miércoles, 22 de junio de 2016

En esa época, los pibes leíamos historietas ...

Sin saber quien era, conocí el trabajo de Oesterheld a los 11 años en un tren en que regresaba anticipadamente desde Mar del Plata a Buenos Aires en el verano del 63/64.  Aunque mi madre, profesora universitaria en la carrera de Letras de la UBA, lo había prohibido expresamente mi abuela me compró un 3x1 de historietas que anunciaba el canillita de Témperley donde nos demoramos por horas para paliar mi burrimiento.
 





Oesterheld
Por Luis Bruschtein(publicado en la contratapa de Página12 - 22/06/2016)

“En esa época, los pibes leíamos historietas, menos televisión, nada de internet. Un día vine al kiosco de la estación y pedí la revista que siempre compraba para devorar las aventuras de Ernie Pike. Y levanto la cabeza y lo veo allí, parado junto a mí, Ernie Pike en persona. No lo podía creer, estaba allí el corresponsal aventurero en cuerpo presente. Me quedé mudo.” El relato es de Pablo Fernández Long, en ese entonces un joven vecino de Beccar, del lado bacán de las vías, a media cuadra de la estación. El kiosquero hizo las presentaciones. “Te presento a Héctor Oesterheld, pibe, no es Ernie Pike, pero es su creador.” El guión de la historieta era de Oesterheld y el dibujante lo había tomado como modelo para la imagen del protagonista.

Fernández Long lo contó el lunes, convocado por la agrupación Barrios por Memoria y Justicia, Zona Norte, al cumplirse un año de la muerte de Elsa Suárez de Oesterheld. Se colocó una baldosa recordatoria del militante popular y escritor de sueños y fantasías frente a la casa de esa familia que ya no existe. Una casa que también fue tomada como modelo por Solano López, el dibujante de otra historieta famosa de Oesterheld, El Eternauta: esa cuadra de casitas de alto con jardines y calles arboladas donde vive Juan Salvo. Estaba allí cuando comienza la mortífera nevada y está en el alma del eternauta en su eterno deseo de regresar.

“El Viejo” Oesterheld alquilaba ese chalet donde vivía con su familia. Ahora está en venta y ya tiene un cartel de “reservado”. Podría haberse convertido en la capital de la historieta en Argentina. Oesterheld es uno de los autores de historietas más renombrado en todo el mundo. Desde el “Sargento Kirk” renegado de la caballería norteamericana y amigo de los indios, hasta ese corresponsal bélico que respetaba a los japoneses y odiaba a la guerra, sumado al Eternauta, eterno luchador contra una invasión de extraterrestres en Buenos Aires y su inolvidable batalla en el estadio de River Plate, todas sus historietas se hicieron famosas en todo el mundo. Había razones suficientes para hacer ese museo Oesterheld allí donde vivió con su familia.

En el homenaje de ese lunes estaban los hermanos Pablo y Miguel Fernández Long, que eran vecinos y se hicieron amigos del hombre cálido que los invitaba a su casa para hablar de historietas y del mundo. En la vorágine de esos años, los amigos que se encontraban en ese chalet amarillo de la calle Rivadavia, en Beccar, comenzaron a cruzar la vía, donde el paisaje de los chalecitos y calles arboladas se transformaba en barrios humildes con casitas de chapa y paredes despintadas. Las hijas de Oesterheld comenzaron a militar en el barrio Los Sauces y se incorporaron a Montoneros. Las cuatro están desaparecidas.

“Si hay algo que me impresiona en esta época –me dijo Oesterheld a principios de los ‘70 en la cocina de mi casa en La Boca– es la valentía de esta generación. Yo admiro a los jóvenes de esta época y quisiera ser como ellos.” Compartíamos la militancia en el Bloque Peronista de Prensa en aquellos años. Yo tenía poco más de veinte años y por supuesto había leído varias veces las aventuras de todos sus personajes. Era generoso con ese don. Quería hacer un taller de guión “para los compañeros”, y nos invitaba invariablemente a un asado en su casa que nunca se pudo concretar. Siempre imaginé que esa frase tenía un sentido genérico, pero varios años después me di cuenta que en parte era así, pero que tenía su anclaje en el amor y la admiración que sentía por sus hijas y el mundo de jóvenes que circulaba por ese chalet amarillo, justo enfrente de la estación. Es el recuerdo de un tipo cálido, dispuesto a la amistad, sin atisbo de narcisismo y hasta daba la impresión de que le divertía esa fama casi fanática que despertaba en sus lectores con sus sueños de aventuras fantásticas y al mismo tiempo cercanas.

Fue un día raro este lunes en esa esquina, un lunes frío y nublado en esa esquina inusitadamente llena de veteranos y de jóvenes, la esquina de los sueños o la esquina de la aventura y también la esquina del dolor.

El Bichi fue otro de los que habló. Amigo de Oesterheld y de sus hijas, era dirigente del Barrio El Sauce, del otro lado de la vía, sobreviviente del grupo de Tareas de la ESMA. “Tengo que agradecerle –dijo– al compañero Cesar Nieto que fue el que avisó a todo el mundo del secuestro.” Nieto es un viejo militante del peronismo de Zona Norte, habló antes también, como amigo de Oesterheld. Un día raro con esa mezcla de veteranos y de jóvenes frente a esa casa donde todavía está la marca de los sueños. Estaba la Abuela de Plaza de Mayo, Delia Giovanola, que fue amiga y compañera de Elsa Sánchez, la única de la familia que sobrevivió para sobrellevar todo el dolor. Habló un nieto y hablaron los amigos y vecinos, que también alguno fue novio de una de las chicas y las acompañaron en su militancia, había veteranos de luchas y fundaciones, de derrotas y de algunas victorias. Y el locutor del acto era un veterano de Malvinas, Edgardo Esteban. Una mezcla que es bien argentina de dolores y alegrías, de caricias y puñetazos en el estómago. Oesterheld fue secuestrado en 1977 y se supone que sobrevivió hasta 1978 porque uno de sus captores era admirador de sus historietas.

Son otras épocas, los riesgos son diferentes, pero el afán de justicia es siempre el mismo y las nuevas generaciones alimentan la llamita de esa lucha que nos hace mejores como personas y como sociedad. La frase de Oesterheld vale para todos, como él admiró a esa juventud, los veteranos siempre se emocionarán con los jóvenes de todas las épocas que sientan ese afán de justicia.

Igual que la frase de la baldosa por la memoria que quedó en la vereda de la casa de Juan Salvo, del sargento Kirk o del falso Ernie Pike que era su creador, “El Viejo” Oesterheld, con su mujer Elsa y sus cuatro hermosas hijas, una frase que también quedará en la tinta que escribe de la fantasía y de los sueños:

“Aquí vivió y creó sus personajes Héctor Germán Oesterheld, Militante popular-Escritor creador de El Eternauta detenido-desaparecido el 27-04-1977 por el terrorismo de Estado”.

sábado, 18 de junio de 2016

López - Convento - Corrupción


A las cuatro de la mañana, cuando se votaban en particular los últimos artículos de la ley ómnibus, el oficialismo introdujo sin dictamen previo el traspaso de la UIF al Ministerio de Hacienda. En repudio, el kirchnerismo se retiró de la sesión.

Tomado del blog Poesía y Ramos Generales.

Estos últimos han sido días plenos de actividades insólitas en la vida pública de nuestra sociedad. La inverosímil imagen del revoleo, por parte de un ex funcionario, de una decena de millones de dólares supuestamente mal habidos por sobre la tapia de un convento junto con la de unos legisladores inmorales que sin ponerse colorados avalan en el congreso la estafa que significa habilitar la venta de los activos accionarios propiedad de los jubilados para pagarles a éstos deudas añosas, junto con un blanqueo y el desmantelamiento de todos los organisimos del estado dedicados a la investigación y persecución de delitos económicos complejos que literalmente resulta en la premiación de la impunidad para el robo de cientos de miles de millones de dólares en perjuicio del estado nacional;  parecen secuencias de algún film de la escuela neorrealista italiana de mediados del siglo pasado mas que realidad contemporánea de nuestro país.
Desde mucho antes de las elecciones hasta hoy mismo, seis meses después de asumido el nuevo gobierno que con la anuencia de las capas medias y bajas de la población se erigieron en representan los intereses de las elites asociadas con el imperio, se ha difundido la comisión de decenas de hechos delictuales de los que son responsables sin duda la mayoría de los funcionarios de la actual administración del gobierno nacional. Muchos de esos delitos han sido impunemente reconocido y aceptados por los propios responsables. En ellos están involucrados desde el presidente de la nación, sus ministros, secretarios de estado y funcionarios varios, pasando por viejos amigos y compañeros de la escuela, familiares en diverso grado, socios y hasta circunstanciales personajes menores.

Gracias al activismo del Partido Mediático Internacional el tema del día es el caso López - Convento  y el consecuente e inevitable (y deseado) fin del kirchnerismo y comienzo de regeneración del peronismo al decir de un “opinador” autorizado. Es indudable que el tema del momento en todos los medios - todos sin excepción - es “La Corrupción”. Como si fuera algo nuevo. Como si fuera un tema exclusivo de la “década ganada”. Como si no fuera una cuestión inherente a la sociedad humana y en particular un subproducto específicamente perfeccionado por el capitalismo.

La cuestión es que esa tal “La Corrupción” no es una característica actual que apareción de un repollo de nuestra sociedad hace una década como algunos interesados difunden a los gritos desgarrándose sus prístinas y virginales vestiduras en medio de histéricos cantos y loas a las purezas morales de sus socios, aliados y compañeros. No nos engañemos, ni siquiera en eso los argentinos somos ni originales ni campeones mundiales. La corrupción es una enfermedad que afecta a todas las comunidades humanas desde tiempos inmemorables.  Tampoco es un “defecto” inherente al manejo de los asuntos públicos ni de un sistema de organización social en particular o de una agrupación política específica como suelen argumentar los defensores del liberalismo aún cuando el sistema capitalista lo ha perfeccionado en su favor.

Al respecto, las diferencias entre sociedades y épocas no residen en las conductas sociales denominadas “corruptas” que suelen ser mas o menos las mismas en todas partes sino en las legislaciones que imponen las élites dominantes en cada caso para organizar, regular y legalizar el sistema de corrupción que habrá de imperar y quienes serán los beneficiados beneficiarse y quienes los excluidos en cada época y lugar.
A finales del gobierno de la dictadura cívico – militar trabajando en una empresa multinacional de capitales europeos y proveedora del Estado, me vi compelido a mantener una entrevista personal  con un muy alto directivo de la empresa. Este señor de acento extranjero, con  mucha naturalidad me explicó detalladamente el método establecido por la compañía para la “expatriación” -  vía sobreprecios en el pago de materias primas importadas - de divisas giradas al sudeste de Asia que luego eran transferidas por un agente en Singapur a un banco en Montevideo desde donde el “muy alto directivo” en persona las retiraba en efectivo y las reingresaba al país en sus bolsillos para, ya fuera de los registros contables, aplicarse al pago de “comisiones” y “gratificaciones” a funcionarios del estado que fungían bajo las órdenes del Ministro de Economía de la dictadura  José Alfredo Martínez de Hoz y que fueran reclutados de entre los directores de la propia empresa “corruptora”. Debo aclarar que una vez finalizada la detallada explicación el “muy alto directivo” me informó que por supuesto dicha entrevista no había tenido lugar y que él  mismo jamás había estado allí, luego me saludó demasiado amigablemente y se retiró. Nunca mas lo volví a ver. Tampoco a los demás involucrados. A esta altura deben estar todos muertos y sus memorias honradas por sus deudos en algún coqueto cementerio. Por supuesto que jamás supe que antes de morir hubieran arrojado bolsas con dólares sobre la tapia de un convento.

Resulta que hoy toda esa gente adulta, inteligente e informada que derrama sus histerias, enojos, irritaciones e indignaciones por los medios y las redes sociales, de ambos lados de “la grieta” van por la vida señalando a un señor ex funcionario de gobierno por arrojar dólares sobre la tapia de un convento como si del holocausto final se tratara. Es gente de todo tipo y color. Está la que se relame y babea en un orgasmo de excitación pornográfica por las posibles implicancias del caso y está la que se deprime, descorazona y roza el intento suicida también por las posibles implicancias del caso. Ninguno de todos nos hacemos cargo de que conformamos desde tiempos inmemoriales sociedades plenas de corrupción, egoísmo, injusticias, expoliación, sometimientos y muerte.

Vale señalar lo curioso que resulta comprobar que son escasas las personas que tienen presente el hecho de que existió un agente de varios servicios de inteligencia extranjeros de potencias hostiles infiltrado en el sistema de justicia de nuestro país como fiscal de la nación y que fuera “suicidado” con el  involucramiento de dos o mas personas que hoy son funcionarias del actual gobierno o trabajan a su servicio. Con ese antecedente, mal puede llamar la atención de que un ex funcionario termine arrojando fardos de dinero por sobre una tapia. Todo depende de si recibió o no algunos llamados específicos. Solo hay que ponerse en el lugar de quien recibe dichos llamados.

La verdad no existe. La inteligencia es una fantasía. La razón es solo otra religión mas.

MC

Carta abierta al Diputado Nacional SERGIO MASSA


Carta abierta dirigida a Sergio Massa firmada por Miguel Ángel Fernández Pastor (*)
(publicación tomada de la página de Leopoldo Moreau en Facebook )
Querido Sergio Massa
Esta carta está escrita desde el dolor, desde el dolor incrustado en el alma por el impacto que produjo en mí leer el dictamen de mayoría, que se aprobó con el apoyo del Frente Renovador que vos liderás, del proyecto de ley del Programa de reparación histórica para jubilados y pensionados propuesto por el gobierno.
La Argentina hoy goza de un sistema previsional que tiene la mayor cobertura, con el haber mínimo y medio más alto de América Latina y con un fondo de reserva como es el FGS que garantiza su sustentabilidad.
Esa situación se logró por un conjunto de decisiones políticas. Nadie mejor que vos ha podido constatar la poderosa herramienta de redistribución del ingreso que representa la seguridad social, por lo que mi tristeza se agranda.
Ambos sabemos que el logro de esos resultados no fueron sencillos para la sociedad argentina. Cuando llegaste a ANSES, hacía más de 10 años que los jubilados tenían un haber inalterable de $150, cifra que representaba, en el momento que asumiste como Director Ejecutivo (principios de 2002), menos de 75 dólares, lo cual a dinero de hoy significaría $1.095, un quinto de lo que cobran quienes perciben hoy la mínima. Pero más impactante aún es que quienes recibían ese haber podían considerarse como “privilegiados”, ya que el número total de beneficiarios previsionales ascendía a menos de la mitad de los que existen en la actualidad.
Tu inteligencia y el coraje de Néstor Kirchner hicieron que exista el caso Badaro. Te recuerdo que Badaro surgió producto de haber privilegiado a los que cobraban la mínima, once aumentos para los que más necesitaban entre el 2002 y el 2006, así nació ese caso. Tal decisión “aplastó” la pirámide y dio motivo para que fueran a la justicia quienes ganaban más que la mínima. Curiosamente reclamando la “igualdad ante la Ley”, es decir que se les diera el mismo aumento que a los que cobraban la mínima, particular interpretación de la igualdad que hace añicos la equidad. Si el Gobierno hubiera resuelto dar amento de menor envergadura pero para todos en el mismo porcentaje, no habría caso Badaro. Tengo que decirte que a pesar de ello aún me exalta el corazón recordar aquellos tiempos. Hacía falta coraje, sabiendo las consecuencias que traían aparejadas usar todos los pocos pesos con que contaba el Estado para beneficiar a los que mas necesitaban. Aún siento legitimo orgullo el haber sido parte, aunque sea en una parte chiquitita, de aquella decisión.
También recuerdo tu alegría cuando se aprobó la Ley 25.994, que nosotros bautizamos como “plan de inclusión jubilatoria”, sentando las bases del crecimiento continuo de la cobertura previsional. Eufórico me lo transmitiste por teléfono, sin duda ese fue el principio de la revolución más grande en materia previsional que recuerde nuestro país y fuimos parte…! Te acordás lo que decía aquella viejita cuando cobró la jubilación, que a los 90 años iba a poder comprarle por primera vez en su vida un regalo a su nieto? Esta es solo una anécdota, hubieron miles, luego cientos de miles y por fin millones que pudieron hacerlo. Hoy ninguna viejita de 90 años podrá decir lo mismo, ya que seguro que cobra una jubilación y pasarán al menos 30 años antes que alguien haga una confesión como esa, y siento orgullo de haber sido parte de esa reparación. Aquella “travesura” significó el triunfo del amor, fue la exaltación máxima de la solidaridad social. Cuando escribo esto aún me emociono…
Luego vino la Ley 26.222, otra iniciativa relevante de esa época en la que nació lo que hoy se quieren robar, el Fondo de Garantía de Sustentabilidad y el principio de la estatización del sistema previsional.
Tanto esfuerzo y tanto amor están por desbarrancarse, están por irse por el túnel del individualismo, de la pobreza intelectual y del egoísmo. Te quiero pedir desde lo más profundo de mi corazón y con la mayor humildad, que no lo permitas.
Adjunto a esta carta te envío tres cuestiones que no pueden permitirse que ocurran. Si quieren blanquear plata que lo hagan, que blanqueen todo lo que se les dé la gana, pero que al menos no se lleven puesto lo que tanto esfuerzo costó construir. Que no haya que empezar de nuevo.
Podría darse la paradoja que en un futuro no muy lejano, tengas que reconstruir lo que hoy están a punto de destruir, ya no como un parlamentario sino como Presidente.
Con todo mi cariño,
Miguel Ángel Fernández Pastor

(* ) Miguel Angel Fernandez Pastor es abogado y uno de los referentes más importantes de Seguridad Social del país y quiere difundir una carta pública a Sergio Massa criticando su firma del dictamen.
Fue director de Anses durante los 7 años de gestión de Sergio Massa en ese organismo y escribieron un libro juntos, llamado "De la Exclusión a la Inclusión Social", fue el ideólogo y mentor de la Ley 25.994, y también reglamento la Ley 24.476, estas dos leyes constituyen la base de lo que se conoce como el "plan de inclusión jubilatoria", también redacto la Ley 26.222 que representó el primer paso de la re-estatización del sistema previsional. Del 2008 al 2013 dirigió en México el Centro Interamericano de Estudios de la Seguridad Social (CIESS). 
Tres temas que no pueden pasar:

1.- Emergencia en materia de litigiosidad:
El Dictamen de Mayoria 15-P.E.-16, en su Articulo 1, reza: ”Declárase la emergencia en materia de litigiosidad previsional …. El estado de emergencia tendrá vigencia por TRES (3) años a partir de la promulgación …El PODER EJECUTIVO NACIONAL podrá prorrogarlo por única vez y por igual término.
Etimológicamente, el estado de "emergencia" presupone: "emerger", "salir" de una situación de crisis la cual, siguiendo la conceptualización clásica de emergencia constitucional, no puede ser cualquier crisis sino que debe ser una de carácter "excepcional". Además de esto, debe poner en peligro la continuidad del sistema, la existencia del Estado y debe afectar en forma directa al bien común. Por ende, que su resolución requiera medidas extraordinarias.
El gobierno ha expresado que actualmente existen 380.000 casos totales con acciones judiciales iniciadas, una proporción de los mismos con sentencia firme y otros bajo trámite en sede judicial. Por otro lado, el titular de ANSES ha manifestado que el organismo se encuentra en condiciones de resolver 100.000 casos por mes, lo que presupone que todos los casos estarían resueltos en menos de cuatro meses. En este marco, corresponde, entonces, hablar de emergencia en materia de litigiosidad? Es posible que cuatro meses de tarea dura en ANSES puedan poner en peligro la continuidad del sistema? Sin duda no existe, al menos desde este punto de vista, racionalidad alguna en imponer el estado de emergencia como eje central del proyecto de Ley.
Asimismo, la emergencia que se propone prevé una vigencia de seis años, un plazo un tanto extenso para resolver un problema que requiere 4 meses de tarea, conforme la capacidad operativa indicada por el responsable de su ejecución. Esta cuestión fue criticada en la reunión de las comisiones de Presupuesto y de Seguridad Social de la Cámara de Diputados, por lo que nadie puede manifestarse desprevenido respecto de esta extravagante disparidad. Sin embargo, el oficialismo la defendió a “capa y espada”, y si bien cedió en diversas cuestiones, mantuvo inalterable la declaración de emergencia y el plazo de seis años perfumando su redacción con redundancias.
Para poder comprender el motivo de la insistencia del oficialismo en mantener a salvo el dictado de la emergencia, vale recrear cuales son los efectos prácticos plasmados en nuestra Constitución Nacional respecto de la misma. El artículo 76 de la Carta Magna dice: “…Se prohíbe la delegación legislativa en el Poder Ejecutivo, salvo en materias determinadas de administración o de emergencia pública, con plazo fijado para su ejercicio y dentro de las bases de la delegación que el Congreso establezca…”. Es decir, el objetivo de este artículo en el proyecto de Ley es que el Congreso de la Nación Argentina delegue en el Poder Ejecutivo, por seis años, la facultad de legislar en materia de litigiosidad previsional.
Rápidamente, cabe preguntarse ¿para qué quiere el Poder Ejecutivo esta facultad de legislar en materia de litigiosidad previsional? La respuesta es simple: para tener “patente de corso dentro del sistema previsional”, lo cual le permitiría:
1. Pagar como le fija la Ley
2. Extender los plazos en las formas de pago
3. Hacer quitas extraordinarias
4. Dejar de pagar en caso que se agoten los fondos necesarios
5. Disponer de activos extraordinarios, donde vender las acciones del FGS configurarían una alternativa prioritaria
6. Dar el FGS en garantía a algún banco o conglomerado de bancos, obteniendo un adelanto de los fondos necesarios para afrontar la obligación de pago de los beneficios abonándoles una “módica comisión” por este “servicio”
7. Derogar temporariamente alguna norma que incomode
Esta lista, obviamente no taxativa, pero, es lo suficientemente ilustrativa para que cualquiera se de cuenta que el destino de los jubilados en su conjunto, y no solo de aquellos que tienen derecho al reajuste, queda en manos de quienes nunca creyeron en el sistema solidario, público y de reparto.
Pero lo mas probable es que “sinceren” el sistema, es decir lo hagan deficitario, ineficiente o como se dice en estos tiempos “no sustentable” para que entonces quede totalmente justificado y “no quede más remedio” que privatizar otra vez el sistema, y de esta manera los bancos salvadores se queden, una vez más, con los fondos de los jubilados.

2.- La litigiosidad
Si bien el Dictamen de la mayoría introdujo diversos cambios al proyecto original, no ha despejado ninguna duda emergente del mismo ni tampoco las relacionadas a la información brindada por el gobierno, a saber:
1. El número de beneficiarios: Se ha debatido hasta el cansancio respecto del número de beneficiarios alcanzados por la reparación histórica, si son 2,5 millones como dice el Director Ejecutivo de ANSES, o si son 1 millón o 700 mil como publicó Pagina 12, con base en un informe de Amado Bodou. Lo que no hay duda es que el número es mucho más acotado que el estimado por ANSES. Sabido es que una simple corrida en los sistemas informáticos de ANSES despejaría cualquier duda, pero hasta la fecha esa acción no se ha formalizado. No se hace porque no es lo mismo una “reivindicación histórica” para 2,5 millones de personas que para un tercio de dicho número, el impacto político y el respaldo popular asociado es distinto.
2. Quita en el monto a percibir por los beneficiarios: En este punto, tampoco el dictamen aportó nada nuevo, mas allá de alguna cosmética de ocasión. Se mantuvieron inalterables los índices propuestos.
3. La forma de pago: En este aspecto tampoco el dictamen aporta novedades, quienes acepten la transacción cobrarán sus acreencias a lo largo de 4 años, 50% en efectivo y el resto en doce cuotas trimestrales.
4. Los que tienen sentencia firme y no acepten la transacción: En este punto el dictamen introduce un cambio trascendente, ya que ordena a ANSES el pago de estos casos en un plazo de 120 días, aunque no queda claro si cobrarán al contado o con la forma de pago que el dictamen prevé para el resto de los beneficiarios.
5. Sentencias que superan el máximo legal: En este punto se mantuvo la redacción original y establece que ANSES hará acuerdos que no vulneren ese tope, pero no aclara que tratamiento tendrán aquellas sentencias que, en autoridad de cosa juzgada, ordenan liquidar sobre dicho tope.
6. Terminación del proceso: El Dictamen en el artículo 6 insiste respecto que, una vez homologado el acuerdo judicial, la transacción tiene efecto de cosa juzgada, “…dándose por concluido el proceso judicial…”. Si bien resulta tedioso explicarlo una vez más, el proceso no culmina con la sentencia sino con el cumplimiento de la sentencia.
Pero, más allá de que la mayoría de las cuestiones arriba descriptas puedan ser opinables lo que interesa en este punto es si la propuesta de dictamen resuelve el problema de fondo, es decir si a partir de la aplicación de la ley ya no habrá litigiosidad en el sistema, al menos que tenga causa en el reajuste del haber y si la propuesta significa un ahorro en términos económico en proporción a la quita que realiza.
Más allá de los aspectos éticos, morales e incluso los jurídicos respecto de lo que significa que el Estado proponga liquidar luego de varios años de litigio una sentencia en autoridad de cosa juzgada con una significativa merma, o asimismo dejando pasar tal situación como una evidente violación a los derechos humanos de los titulares de sentencia, es necesario poner sobre la mesa – desde la mirada de la sociedad en su conjunto – el costo/beneficio que implica aplicar la propuesta del oficialismo. En ese sentido, podría ameritarse el siguiente análisis “lógico” de la aplicación de la ley que nos ocupa:
A Si se formula, a quienes tienen sentencia firme, una oferta transaccional que en términos reales signifique una quita del monto a cobrar y el pago en cuotas de su acreencia en relación a lo determinado por la sentencia – más allá que a primera vista podría parecer absurdo que alguien acepte tal oferta ya que, según el texto del dictamen, la propia ley lo habilita a cobrar tal cual indicó la justicia -, podrían darse dos situaciones:
1. Que un beneficiario se presente y acepte la oferta de ANSES: en este caso es necesario que SU abogado homologue el acuerdo. Aquí pueden ocurrir dos cosas
i. Que el abogado opine que es bueno que el beneficiario acepte la propuesta. En este caso no hay inconveniente, y el juez seguramente homologará el proceso y se podrá efectivizar el acuerdo
ii. Que el abogado opine que es perjudicial que la acepte. En este caso pueden suceder dos cosas:
1. Que el beneficiario opine como SU abogado, entonces no tiene lugar el acuerdo y ANSES deberá hacer lugar al pago conforme la sentencia
2. Que el beneficiario insista en que se homologue el acuerdo. En este caso, se vuelven a abrir otras dos alternativas:
a. Que el juez homologue igual el acuerdo, en este caso se termina el proceso
b. Que el juez no homologue el acuerdo, lo cual implica que ANSES deberá hacer lugar al pago conforme lo explicitado en la sentencia
2. Que un beneficiario no acepte la oferta y reclame la liquidación según lo resuelto por la justicia. En este caso, caben dos opciones:
i. Que ANSES liquide las sentencias según determina la justicia, lo cual implica que:
1. Ninguna persona, razonablemente, optará por aceptar la propuesta de Transacción, por lo que el ahorro en los montos involucrados se limitará a “aquellos que aceptaron”
2. Los que habían aceptado, luego de haber cobrado conforme el Acuerdo, se presenten en la Justicia denunciando que su voluntad estaba viciada toda vez que fueron persuadidos que era la única alternativa de cobrar como se había argumentado por el Estado y sin embargo fueron engañados. Algún juez va aceptar el argumento y el circulo vicioso se retroalimentará
ii. Que ANSES no liquide las sentencias, amparada en la declaración de emergencia
1. Si ANSES no liquida las sentencias de aquellos que no aceptaron el acuerdo, cosa que el dictamen le ordena, demás esta decir que el conflicto se agudizará hasta límites insospechados. Pero lo mas grave será que los jueces tendrán que intervenir y tomar todas las medidas necesarias para que se paguen: astreintes, embargos, detenciones, entre otras. ¿Cuánto tiempo podrá resistirse esa presión? Demorará un poco mas o un poco menos, pero tarde o temprano ANSES tendrá que liquidar las sentencias de aquellos que no acepten el acuerdo.
Como dato adicional, vale aclarar que la mayoría de los abogados previsionalistas firman “convenios de honorarios” de entre el 20 y el 30% del monto del retroactivo de la sentencia, por lo que cabe preguntarse: ¿qué abogado va a aconsejarle a su cliente que acepte la propuesta? El sentido común indica que le pedirá que no acepte y si éste insiste querrá cobrarle los honorarios por el total de la sentencia ya que la disminución del monto es responsabilidad del cliente. En ese caso, del monto de la sentencia el beneficiario deberá asignar un tercio para el pago del impuesto a las Ganancias y más de un tercio para el abogado. Entonces, ¿cuánto le queda al pobre jubilado?
En conclusión: si se aplica la propuesta del gobierno, lejos de resolverse la litigiosidad ésta se verá potenciada, el Estado destinará un enorme esfuerzo humano (para liquidar 380.000 sentencias) y económico (pagar las transacciones) para que finalmente el problema no haya sido resuelto. Lejos de eliminarse la industria del juicio de la que tanto se habla, la misma se potenciará hasta límites insospechados. En definitiva, la litigiosidad seguirá intacta, se destinarán cuantiosas sumas y estas llegarán tarde como siempre a las manos de los beneficiarios. Beneficiarios a los que de forma unánime en el debate dicen querer proteger, pero en la realidad nadie hace. Cualquier parecido con la Ley que privatizó YPF no es mera casualidad…

3.- Pensión Universal para el Adulto Mayor:
Sin duda alguna el cinismo ha primado en la redacción de los puntos correspondientes a la Pensión Universal para el Adulto Mayor tanto del proyecto de Ley como del dictamen de la mayoría. La primer lectura de los mismos permite darse cuenta que no se trata de una pensión en los términos del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) y que no es universal. Se trata de una prestación extraña al sistema previsional, cosa que no debería ser criticada por esa mera cuestión si, lo que se tratase de incorporar fuera una prestación superadora. Sin embargo, lejos de ello, esta “Pensión” representa una intolerable involución del sistema. Hay que recordar que en la Argentina la cobertura se encuentra cercana al cien por ciento de las mujeres mayores de 60 años y los hombres mayores de 65 años, que a pesar de ello el sistema previsional no solo no tiene déficit sino que cuenta con un magnifico y saludable FGS que crece año a año, tornando al sistema en absolutamente sustentable.
Es al menos irracional que con un sistema previsional sustentable se intente correr la edad de retiro de las mujeres en 5 años, se les reconozca como beneficio el 80% del monto de la jubilación mínima y además se imponga la incompatibilidad con la pensión derivada. Solo puede entenderse esa prestación como producto del cinismo y la perversión, desconociendo todo análisis razonable de los recursos del sistema.
Asimismo, su carácter de universal es falso, ya que según la Real Academia Española dicho término significa “Que comprende o es común a todos en su especie, sin excepción de ninguno.” Al ser incompatible y no generar derecho a pensión ya no es para todos. Basta un sencillo ejemplo para dejar clara esta aseveración: un matrimonio vive de la jubilación de uno y la pensión universal para el adulto mayor del otro, cuando el titular de la jubilación fallece quien quede no solo verá disminuido el haber de su cónyuge a un 70% sino que perderá toda su “pensión”.
Pero el paroxismo del cinismo queda cristalizado en el Artículo 16, el cual reza: “El goce de la PENSIÓN UNIVERSAL PARA EL ADULTO MAYOR” es compatible con el desempeño de cualquier actividad en relación de dependencia o por cuenta propia. Los aportes y contribuciones que las leyes nacionales imponen al trabajador y al empleador ingresarán al SISTEMA INTEGRADO PREVISIONAL ARGENTINO (SIPA), y serán computados como tiempo de servicios a los fines de poder, eventualmente, obtener un beneficio previsional de carácter contributivo”. Es decir que no solo se extiende la edad de la mujer para acceder a un beneficio 5 años, se le paga el 80% del haber mínimo, sino que se pretende que siga trabajando. Para que se entienda bien, quien necesita de una pensión de esta características es una persona de muy bajos recursos, que llegó a los 65 años peleándole a la vida y se pretende que para tener un beneficio “contributivo” siga trabajando. Es difícil imaginar mayor perversidad. Duele solo imaginarlo..!
En nada mejora esta situación la prórroga de la “Moratoria” por tres años y solo para las mujeres, discriminatoria en el caso de los hombres y no hace mas que representar una nueva muestra de cinismo y de perversidad.
Un párrafo aparte merece el monto del haber propuesto: 80% del mínimo. La sabiduría de la Real Academia Española que dice que mínimo es “Tan pequeño en su especie, que no lo hay menor o igual” hace que huelguen las palabras. Pero la imaginación de un cínico, supera a la realidad: por Ley se establecerá el 80% de algo tan pequeño en su especie, que no hay menor o igual. La especie son los argentinos que más necesitan…!Principio del formulario
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viernes, 10 de junio de 2016

Para que nunca más digas que no sabías. Y que tampoco nadie te lo diga a vos.


Hoy el post lo hace Cristina que nos cuenta acerca del bodrio legislativo que presentó Macri como proyecto de ley ampulosamente denominado de  “Reparación Histórica para jubilados y pensionados” y sus implicancias y consecuencias.

Cristina Fernandez de Kirchner·jueves, 9 de junio de 2016

Hace unos días recibí correo de Emmanuel Álvarez Agis, alertándome acerca de las implicancias y sobre todo de las consecuencias del proyecto de ley auto-denominado “Programa nacional de reparación histórica para jubilados y pensionados” que el PEN enviara al Parlamento.

El mail no hizo más que confirmar mis peores temores. Estamos ante un verdadero Caballo de Troya. Pero adentro no vienen ni Aquiles ni Ulises. Por el contrario, este auténtico presente griego trae: el “huevo de la serpiente” para la destrucción del Sistema Previsional Argentino (SIPA), la inequidad tributaria al eliminar impuestos progresivos (bienes personales y renta financiera) para los que más tienen, la ilegalidad al excluir del blanqueo a los familiares de los funcionarios políticos (que son Personas Expuestas Políticamente-PEP de acuerdo a la legislación Nacional y Global, la opacidad de excluir también a los otros poderes del Estado, (Jueces y Legisladores) tanto a nivel Nacional como Provincial y Municipal, la inconstitucionalidad de la mordaza impuesta a terceros o periodistas, que piensen en desatar los nudos de los Panamá Papers.

Y por si todo lo anterior fuera poco, la burla de establecer una quita de entre el 30 % y el 60 % para los jubilados que tienen juicio contra la ANSES.

Emmanuel en su correo lo compara: “es algo así como la quita que nosotros le hicimos a los buitres, pero en este caso, increíblemente, Cambiemos se lo aplica a los jubilados” (sic). Cambiemos, claro, es el actual Gobierno. Eso lo digo yo.

Debo confesar que, como ex legisladora, y ante una rápida lectura del proyecto, lo que más llamó mi atención fue la mezcolanza de temas: blanqueo, jubilados, juicios, cambios de índices de actualización y edades del SIPA, venta de acciones del FGS, derogación de impuestos progresivos, acuerdos fiscales con las provincias, etc.

Un auténtico bodrio legislativo. Por método y por contenido. Poco común. Tal vez solo comparable, en mi experiencia como legisladora (1989-2007), con el famoso proyecto de “super-poderes” para Cavallo, que nos enviara el Gobierno de la Alianza durante el año 2000. Cualquier coincidencia con la actualidad no es mera casualidad, sino absoluta causalidad.

A poco de empezar a leer el correo de Emmanuel, dos imágenes surgieron ante mi con mucha nitidez:

· Una, entre política y personal, anida en un pasado no tan lejano: el proyecto de privatización de YPF enviado al Parlamento con la excusa de pagarle a los jubilados, y el recuerdo de María, mi suegra, feliz cuando cobró la actualización de la pensión de Néstor, su esposo fallecido. Y también la de mi mamá cuando cobro la pensión de mi papá. La alegría les duró muy poco.

Después de eso, ningún Gobierno les aumentó nada. Es más, cuando llegó el Gobierno de la Alianza, que también venía a cambiar todo (aunque no eran tan alegres) les descontó el 13 % a todos los jubilados y pensionados. Muchos de los funcionarios del actual Gobierno formaban parte de aquel elenco.

El descuento del 13 % fue devuelto (una reparación verdadera) por nuestro Gobierno, no solo a los jubilados sino a todos los empleados públicos.

· La otra imagen es la mía y la del empresario ítalo-argentino Paolo Rocca, titular del Grupo Techint, reunidos en Olivos, durante mi segunda Presidencia. El señor Rocca, como en otras oportunidades, había solicitado verme. Y como en tantas otras lo recibí, en esa oportunidad en la Quinta Presidencial. El motivo de su visita, uno solo: quería recomprar el 26 % de las acciones de SIDERAR, una de las empresas del Grupo, que son propiedad del FGS de la ANSES. La suma que ofrecía era de 600 millones de dólares.

Estábamos él y yo solos en Jefatura de Gabinete, lo recuerdo muy bien. Una digresión, si se me permite: es muy curioso que reuniones que tuvieron lugar en Olivos con gente que sí conozco, nunca merecieran una sola letra de molde. En cambio, se difunden decenas de publicaciones orales, escritas y televisivas sobre reuniones que nunca tuve con gente que ni siquiera conozco. Delicias del “periodismo de investigación” vernáculo.

¿Que cuál fue el resultado de la reunión? A los hechos me remito: las acciones de SIDERAR siguen formando parte del FGS.

Siempre he sostenido, en privado y en público, que mientras fuera Presidenta no se iba a vender una sola acción que formara parte del FGS. No sólo por considerarlo vital para la sustentabilidad del sistema jubilatorio, sino también para la actividad macroeconómica del país.

Los resultados de los balances de las empresas privadas que integran el FGS demuestran que tenia razón. Pero no quiero apartarme de la cuestión central: el excelente informe de Emmanuel Álvarez Agis.

De imperdible, y casi obligatoria lectura, para todos: trabajadores, jubilados, profesionales, estudiantes, amas de casa, comerciantes, empresarios, científicos y por qué no dirigentes políticos. Les permitirá comprender la magnitud de lo que se está discutiendo en el Congreso y sus consecuencias, no solo en el ya y ahora, sino también en el devenir inmediato.

No es una actitud autoritaria, es simplemente para evitar “futuros” sorprendidos, engañados, decepcionados o enojados, que con los del presente ya sobran.

Finalmente, Emmanuel sostiene, con convicción, que nuestro proyecto no puede contribuir a la quiebra del sistema previsional, eliminar impuestos a los que más tienen y mucho menos ser cómplice de la impunidad de los Panamá Papers o las 4.040 cuentas del HSBC. Tiene razón Emmanuel. Pero quiero decirle, como les dije en el mes de abril de este año a los legisladores y legisladoras nacionales (que llegaron a sus bancas en las boletas del Frente para la Victoria), que no voy a decirle a ninguno de ellos, ni tampoco de ellas, cómo tienen que votar. Son todos mayores de edad. Y algunos y algunas, legisladores desde los años 90, cuando quien suscribe votaba en soledad casi absoluta en los entonces bloques oficialistas.

Sé que a algunos las presiones de todo tipo, aún las de dudosa legalidad, les resultan insoportables. Creen, sinceramente, que su futuro político se juega en el resultado de una votación. O en el recinto del Parlamento. O ante las cámaras de televisión. O en las páginas de los diarios. O que depende de algún juez de turno.

Podría contarles que las cosas no son siempre así. Que podés votar sola y hasta ser expulsada de tu bloque (como me pasó en 1997 cuando era Senadora nacional, algún legislador actual se debe acordar) y ser, no sólo la primera mujer Presidenta de la Nación, sino además ser reelecta por la mayor cantidad de votos de la historia, a excepción, por supuesto, (y como corresponde) de Juan Domingo Perón.

Para otros que votaron cualquier cosa durante los años 90 o los del Gobierno de la Alianza y después formaron parte de nuestros Gobiernos, y siguen creyendo que se puede volver a votar cualquier cosa ahora también, deberían comprender que lo que venga después nunca va ser igual.

La interpelación que, desde la convicción y la razón, formula Emmanuel Álvarez Agis, 35 años, Vice-Ministro de Economía durante mi segunda Presidencia, la llevarán adelante muchos más de los que pueden entrar en el recinto de un Parlamento, y que además nunca se sentaron ni se sentarán jamás en una de sus bancas.

P.D.: el hecho de que Emmanuel se dirija a mí como Presidenta es costumbre. Toda mi vida me dirigí al Dr. Alfonsín como Presidente, aún cuando ambos éramos Senadores. La presente aclaración tiene por objeto ahorrar comentarios mediocres en épocas donde abundan. Gracias.

Cristina

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Lo que sigue es la carta enviada por Emmanuel Álvarez Agis a la Señora Presidenta - Mandato cumplido - Cristina Fernandez de Kirchner

Buenos Aires, 7 de junio de 2016

Estimada Presidenta, Espero que este correo la encuentre bien. Le escribo estas líneas porque estamos ante un momento bisagra en la historia de nuestro Sistema Previsional. Mi intención es que ud pueda contar con algunos argumentos que considero de suma importancia, para analizar y tomar posición sobre el proyecto de ley que recientemente ha remitido el Poder Ejecutivo al Parlamento, bajo el titulo de ficción “Reparación Histórica para jubilados y pensionados”. Más que “Reparación Histórica” creo que de apoyar tal iniciativa estaremos cometiendo un “Error Previsional Histórico”. Trataré de explicarme de la manera más clara posible. Apelo a su paciencia, puesto que el proyecto es realmente enorme y toca más tópicos que el tango “Cambalache”.

En primer lugar y antes que nada Presidenta, lo que resulta increíble es que se hable de reparación histórica. Si hay un proyecto que ha reparado la situación previsional en nuestro país es el iniciado el 25 de Mayo del 2003, cuando Argentina tenía poco más de 3 millones de jubilados y la jubilación mínima era de $200. Hoy tenemos casi 6 millones y medio de jubilados.

La tasa de cobertura llega prácticamente al 100% y casi la mitad de esos jubilados cuentan hoy con un haber debido a las sucesivas moratorias previsionales implementadas entre 2003 y 2015.

Algunas veces se escuchan voces “indignadas” porque más de la mitad de los jubilados cobran la mínima. Tal vez su sincera “indignación” no les permite recordar que antes del 2003 la mitad de esos abuelos en edad de jubilarse no lo podían hacer. Aunque sea de Perogrullo: para mejorar el nivel de los haberes jubilatorios es necesario que primero los jubilados tengan un haber. Casi una obviedad. Pero como ud siempre dijo, en la Argentina hasta lo obvio es necesario decirlo.

Tampoco tal vez recuerdan los aumentos continuos decretados desde el año 2003 para todos los jubilados, luego de que en nuestro país se llegó a establecer por decreto el congelamiento de los haberes jubilatorios, congelamiento que duro años.

Pudimos llegar a la ley de movilidad jubilatoria con dos inéditos aumentos anuales para todos los jubilados y pensionados luego de haber reemplazado las AFJP para volver al sistema de reparto público y solidario. Ese es el sistema que nos permitió alcanzar no solo la cobertura previsional universal, sino también el mayor haber jubilatorio del continente.

Cabe recordar que muchas de estas medidas hubieran sido imposibles sin la Ley que permitió recuperar la administración de los recursos de los trabajadores en mano de las AFJP. Ley que fue sancionada, no nos olvidemos, sin el apoyo de la mayoría casi absoluta del arco opositor parlamentario, incluido el actual Gobierno.

Pero lo que más sorprende es que hoy se vuelva a la carga con estas promesas demagógicas. Recordemos que no hace mucho en Argentina se privatizaba YPF con la excusa de pagarle a los jubilados. El resultado de ese modelo fue que nos quedamos sin petróleo, sin jubilados y en fin, sin país Presidenta, el proyecto enviado por el Gobierno es, en realidad, una reforma tributaria encubierta y un manto de impunidad al escándalo global de los Panama-Papers.

Increíblemente, es la primera vez que al Parlamento ingresa un proyecto de reforma tributaria de carácter regresivo. Es decir, lo que está haciendo el Gobierno es usar a los jubilados y a las provincias de cortina de humo para hacer que los ricos dejen de pagar impuestos. Lisa y llanamente.

· El proyecto deroga el impuesto a los bienes personales, probablemente uno de los impuestos más progresivos que existen.

· Deroga el impuesto a la renta financiera (estrictamente, a la distribución de dividendos) que nosotros implementamos en 2013.

· No solo busca vender las acciones del Fondo de Garantía de Sustentabilidad, sino que además permite que se use ese dinero para hacer inversiones en el exterior. En criollo: a la fuga de capitales de los privados, le vamos a sumar la fuga de capitales de la ANSES; cualquier parecido con las AFJP, no es mera coincidencia.

· Y, por último, realiza un blanqueo de capitales que permite que los que blanqueen “exterioricen”, es decir, que no ingresen sus fondos al país, sino que simplemente declaren que los tienen en Panamá y que los van a seguir teniendo fuera del país.

Hay que reconocer que Cambiemos ha tenido un comportamiento perverso al presentar esto como una “reparación histórica” a nuestros jubilados. Pero Presidenta, esto no es ninguna reparación histórica. Esto es el primer paso para llevar a nuestro Sistema Previsional a la quiebra. Es el primer paso para vivir en un país más desigual, donde los ricos paguen menos impuestos y nuestros abuelos cobren haberes previsionales más bajos.

Entiendo perfectamente que en tiempos de Twitter, donde parece que los debates políticos tienen que durar 140 caracteres, decir esto puede significar ganarse la antipatía de las mayorías. Sin embargo fue ud quién en ocasión de esa batalla histórica que encabezó contra los fondos buitres, demostró que la mezquindad y la especulación mediática y política no son nunca buenas consejeras de los proyectos que buscan favorecer a las grandes mayorías. Y sé que ud, al igual que Néstor, no dejó sus convicciones en la puerta de la Casa Rosada. No las dejó cuando entró y tampoco las dejó cuando se fue.

Claramente manifestarse criticamente sobre algo que se presenta como una presunta “reparación histórica a nuestros abuelos” no tiene muy buena prensa (sobre todo en tiempos de impunidad mediatica, como la que goza el actual gobierno). Pero si hay algo que nuestro Gobierno no tuvo fue justamente buena prensa: siempre tuvimos más votos que rating. Y estoy seguro que tenemos que seguir por ese camino, no por el de las frases hechas que apuntan a “seguir haciendo bien las cosas que están bien y dejar de hacer las cosas que están mal”, verdadero tips de los “focus groops” y los asesores de imagen.

¿Por qué digo que este proyecto no es ninguna “reparacion historica” para nuestros jubilados, si no por el contrario , la destruccion del sistema previsional? Por dos razones: una que atañe a la cuestión Distributiva y otra que hace a la Sustentabilidad de nuestro Sistema Previsional.

La Razón de Carácter Distributivo

Presidenta, paradójicamente, nuevamente es el Poder Judicial, y no los papeles firmados por nuestro país, el que determina el tamaño de una deuda. Pero ahora no es un Juez de Nueva York, sino la corte local la que determina cuánto hay que pagarle a los jubilados. Y creo que esto lo hemos discutido alguna vez con ud y ha sido un tema que quedó abierto. Es que nunca nos pudimos poner de acuerdo sobre qué es peor: si un economista opinando sobre leyes o un abogado opinando sobre economía. Hoy lo que nos toca es hablar de esto último. ¿Qué dijo la Corte? Antes de ingresar a la función pública en el año 2011 con un grupo de investigadores del CONICET hicimos un estudio sobre los fallos Badaro-Ellif-Sanchez, que son los fallos que dan lugar a los reclamos de los jubilados. El estudio analizaba cómo se modificaban los parámetros distributivos del Sistema Previsional Argentino como resultado de la aplicación de esta nueva jurisprudencia en materia previsional. Cosas de economistas.

Hoy me parece más interesante resumir las conclusiones de ese estudio con el propio caso Badaro ¿Sabe ud cuánto terminó cobrando Badaro de jubilación gracias a los fallos de la Corte? El haber jubilatorio de Badaro en 2011 ascendía a los $55.000 por mes. De seguir con vida ¿sabe ud a cuánto asciende hoy la jubilación de Badaro? A más de $120.000 por mes. Creo que ud comprenderá que me den muchas ganas de tener un abuelo como ese.

Pero eso no es lo más grave. No, en serio. No es lo más grave. Lo más grave es que dolarizando e indexando las jubilaciones, que es lo que hacen los fallos, lo que el Poder Judicial buscaba era que el haber jubilatorio “sustituyera” el sueldo del trabajador. Esto no es solo un importante error conceptual, puesto que en un sistema solidario como el nuestro las jubilaciones no tienen nada que ver con la trayectoria laboral del jubilado. En un sistema solidario, los trabajadores de hoy le pagan la jubilación a los abuelos de hoy. Lo que cada trabajador aporta no va a una “canchito” que luego cuando le toque jubilarse va a poder romper. Eso eran las AFJPs, el sistema de capitalización, que rompieron el “chanchito” junto con la dignidad de nuestros abuelos y del Sistema Previsional. Decía que esto no es solo un error conceptual, sino que es un “error” de cálculo

¿Sabe ud cuánto fue el sueldo del trabajador que reemplazó a Badaro en su función activa cuando Badaro se jubiló? $9.500. Es decir, mientras que Badaro cobraba en el año 2010 una jubilación de $55.000, el trabajador que ocupó el puesto de trabajo del que Badaro se jubiló tenía un sueldo de $9.500. El Poder Judicial en lugar de asegurar el famoso 82% móvil hizo que con estos fallos estemos pagando jubilaciones que son el “579% móvil”.

Esa es la primera razón por la cual no estoy de acuerdo con el proyecto del Gobierno para reformar el Sistema Previsional: no es una “reparación”; es una destrucción ¿Quiere decir eso que las jubilaciones hoy son altas, que los jubilados son ricos, que no tienen que recibir aumentos? No, en lo absoluto. Pero acá viene la segunda razón: la Sustentabilidad del Sistema Previsional.

La Razón que Hace a la Sustentabilidad del Sistema

Lo que más me sorprende de todo este proyecto es el cinismo de atar ese pago a un “blanqueo” de capitales y a una reducción de impuestos a los más ricos ¿Por qué? Porque si hoy nuestros jubilados tienen un haber que no les permite muchas veces llegar a fin de mes, eso es el resultado de las cuentas en Panamá.

Cada vez que un argentino decide radicar una cuenta off-shore en un paraiso fiscal, lo que hace es dejar de pagar impuestos en nuestro país. En criollo: evade impuestos. Es mentira que las cuentas off- shore son fondos propios, es plata que le roban a todos los argentinos, sean jubilados o no. Cada vez que una gran empresa negrea su facturación, ocurre lo mismo. Y cada vez que un banco fuga divisas, también. Esos impuestos son los que permitirían que el Estado pagara jubilaciones más altas sin que la economía volcara. Si queremos jubilaciones como las de Dinamarca, necesitamos contribuyentes como los de Dinamarca.

Y esto no es un problema “cultural”; es un problema político. No es que los contribuyentes dinamarqueses sean más honestos que los contribuyentes argentinos. La diferencia es que en Dinamarca hay un Estado presente que controla, regula y sanciona a los evasores y fugadores.

Para que quede claro: lo que el proyecto de ley enviado por el Gobierno propone es: aumentarle las jubilaciones solo al 30% de los jubilados. Pero no a cualquier jubilado, si no al 30% que mas gana. Esto es el equivalente a 4 puntos porcentuales más del PIB, es decir, casi $200.000 millones más por año. Creo que acá tenemos que dejar toda la demagogia de lado, las especulaciones políticas, lo que “queda bien decir”. Presidenta, el discurso aguanta cualquier cosa, la economia no. En concreto: nuestro Sistema Previsional no soporta ese nivel de jubilaciones. Y me consta que ud Presidenta sabe perfectamente que esto es así. Por eso apelo a lo que yo creo es la principal característica que debe tener nuestro proyecto: la coherencia. Hace nada más que 2 años, ud firmó junto con el ex titular de la ANSES un documento cuyo título resulta de absoluta vigencia: “Inclusión o Privilegios”.

En ese documento, cuya versión completa puede ud consultar en el siguiente link: http://www.anses.gob.ar/archivos/publicacion/9a287bc3cd90e05ce04a99634b23c595111e5e42.pdf se señalan algunas cuestiones que me parece importante recodar para el actual debate: “En el esquema actual, las funciones que cumple el FGS van más allá de atenuar el impacto financiero que pudiera tener una evolución negativa de las variables sociales y económicas vinculadas al Sistema Previsional: el FGS está estratégicamente concebido para constituir un fondo de reserva de largo plazo para preservar el valor de las prestaciones previsionales y permitir una adecuada inversión de los recursos en beneficio del mantenimiento del Sistema de Seguridad Social y el mejoramiento de la economía del país” Lo central de este párrafo es lo que apunta al “mantenimiento del Sistema de Seguridad Social”.

El FGS no solo tiene que garantizar jubilaciones en momentos de crisis, sino que fundamentalmente tiene que garantizar un crecimiento económico que permita sostener la totalidad del Sistema de Seguridad Social. La Seguridad Social no son solo los jubilados. Son los niños y niñas de la Asignación Universal por Hijo y por Embarazo, es el Conectar-Igualdad, los jóvenes del PROGRESAR, etc. ¿Quién dice que un jubilado “vale más” que un niño? Lo dice el actual Gobierno, con este proyecto. Más adelante en el mismo documento ud señalaba que las decisiones del Poder Judicial “afectan la sustentabilidad social y financiera del Sistema Integrado Previsional Argentino y genera situaciones de desigualdad entre los jubilados actuales que ponen en crisis la sostenibilidad del Sistema Previsional para los jubilados futuros”. Estas consideraciones son absolutamente válidas en la actualidad. Cumplir con los fallos del Poder Judicial, que dan lugar a jubilaciones que en muchos casos superan, con holgura, al sueldo del Presidente de la Nación, va a terminar en la quiebra de nuestro Sistema Previsional. Ese será el verdadero “plan bomba” y la “pesada herencia” que deberá enfrentar quién le toque conducir los destinos de la Nación en el próximo mandato presidencial.

Porque subir la inversión previsional al 30% de los jubilados que más cobran, elevar la edad jubilatoria de las mujeres y reducir en un 20% la jubilación mínima, derogar el impuesto a los bienes personales y al reparto de dividendos y promover un blanqueo de capitales que no obliga a los evasores a ingresar su dinero al país, es el sueño de aquellos que contribuyeron a destruir nuestro Sistema Previsional en un pasado no tan lejano.

Presidenta, escribo estas líneas, aún a riesgo de que ud, que tiene muy buena memoria, tenga este tema absolutamente claro. Porque este debate ya tuvo lugar en nuestro país. Fue durante el estallido de la Convertibilidad.

Ese sistema que les hizo creer a los argentinos que nuestra moneda era tan pero tan fuerte que garantizaba que si los trabajadores ahorraban en el “chanchito” de las AFJPs, entonces en el futuro iban a poder gozar de una jubilación como las que todos añoraban: una jubilación de privilegio. Al respecto, vale citar algunos argumentos que se escucharon por ese entonces, en ocasión de discutir la Ley 25.668 que puso fin a las jubilaciones de privilegio, en el Senado de la Nación: “Cuánta hipocresía y doble moral hay en la República Argentina. De repente, los que impulsaban los regímenes de derogación de jubilaciones de privilegio dicen “Pero, miren bien, porque hay algunos a los que hay que respetarles los derechos y garantías” ¡Por favor! ¡Cuánta hipocresía, señor Presidente!”.

Que quede claro Presidenta que con este proyecto vuelven no solo las jubilaciones de privilegio, sino que también estamos creando los “contribuyentes de privilegio”: aquellos que evadieron y fugaron van a poder dejar su dinero en el exterior y no van a pagar más impuestos.

En ese mismo debate, también se escuchó en el Senado de la Nación que: “No es cierto que se trate de litisconsorcio, de formas, de abogados. Es verdad que los abogados hacen pingües negocios; pero los jueces también son abogados y también hacen negocios”. No hace falta citar a la Senadora que esgrimió estos argumentos, puesto que tengo claro que Ud. recuerda siempre muy bien sus propias palabras. Esto viene a colación de otro punto que me interesa señalar, que es el de la litigiosidad.

Los fallos que dan lugar a estos haberes previsionales no fueron ajenos a la controversia y al escándalo. Además de los abultados negocios que generaron a algunos estudios jurídicos a los cuales se les descubrió conexiones son algunos de los autores de estos fallos, la propia Corte Suprema en el año 2014 revocó 34 cautelares que aplicaban estos fallos. ¿La razón? El alto tribunal considero “no satisface el criterio de excepcionalidad y mesura, en particular porque una abrumadora mayoría de los temas que se discuten en el fuero de la seguridad social son de naturaleza alimentaria y muchos de los litigantes son de avanzada edad”. En ese momento, la Corte se encargó de aclarar que las 34 cautelares suspendidas eran de “jubilaciones altas” y que, por tanto, el criterio aplicado no era considerado justo. O sea, no se trataba de jubilados que no podían llegar a fin de mes, sino que estábamos hablando de jubilaciones de valores exorbitantes.

Este fallo de la Corte fue firmado por los jueces Elena Highton de Nolasco, Enrique Petracchi, Raúl Zaffaroni y Carlos Fayt, mientras que Ricardo Lorenzetti y Juan Carlos Maqueda no lo firmaron. Pero no me quiero extender en esto, puesto que si no sería un economista hablando de leyes. Lo que sí quiero señalar es que esta jurisprudencia existe al día de la fecha. Por lo tanto, si la ley fuera aprobada, no es cierto que esto vaya a terminar con la litigiosidad previsional.

El Gobierno actual está simplemente ofreciendo un acuerdo voluntario que implica una quita para el jubilado de entre el 30% al 60% del haber que surge de estos fallos. Es algo así como la quita que nosotros le hicimos a los buitres, pero en este caso, increíblemente, Cambiemos se la aplica a los jubilados.

Por lo tanto, lo más probable es que los estudios jurídicos que llevan adelante estos litigios les recomienden a sus clientes que continúen con el juicio, puesto que si se sigue aplicando la misma jurisprudencia su haber jubilatorio podría ser del más del doble de lo que ofrece esta pretendida “reparación histórica”.

El Blanqueo

Al parecer, todos los que fuimos partes del gobierno anterior no podríamos estar en contra de un blanqueo. Eso es, directamente, una ridiculez. Presidenta, voy a hacer algo que es muy demandado, pero poco practicado en estos momentos: autocrítica. Nuestro blanqueo no obtuvo los resultados que habíamos previsto. Y eso fue por falta de pericia de los funcionarios que lo diseñamos. Claramente, nosotros no éramos ni somos especialistas en blanquear, porque no éramos ni somos especialistas en negrear. Para saber cómo volver a traer dinero negro al país, hay que primero entender cómo sacarlo. Para esto el actual Gobierno tiene “el mejor equipo de los últimos 50 años”, así que es muy probable que el blanqueo actual sea mucho más “exitoso” que el nuestro. Claro que esto depende de a qué se llame “éxito”. Me explico.

El proyecto actual de blanqueo no solo permite que los familiares de los funcionarios públicos (actuales y pasados) blanqueen, sino que además pone una mordaza a cualquier periodista que piense en desatar los “Argentina-Papers”. Si esta ley se aprueba, será la garantía de impunidad de aquella parte de nuestra clase política que evadió al fisco. Esto es, directamente, inaceptable. Pero, además, hay aspectos que son aún más preocupantes.

Nuevamente: este blanqueo no obliga a ingresar el dinero al país. Ergo, su efecto sobre la economía va a ser muy bajo. Si el Gobierno quiere la famosa “lluvia de dólares”, deberían dejar de escupir para arriba: nadie en su sano juicio va a ingresar dólares a la economía argentina en un contexto de recesión, inflación que se acelera, altas tasas de interés y despidos masivos.

Si hoy sobran los dólares, es sencillamente porque faltan los pesos. Lo complejo era resolver la escasez de dólares sin sacarle los pesos del bolsillo a la gente. Haciendo esto último, resulta muy fácil desarmar falsos cepos.

Por último, el Gobierno argumenta que este blanqueo va a ser exitoso porque después de 2016 se terminan las Guaridas Fiscales en el mundo. Esto es sencillamente falso. En primer lugar, si en el mundo dejaran de existir las Guaridas Fiscales, entonces estaríamos terminando con el capitalismo. La situación actual no parece indicar que fuéramos a tener una revolución de esa magnitud.

Pero, para peor, ni EEUU ni Suiza van a participar de los intercambios de información. Esto quiere decir que esos dos países van a ser las dos únicas Guaridas Fiscales que van a persistir y que, por ende, van a concentrar la totalidad de los fondos negros del mundo.

Por último, se encuentra el tema de los intercambios de información entre jurisdicciones cooperantes. En castellano: cuando nosotros desde el Gobierno hicimos un intercambio de información para descubrir cuentas de argentinos en el exterior, nos dijeron que no había ninguna. No fue sino hasta la aparición de Falciani que pudimos saber de las 4.040 cuentas de argentinos en el exterior (instrumentadas a través del banco HSBC), cosa que nuestro intercambio de información había negado.

Por todo lo anterior Presidenta, creo que nuestro proyecto se tiene que manifestar absolutamente en contra de todo este paquete legislativo que busca, mediante la demagogia y los golpes bajos, quebrar el Sistema de Seguridad Social de nuestro país y perdonar eternamente los impuestos que pagan los sectores más privilegiados.

De lo contrario, cuando en el futuro tengamos que discutir en el Parlamento sobre cómo saneamos nuestro Sistema de Seguridad Social, cargaremos sobre nuestras espaldas con la responsabilidad de haber contribuido a su quiebra. Y por si todo ello fuera poco, con haber votado la impunidad de los escándalos del Panama-Papers y de las 4040 cuentas del HSBC.

Seria un triste y solitario final para quienes a partir del 25 de Mayo del 2003 representaron en el Congreso Argentino a un Proyecto Político y de país que se hizo cargo de Argentina “sin beneficio de inventario”, como le gusta decir a ud.

Con del default mas grande de la historia mundial y una deuda externa que representaba el 150% de nuestro PBI. Con la deuda interna de una desocupacion de dos digitos. Abuelos sin cobertura previsional y los que la tenian, con jubilaciones y pensiones de hambre en su inmensa y absoluta mayoria. Con compatriotas que hacian colas en las embajadas para irse del pais Con la impunidad, consagrada por leyes del parlamento, de los responsables de los mayores delitos de lesa humanid de nuestra historia.

Podría seguir enumerando calamidades, pero no quiero distraer su tiempo con cosas que usted conoce mejor que yo por la responsabilidad institucional que le toco desempeñar no solo como Presidenta sino, también como Legisladora Nacional.

Le mando un enorme abrazo, con el afecto, el respeto y la admiración de siempre. Emmanuel Álvarez Agis.

Abuelas de la Plaza