lunes, 26 de octubre de 2015

Ajá, conque el pueblo tiene el poder.

Mañana de lunes.
Ayer fueron las elecciones presidenciales. Mis malos presentimientos hicieron que me fuera a dormir bastante antes de que los resultados se hicieran irreversibles. Cuando Scioli hizo su discurso de campaña para la segunda vuelta y el candidato de la reacción conservadora ensayaba su patético bailecito de festejo decidí que era hora de dar por terminado el domingo.
Ahora son las seis de la mañana, acabo de despertar. Miro a los ojos a mi hija mas chiquita que hoy cumple siete meses de vida. Ella, tal vez no entienda pero seguro percibe mi tristeza y mi preocupación, se nota en su mirada que refleja mi gesto. Escucho las palabras de mi compañera que ansiosa esperaba mi despertar para compartir su estupor y su angustia. Leo los mensajes de mis hijos mayores, expresan asombro, incredulidad, bronca y desazón. Me recuerdan a la tira de Mafalda el día del golpe de Onganía contra Illia. Es que algo similar esta ocurriendo, la derecha oligárquica y proimperialista asaltando el poder político del estado.

Ya llegará el tiempo para los análisis sesudos y para las “autocríticas”, los “reordenamientos” y las “resistencias” y todas esas cuestiones de las estrategias y tácticas de la política. Todo ocurrió recién ayer, aún es pronto para conclusiones mas profundas, pero creo que algunos aún no repararan en la gravedad de lo que ocurrió.

Escucho acerca de traiciones, de “fuego amigo”, leo críticas sobre malas decisiones estratégicas, de candidatos incorrectos, de errores tácticos … que Scioli sí, que Aníbal no, que Randazzo ni … si, si, puede ser. Claro que sí, pero eso viene después de hacernos cargo de la realidad. Ya habrá por allí alguno que mencione que el voto no siempre es consciente o que se queje de quienes no se dan cuenta de que estan votando contra sus propios intereses. Y hasta nos encontraremos en el bando de los buenos progresistas con iluminados vanguardistas que desprecien la calidad de quienes emiten el voto cooptados y atraídos por prebendas y beneficios.

Lo notable que diferencia esta vez de otras es que ayer no hizo falta que se produzca una batalla decimonónica con cientos de gauchos degollados por defender un color y un proyecto político, tampoco hicieron falta masacres de obreros anarquistas en huelga en las calles de Buenos Aires. Esta vez no se requirieron cobardes y arteros bombardeos a civiles indefensos en Plaza de Mayo ni fusilamientos clandestinos en basurales conurbanos. Menos hizo falta instalar el terrorismo de estado para desaparecer, torturar, violar y asesinar a mansalva a decenas de miles y mucho menos fue necesario provocar una guerra criminal. Por suerte claro.

Esta vez, otra vez, es el famoso “el pueblo” - categoría sumamente vaga e incierta que hoy también se ha dado a conocer como “la gente” - es ese “el pueblo” , decía, construido como infalible en virtud de ser el depositario último de la soberanía en el ideario del pensamiento eurocéntrico racionalista credor y sostenedor del imperialismo planetario, el que, sin derramamientos de sangre y de manera civilizada y mansa, en perfectísimas elecciones burguesas libres, entrega el poder del estado a la oligarquía y a los delegados imperiales. Del porque esto es así se hablarán horas y se escribiran kilómetros.

Es que ayer, una gran mayoría de ciudadanos argentinos, conscientes o no, decidieron votar a favor de las opciones que propuso lo que clásicamente se ha estado denominando “la derecha institucional” y que yo prefiero definir como la “reacción oligárquico - conservadora y proimperialista” para que quede mas claro el concepto. Doce años de gobiernos de “izquierda populista” como definió The Guardian a los de NK y CFK no alcanzaron o no sirvieron para instalar el concepto de necesidad de cambio social. El proyecto no tuvo hijos, o mejor dicho tuvo hijos que no supieron construir para consolidar lo ganado y avanzar por mas.

Mi otra hija habla de la necesidad de militar … mas? Me pregunto si el problema es que realmente no hubo suficiente militancia o si lo que hubo fue una militancia poco efectiva y trascendente con verdadero impacto movilizador. Me contesto, no lo sé pero parece que la construcción política territorial de la fuerzas de la reaccion oligárquica – militancia - fue netamente superior a la de las fuerzas propias. Lo interesante es que esa construcción política de la reacción conservadora no ha sido clandestina, oculta ni subrepticia, se viene llevando a cabo desde hace varios años a la luz del día, a cara descubierta y lo que es mas grave con conocimiento y operadores que provienen de las filas del movimiento peronista en general y del kirchnerismo en particular. Habrá que ver.

Por un momento me viene a la mente el cuento de Jesús caminando sobre las aguas mientras Pedro se hunde cuando intenta imitarlo. Al verlo chapoteando con el agua al cuello, Jesús le grita – Era con fé Pedro, con fe pero por las piedras. Las consignas como “el amor vence al odio” y “la patria es el otro” son muy loables por cierto y las suscribo sin dudas pero creo que muchos olvidaron que en el mundo material si no caminás por las piedras te podés hundir. La fe es importante, muy importante no lo dudo pero la materialidad es condicionante y no estoy hablando del consumo sino del universo de los hechos sociales.
MC - Operador Visceral.

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