lunes, 13 de febrero de 2017

 Hay veces que uno quisiera hacer pedazos al malparido, resentido difundidor de odio que se dedica a defender al ladrón usando la mentira y la difamación de un honesto. Tal es el caso de este hijo de Tato, persona indeseable que orgulloso de su condición gasta su fama y su tiempo en desplegarse como vocero de lo mas deleznable de nuestra sociedad.

La siguiente es la transcripción de la carta de Osvaldo Papaleo a Alejandro Borensztein en respuesta a sus declaraciones. La misma ha sido levantada del muro de Antonio Diez en Facebook

Macrista, Anti K, Arquitecto Alejandro Borensztein: Sé que es duro ganarse el pan ácimo siendo columnista del #Clarín de Magnetto.
Además, ser gracioso, progresista, quedar bien con un patrón acusado de delitos de lesa humanidad, una patrona eludiendo ADN de hijos apropiados y de paso, catequizar colocándose en una postura ética.
Duro lo suyo, pero no menos infame. Esta es la universidad del apriete y rinde Ud, sus exámenes con esmero.
Pero conmigo se equivocó.
No le va a salir gratis.
Nunca fui alfil de López Rega, ni de nadie.
A José López Rega no lo conocí, no lo traté.
Jamás crucé con él una palabra.No participé de actos vandálicos que usted describe con esmero y sin empacho.
Los canales en 1974, fueron intervenidos por disposición del Poder Ejecutivo Nacional porque habían caducado las licencias concedidas en 1960 por la Revolución Libertadora, sin licitación a sus amigos de entonces.
Bastante tiempo para un regalo mediático.
Nadie le puso la pistola en la cabeza a los licenciatarios.
Pregúntele entonces a Luis Brandoni, que participó como Secretario General de la Asociación Argentina de Actores.
Como habrá sido de sabia y legal la resolución, que hasta 1990 estuvo vigente y los canales continuaron intervenidos.
Fui el Director Artístico de Canal 9 y el interventor se llamó Juan Carlos Mareco, un artista y un caballero.
Y designamos director del área cinematográfica a Octavio Gettino.
Más tarde fui con el mismo cargo a Canal 13, el templo democrático de su padrino Goar Mestre, un cubano de Fulgencio Batista, cuando Cuba era el paraíso de la mafia y la prostitución para diversión de los americanos.
Fidel Castro y el pueblo de Cuba lo expulsaron.
Extraño que usted un hombre de izquierda, progresista de Magnetto y Papel Prensa defienda a este viejo carcamán de la CIA que nunca cambió de bando.
Ahí, el director fue el Dr. Vera Barros, un funcionario de la Secretaría de Prensa.
Y desde Diciembre de 1975 fui Secretario de Prensa y Difusión del gobierno constitucional de Isabel Perón hasta que dieron el golpe sus amigos, los que ordenaron la venta bajo tortura de Papel Prensa a su diario, al de Mitre y al del Comando en Jefe del Ejército.
Estuve preso hasta diciembre de ese año a disposición del Poder Ejecutivo en condiciones muy difíciles.
Ahí no estaba usted (era un revolucionario en cierne) como tampoco estaba Magnetto.
La cárcel fue para los que dejamos sin un canal de televisión a un amigo de su familia: Goar Mestre.
En abril de 1977 me raptaron y pasé 9 meses en el campo de concentración clandestino de Puesto Vasco, dónde fui torturado por ser hermano de Lidia Papaleo de Graiver.
Situación esta que me enorgullece pero que revela que usted, en definitiva un hijo de Tato, con su mediocre humor, es funcional a los genocidas.
Salí del país expulsado por Camps y trabajé con grandes artistas como Atahualpa Yupanqui, Mercedes Sosa, Astor Piazzolla, Ariel Ramirez, José Larralde, Nacha Guevara y siguen las firmas…
Cuando dirigí el canal que le usurpamos a su padrino, el cubano de los prostíbulos, trabajaron en el mismo, artistas de la talla de David Stivel, Juan Carlos Gené, Carlos Carella, Emilio Alfaro, Víctor Laplace, Aida Bortnik, Alfredo Alcón, Sergio Renán, Ernesto Bianco, Ana María Picchio, Oscar Martínez, Marilina Ross, Alberto Migré, y muchos más.
Era una etapa violenta y de pronto las tres AAA.
Ahí acompañé públicamente a los amenazados y no me importó priorizar al burócrata sino al compañero y al militante.
En democracia produje teatro, cine, televisión, dirigí al Teatro Nacional Cervantes y acompañé a Antonio Cafiero en la Gobernación de Buenos Aires.
Soy uno de los fundadores de la Renovación Peronista.
Todas y cada una de estas afirmaciones puede corroborarlas.
Todos los artistas, que desafortunadamente no están dejaron esposas, hijos, hermanos, amigos.
Haga de policía vocacional que seguramente le sale mejor que el humor dominguero.
Además su padrino, el cubano de los prostíbulos, le habrá enseñado como trabajan los sabuesos de la CIA, con el agravante de que la mayoría de los artistas que le mencioné no pensaban políticamente como yo.
Un detalle: junto al Dr. Alberto Cormillot en 1984 después de visitar al ministro del Interior el Dr. Antonio Tróccoli fuimos a recibir a Ezeiza a Norman Briski, un amigo común, que volvía de su exilio y todavía tenía causas judiciales armadas por la dictadura.
Usted, un portador de apellido, para defender a esta mafia comunicacional no debe involucrar a su padre que fue un artista querido, respetado y popular, diciendo que Tato Bores volvió a la TV durante el Proceso.
Le aconsejaría que no utilice a lo mejor de su familia, porque esta haciendo una aseveración tan grave como gratuita. .
Me imagino el dolor y la vergüenza que sentiría Tato por ver a su hijo exponiéndolo para cambiar el escenario del juicio por Papel Prensa.
Les dejo a usted y sus compañeros de Clarín una tarea para la casa: encontrar a Osvaldo Papaleo junto a López Lega, mostrar algún documento o documentito que abone su tesis, una foto o fotito, una nota o notita, un decreto o decretito donde él me designa a alguna parte y así podrá impedir que su amigo Magnetto tenga otro destino que el Penal de Marcos Paz.
Pero hay otros temas para el humor costumbrista que usted tan mal practica: Por ejemplo las declaraciones de Isidorito Graiver a Tiempo Argentino del 11 de Junio de 2010 diciendo que la venta de Papel Prensa fue un afano y fotografiado con la valijita de dólares que Clarín le entregó a cambio de un testimonio esclarecedor.
O a Lilita Carrió, la precoz funcionaria judicial del Proceso, vociferando que defiende a Clarín.
Me olvidaba hijo de Tato, nos vamos a ver en Tribunales.
Quiero ver como se ha convertido en un miserable adulto, el ahijado del cubano de los prostíbulos que la Revolución Cubana expulsó.
Usted junto a su jefe Magnetto no están a la izquierda ni a la derecha de nadie, están en el horno.
Respetuosamente.
Osvaldo Papaleo.

Abuelas de la Plaza