 13 de febrero de 2017

 Hay veces que uno quisiera hacer pedazos al malparido, resentido difundidor de odio que se dedica a defender al ladrón usando la mentira y la difamación de un honesto. Tal es el caso de este hijo de Tato, persona indeseable que orgulloso de su condición gasta su fama y su tiempo en desplegarse como vocero de lo mas deleznable de nuestra sociedad.

La siguiente es la transcripción de la carta de Osvaldo Papaleo a Alejandro Borensztein en respuesta a sus declaraciones. La misma ha sido levantada del muro de Antonio Diez en Facebook

Macrista, Anti K, Arquitecto Alejandro Borensztein: Sé que es duro ganarse el pan ácimo siendo columnista del #Clarín de Magnetto.
Además, ser gracioso, progresista, quedar bien con un patrón acusado de delitos de lesa humanidad, una patrona eludiendo ADN de hijos apropiados y de paso, catequizar colocándose en una postura ética.
Duro lo suyo, pero no menos infame. Esta es la universidad del apriete y rinde Ud, sus exámenes con esmero.
Pero conmigo se equivocó.
No le va a salir gratis.
Nunca fui alfil de López Rega, ni de nadie.
A José López Rega no lo conocí, no lo traté.
Jamás crucé con él una palabra.No participé de actos vandálicos que usted describe con esmero y sin empacho.
Los canales en 1974, fueron intervenidos por disposición del Poder Ejecutivo Nacional porque habían caducado las licencias concedidas en 1960 por la Revolución Libertadora, sin licitación a sus amigos de entonces.
Bastante tiempo para un regalo mediático.
Nadie le puso la pistola en la cabeza a los licenciatarios.
Pregúntele entonces a Luis Brandoni, que participó como Secretario General de la Asociación Argentina de Actores.
Como habrá sido de sabia y legal la resolución, que hasta 1990 estuvo vigente y los canales continuaron intervenidos.
Fui el Director Artístico de Canal 9 y el interventor se llamó Juan Carlos Mareco, un artista y un caballero.
Y designamos director del área cinematográfica a Octavio Gettino.
Más tarde fui con el mismo cargo a Canal 13, el templo democrático de su padrino Goar Mestre, un cubano de Fulgencio Batista, cuando Cuba era el paraíso de la mafia y la prostitución para diversión de los americanos.
Fidel Castro y el pueblo de Cuba lo expulsaron.
Extraño que usted un hombre de izquierda, progresista de Magnetto y Papel Prensa defienda a este viejo carcamán de la CIA que nunca cambió de bando.
Ahí, el director fue el Dr. Vera Barros, un funcionario de la Secretaría de Prensa.
Y desde Diciembre de 1975 fui Secretario de Prensa y Difusión del gobierno constitucional de Isabel Perón hasta que dieron el golpe sus amigos, los que ordenaron la venta bajo tortura de Papel Prensa a su diario, al de Mitre y al del Comando en Jefe del Ejército.
Estuve preso hasta diciembre de ese año a disposición del Poder Ejecutivo en condiciones muy difíciles.
Ahí no estaba usted (era un revolucionario en cierne) como tampoco estaba Magnetto.
La cárcel fue para los que dejamos sin un canal de televisión a un amigo de su familia: Goar Mestre.
En abril de 1977 me raptaron y pasé 9 meses en el campo de concentración clandestino de Puesto Vasco, dónde fui torturado por ser hermano de Lidia Papaleo de Graiver.
Situación esta que me enorgullece pero que revela que usted, en definitiva un hijo de Tato, con su mediocre humor, es funcional a los genocidas.
Salí del país expulsado por Camps y trabajé con grandes artistas como Atahualpa Yupanqui, Mercedes Sosa, Astor Piazzolla, Ariel Ramirez, José Larralde, Nacha Guevara y siguen las firmas…
Cuando dirigí el canal que le usurpamos a su padrino, el cubano de los prostíbulos, trabajaron en el mismo, artistas de la talla de David Stivel, Juan Carlos Gené, Carlos Carella, Emilio Alfaro, Víctor Laplace, Aida Bortnik, Alfredo Alcón, Sergio Renán, Ernesto Bianco, Ana María Picchio, Oscar Martínez, Marilina Ross, Alberto Migré, y muchos más.
Era una etapa violenta y de pronto las tres AAA.
Ahí acompañé públicamente a los amenazados y no me importó priorizar al burócrata sino al compañero y al militante.
En democracia produje teatro, cine, televisión, dirigí al Teatro Nacional Cervantes y acompañé a Antonio Cafiero en la Gobernación de Buenos Aires.
Soy uno de los fundadores de la Renovación Peronista.
Todas y cada una de estas afirmaciones puede corroborarlas.
Todos los artistas, que desafortunadamente no están dejaron esposas, hijos, hermanos, amigos.
Haga de policía vocacional que seguramente le sale mejor que el humor dominguero.
Además su padrino, el cubano de los prostíbulos, le habrá enseñado como trabajan los sabuesos de la CIA, con el agravante de que la mayoría de los artistas que le mencioné no pensaban políticamente como yo.
Un detalle: junto al Dr. Alberto Cormillot en 1984 después de visitar al ministro del Interior el Dr. Antonio Tróccoli fuimos a recibir a Ezeiza a Norman Briski, un amigo común, que volvía de su exilio y todavía tenía causas judiciales armadas por la dictadura.
Usted, un portador de apellido, para defender a esta mafia comunicacional no debe involucrar a su padre que fue un artista querido, respetado y popular, diciendo que Tato Bores volvió a la TV durante el Proceso.
Le aconsejaría que no utilice a lo mejor de su familia, porque esta haciendo una aseveración tan grave como gratuita. .
Me imagino el dolor y la vergüenza que sentiría Tato por ver a su hijo exponiéndolo para cambiar el escenario del juicio por Papel Prensa.
Les dejo a usted y sus compañeros de Clarín una tarea para la casa: encontrar a Osvaldo Papaleo junto a López Lega, mostrar algún documento o documentito que abone su tesis, una foto o fotito, una nota o notita, un decreto o decretito donde él me designa a alguna parte y así podrá impedir que su amigo Magnetto tenga otro destino que el Penal de Marcos Paz.
Pero hay otros temas para el humor costumbrista que usted tan mal practica: Por ejemplo las declaraciones de Isidorito Graiver a Tiempo Argentino del 11 de Junio de 2010 diciendo que la venta de Papel Prensa fue un afano y fotografiado con la valijita de dólares que Clarín le entregó a cambio de un testimonio esclarecedor.
O a Lilita Carrió, la precoz funcionaria judicial del Proceso, vociferando que defiende a Clarín.
Me olvidaba hijo de Tato, nos vamos a ver en Tribunales.
Quiero ver como se ha convertido en un miserable adulto, el ahijado del cubano de los prostíbulos que la Revolución Cubana expulsó.
Usted junto a su jefe Magnetto no están a la izquierda ni a la derecha de nadie, están en el horno.
Respetuosamente.
Osvaldo Papaleo.

Abuelas de la Plaza