sábado, 1 de abril de 2023

“La Mujer del clan de Guacamaya"

 
Relato tomado del perfil de Cintia Cruz en Arqueología Maya en Facebook donde reproduce un fragmento de un texto de la doctora Galina Ershova.

Hoy se cumplen 24 años del fallecimiento del epigrafista soviético Yuri Valentínovich Knórosov (1922-1999), mundialmente conocido por haber descifrado la escritura maya, la cual había permanecido como un enigma durante siglos. Este asombroso logro se vuelve épico si consideramos que Knórosov no conocía la región maya: él sólo trabajó con libros, fotografías, dibujos y reproducciones de códices allá, en la lejana Unión Soviética.
Visitó nuestro país hasta 1992 y, por supuesto, Palenque fue el sitio que más deseaba conocer. Pues él ya sabía de la existencia de la tumba de una poderosa mujer. Lo había leído en la tapa del sarcófago de Pakal. Es decir, en realidad venía con la ilusión de encontrar “la madriguera” de la que dos años más tarde sería apodada la “Reina Roja”.
Esto lo relata la doctora Galina Ershova en su reciente libro titulado “El último genio del siglo XX. Yuri Knórosov: el destino de un científico”. Ella fue su asistente durante muchos años, y lo acompañó en su viaje a México. A continuación les compartimos un fragmento de dicho texto donde se narra la visita del gran epigrafista a Palenque.
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“…Antes de su viaje a Palenque [en octubre de 1992], Yuri Valentínovich se puso muy nervioso. Desde hace mucho tiempo decía que soñaba con encontrar «la madriguera» de la Bella Dama, de quien hablaba el texto del sarcófago del gobernante. Cabe señalar que, si en 1990 todavía podía subir a la alta pirámide en Tikal, tan solo dos años después [con casi 70 años de edad] le costó un gran esfuerzo hacer una sencilla bajada hacia el sarcófago en Palenque, y él mismo me lo confesó. Todavía estando en Guatemala el jefe declaró que ya no pensaba «saltar por las pirámides y arrastrarse por las cuevas». Pero, sin duda, Palenque debía llegar a ser una excepción. ¡Qué bueno que las pirámides en esta ciudad no son tan altas!
“Sin embargo, Yuri Valentínovich no pretendía bajar hasta el sarcófago del gobernante. Le interesaba «la Bella Dama», de la que en aquellos días nadie sospechaba, excepto él, el descifrador de la escritura maya.
“Los textos en el sarcófago, leídos a finales de la década de 1980, narran acerca de esta dama; era una mujer muy cercana al gobernante del Templo de las Inscripciones y su nombre era Mujer del clan de Guacamaya. En los textos no quedaba muy claro el estatus social de la dama y, por lo tanto, el enigma de la Mujer del clan de Guacamaya no dejaba en paz al jefe. A decir verdad, Knórosov le dijo a María Teresa Franco [directora del INAH] que en México deseaba ver precisamente Palenque porque tenía muchas esperanzas de encontrar la residencia de la Bella Dama. En ese entonces, como ya se mencionó, él ya sabía de su existencia, pero en México nadie lo sospechaba siquiera.
“Discutíamos mucho con el jefe sobre la posible ubicación de la «residencia de la reina». Sin embargo, tuvieron que pasar varios años para que el viaje a Palenque o, como lo llamaban los mayas en los textos, la Casa de Piedra de la Serpiente, se realizara...
“La Mujer del clan de Guacamaya se menciona en los textos funerarios del gobernante y también en la inscripción del Edificio E, la cual dice:
“Se sentó la alta
Señora gobernante
La Mujer Guacamaya
[Del clan] del antepasado gobernante.
“La inscripción en panel acompañaba o aclaraba la imagen de la escena palaciega. En el trono adornado con dos cabezas de puma que miraban a diferentes direcciones, estaba sentado el gobernante. Del lado izquierdo del trono, apoyándose en la cabeza de un puma, estaba una mujer de rodillas con adornos en la cabeza, cerca aparece plasmado el bloque mola (mol) «la que reúne», lo que corresponde a la diosa de la luna o, según los textos jeroglíficos, a la abuela-antepasada que reunía a los fallecidos, o a la sacerdotisa que se encargaba de las ceremonias relacionadas con el matrimonio o el bautizo de los niños. Así se vuelve claro que no era simplemente la esposa del gobernante, sino una mujer con funciones sociales que podían ser reales o sacerdotales.
“Casi 10 años después de que Knórosov leyera en los textos de Palenque sobre «la Bella Dama», en abril de 1994, los arqueólogos mexicanos encontraron su sarcófago. Debido a la gran cantidad de ocre [cinabrio] que cubría los restos de la Bella Guacamaya (también llamada Guacamaya Blanca), los arqueólogos le dieron el apodo de Reina Roja. Este último comenzó a salir en las publicaciones, igual que el nombre Pakal, erróneamente dado por David Kelley a su esposo gobernante. El verdadero nombre del gobernante que fue enterrado en el famoso sarcófago es otro. Está escrito en el cinturón del personaje representado en la entrada de la cueva de los antepasados, en la tapa del sarcófago: Na-Kan-Moo-Bol o Hijo de la Guacamaya Amarilla y el Jaguar”.
 
📖Tomado de:
Galina Ershova: “El último genio del siglo XX. Yuri Knórosov: el destino de un científico”. Ediciones Akal. México, 2020.
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📷Retrato de Yuri Knórosov. Tomado de la red. Crédito a quien corresponda. Colorización digital: J. C. De la Cruz.

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