La nota de La Nación
El culto cívico no es cosa menor
http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1103449#comentar
Por Luis Alberto Romero
para LA NACION
Jueves 26 de febrero de 2009
Todos los que hemos pasado por la escuela lo sabemos: San Martín está definitivamente asociado con sus Granaderos. Inútil explicarlo. Lo que es más importante: San Martín está identificado con la patria. Los actos de homenaje a San Martín, con sus Granaderos incluidos, son parte del culto cívico de nuestra nación.
El culto cívico no es cosa menor. Es uno de los pilares de la comunidad política. Todo culto tiene sus rituales, sus formas, sus símbolos, sobre los que se asienta el sentido que se quiere construir. Es cierto que el sentido profundo no se agota en ninguna de las formas: la ausencia de los Granaderos no desmerecerá la figura de San Martín. Pero violarlas o alterarlas crea un desorden, una discordancia, un chirrido. Como cualquier comportamiento impropio en una ceremonia ritual. El Gobierno ha tenido en la ocasión un comportamiento impropio.
También es un comportamiento revelador de su manera de asumir sus responsabilidades con el estado que gobierna. El culto cívico de la Nación, de sus próceres y símbolos, es una competencia del estado. Indelegable e irrenunciable. Solo el estado puede hablar en nombre de todos. Retirar los Granaderos del acto de Yapeyú, por sórdidas razones de la política del día, revela un comportamiento irresponsable del gobierno respecto de las funciones del estado.
Tan irresponsable como destruir sistemáticamente las agencias estatales. O manosear las instituciones de la república. O subordinar las políticas de estado a las pequeñas ventajas personales. El episodio de los Granaderos es una anécdota, quizá pasajera, pero altamente reveladora de una manera mezquina y facciosa de entender las responsabilidades estatales.
El comentario del Baldío
A ver don Luis si nos ponemos las pilas!!!!!
Hay cosas importantes de que ocuparse mas que de los soldaditos de juguete y del ninguneo que la Cris le hizo al Cleto.
Por otra parte, Romerito, niño, la patria que los soldaditos esos representan en mi imaginario (y el de muchos especialmente los jóvenes) es y será la de las dictaduras represoras y genocidas, la de las miserias sociales, la de los oscuros defensores de las clases dominantes y no la del impoluto, marmóleo San Martín que ni pis hacía de niño.
Que tal Luisito si publicáramos en LN un artículo esclarecedor de cómo los excelsos y patrióticos Generales de la Nación de todas las épocas se dedicaban masacrar indios, con sus familias peor que a animales, a violar y asesinar a paraguayos y paraguayas (les costó un poco más), a negros/as, obreros/as y por fin cuidadanos/as de toda edad sin ton ni son.
¿De que ritos me está hablando profe? ¿De que impropiedades? ¿Su discurso querido heredero de apellido, es hipócrita y poco menos que criminal por la figura de complicidad necesaria.
Atacar a un Gobierno Peronista a favor de un radicheta panqueque con el concepto de Patria lo define por entero, ud es un oportunista impresentable propio del pasquín que lo soporta, promueve y utiliza.
Mas que apostrofar al gobierno cual maestrito de escuela inicial, sería bueno ocuparse algo más de cosas de veradero peso.
Las impropiedades están hoy definitivamente monopolizadas por otros actores verdaderamente peligrosos que quedan ocultos e impunes gracias a discursos banales como el suyo estimado profesor, discursos que el periódico La Nación se ocupa en difiundir muy laboriosamente por cierto.
Propongo seriamente ir pensando en promover un debate social sobre la disolución definitiva de las superflas instituciones armadas de la patria que solo sirvieron en el mejor de los casos para someter y reprimir al pueblo argentino y sus vecinos y nunca para lograr aquellos dudosos laureles de los que nos "chamuya" el himno nacional.
Honor y gratitd al gran "Luisito el letrado".
Como decía el gran Castello " . . . de onda se lo digo profe Romero
Hasta la próxima.