domingo, 20 de enero de 2008

Guitarra Negra

El 17 de enero se cumplieron 19 años de la desasaparición física de Don Alfredo Zitarrosa.
Este autor y cantor Uruguayo acompañó buena parte de mi vida durante aquellos años de plomo.
Desde aquella época amé su canción y su decir, pero recién comprendí verdaderamente su arte cuando una vez, hace poco subí a un taxi en Montevideo y allí me encontré con Alfredo, ya muerto pero eternamente vivo en el espacio entre dos FM, una Pop y otra Rockera que el tachero yorugua le reconocía como propio.


Guitarra Negra
Letra y Música: Alfredo Zitarrosa

Cómo haré para tomarte en mis adentros, guitarra...

Cómo haré para que sientas mi torpe amor, mis ganas de sonarte entera y mía. . . Cómo se toca tu carne de aire, tu oloroso tacto, tu corazón sin hambre, tu silencio en el puente, tu cuerda quinta, tu bordón macho y oscuro, tus parientes cantores, tus tres almas, conversadoras como niñas...

Cómo se puede amarte sin dolor, sin apuro, sin testigos, sin manos que te ofendan... Cómo traspasarte mis hombres y mujeres bien queridos, guitarra; mis amores ajenos, mi certeza de amarte como pocos...

Cómo entregarte todos esos nombres y esa sangre, sin inundar tu corazón de sombras, de temblores y muerte, de ceniza, de soledad y rabia, de silencio, de lágrimas idiotas...

Hoy anduvo la muerte buscando entre mis libros alguna cosa... Hoy por la tarde anduvo, entre papeles, averiguando cómo he sido, cómo ha sido mi vida, cuánto tiempo perdí, cómo escribía cuando había verduleros que venían de las quintas, cuando tenía dos novias, un lindo jopo, dos pares de zapatos, cuando no había televisión, ese mundo a los pies, violento, imbécil, abrumador, esa novela canallesca escrita por un loco... Hoy anduvo la muerte entre mis libros buscando mi pasado, buscando los veranos del 40, los muchachitos bajo la manguera, las siestas clandestinas, los plátanos del barrio, asesinados, tallados en el alma... Hoy anduvo la muerte revisando mi abono del tranvía mis amigos, sus nombres, las noches de café Montevideo, las encomiendas por la Onda con olor a estofado, revisando a mi padre, su Berreta, su Baldomir, revisando a mi madre, su hemiplejia, al Uruguay batllista, a Arístides querido, a mis anarcos queridos bajo bandera, bajo mortaja, bajo vinos y versos interminables...

1 comentario:

Hannah dijo...

Gracias por brindarme la oportunidad de conocer a Zitarrosa, cantautor que no conocía. Te felicito por la labor emprendida en este Blog, denuncia constante de aquellos tiempos del horror, y trabajo continuado de búsqueda de la verdad.
Un abrazo entrañable.
Hannah

Abuelas de la Plaza