En verdad debo decirle que sospecho que usted está tratando de instalar una idea prejuiciosa en el espacio ideológico que ese medio está construyendo alrededor de la imagen del Presidente electo del Paraguay y al mismo tiempo soslayando irrenunciables responsabilidades informativas de ese medio de prensa.
Mi sobresaltada imaginación me arrastra hasta las mas fantásticas ideas respecto de una inteligente preparación del terreno discursivo para el aterrizaje en la agenda de ese medio de una arremetida mediática contra la gestión del futuro presidente si (dios así no lo permita) el temido giro a la izquierda del suspendido obispo que pudo haber sido preanunciado por aquel maternal beso de la señora de Bonafini, se convirtiera en horrible realidad en el futuro cercano.
Será que La Nación, obediente, cumple con la misión imperial de avisarle al Obispo (suspendido) Lugo de los riesgos que enfrentaría su mandato si se le ocurriera nada más pensar en importunar aún más la ya deteriorada política exterior del país del norte, el de la bandera de las barras y las estrellas, en el subcontinente.
Mis febriles pensamientos se basan en que en principio debo decir que no veo mayor interés periodístico e informativo en rememorar el caso del presidente Aristide en Haití para contrastarlo y compararlo con la actualidad del Paraguay del presidente electo Obispo (suspendido) señor Lugo, salvo la notoria y superficial coincidencia de que ambos personajes tienen algo pendiente con la iglesia católica apostólica romana lo que no es después de todo un argumento menor, pero que no parece ser mas que eso, una coincidencia.
Las historias, realidades, y consecuencias pasadas y/o futuras de ambos países son profundamente diferentes aunque sí podrían existir algunas interesantes correlaciones históricas y políticas entre ambos países que no veo plasmadas en su nota señor . . . como era . . . ah sí, señor Uría.
Tal vez pudiera recordarle a usted algunos hechos de la historia de estos países que como ya mencionara, no veo en letras de molde, en negro sobre blanco, en su nota.
Por ejemplo podríamos recordar que Haití, un país creado sobre el territorio insular donde estaba instalado un simple depósito comercial para la distribución de esclavos africanos luego de la matanza colonial de los pueblos originarios de aquella isla, país decía, que se independizó y abolió la esclavitud tempranamente hecho por el cual las las entonces potencias coloniales de primer orden mundial como Francia y Estados Unidos decidieron castigarlo cruelmente.
Haití, le informo muy señor mío, debiera ser recordada en los anales de la historia de la humanidad por ser el primer caso en que los esclavos abolieron el sistema esclavista de forma autónoma y perdurable en el tiempo, sentando un precedente definitivo para el fin de la esclavitud en el Mundo.
De todas maneras el castigo impuesto por los "dueños del negocio" por tamaña impertinencia continúa hasta nuestros días.
Como dato de "color" (color negro, por supuesto) sería interesante rememorar entre tantos desastres sufridos por ese pueblo, la matanza de esclavos abolicionistas y de sus líderes independentistas realizada allí por la marina de los Estados Unidos.
Fue el entonces que el asistente del secretario de la marina de los estados Unidos, Franklin d. Roosevelt , que posteriormente se convirtiera en presidente de los Estados Unidos, redactara de su puño y letra la constitución Haitiana. Maravillosa la historia ¿verdad?
Foto: Charlemagne Peralte crucificado por tropas norteamericanas http://content.answers.com/main/content/wp/en/9/91/Peraltebody.jpg
El caso es que ese pequeño estado antillano de apenas 27.800 km2 y algo menos de 2 millones de habitantes, el segundo estado independiente de América (1908), es a la fecha uno de los mas pobres y marginados del mundo.
¿Será tal vez a causa de su temprana rebeldía a continuar arrastrando cadenas?
El liberalismo nos enseña que eso no tiene nada que ver, nos dice que lo más probable es que no sean aptos para regir sus destinos.
Por otra parte, amigo Uría, no veo tampoco que se correlacione, ni en este ni en otros artículos de ese medio, con o sin su firma, lo antes dicho sobre Haití con la infame guerra que provocara la terrible matanza de millones de ciudadanos paraguayos y que fuera llevada a cabo por los ejércitos de nuestro país aliados a las fuerzas armadas del entonces imperio esclavista del Brasil durante la así llamada Guerra del Paraguay o de la "Triple Alianza".
Como recordaremos, el verdadero motivo de aquella guerra mas allá de las mentiras mediáticas difundidas tanto en esa época como después del conflicto, fue el de combatir y destruír la férrea resistencia de Pueblo y Gobierno Paraguayo a la invasión de la "democracia liberal y civilizadora" de los intereses Británicos en el Río de la Plata.
Tanto en ese tristemente cercano (en lo geográfico) episodio cuanto en el caso de Haití, se repite el hecho de que una naciónes americanas independientes son arrasadas a sangre y fuego por tropas y armas de otras naciones americanas al servicio éstas últimas del pabellón del "Liberalismo".
Parece muy sugestivo que estas correlaciones más esclarecedoras y oportunas que las publicadas por usted no salgan a la luz en las páginas de tan prestigioso medio.
Me pregunto si tendrá algo que ver con esta particular orientacion editorial y curioso olvido el hecho de que el fundador de ese mas que centenario medio de prensa y el que fuera presidente de la Nación Argentina responsable de la participación de nuestro país en la bastarda y asesina alianza en cuestión sean la misma persona?
Revista "LA NACIÓN, Un siglo en sus columnas". editada por el diario La Nación con motivo de cumplirse 100 años de su fundación.
Buenos Aires 4 de enero de 1970.
Será por eso entonces que el diario La Nación nunca aborda las noticias referidas a la República hermana del Paraguay desde una posición de respeto, contricción y arrepentimiento que debiera mostrar, por ser hija de la inspiración del falsario asesino de su pueblo, sino que en su lugar contrata a intelectuales mercenarios que abogan por el sostenimiento de una historia mendaz en el imaginario del lector.
Será que nunca podrá, La Nación, asumir y lavar la culpa de ser la voz cantante de aquél villano que embarcó a nuestro pueblo a una guerra sangrienta y a todas luces inútil, si es que alguna lo es, y especialmente envió a los argentinos mas pobres y desprotegidos, gauchos, negros, etc, al sufrimiento, al horror y a la muerte terrible por una causa que no solo no era nuestra sino que era en defensa de la "libertad de explotación" de nuestros territorios, bienes y riquezas por parte de intereses de potencias exteriores cosa que logró con éxito como podemos observar argentinos y paraguayos hoy.
Será que nunca escucharé o leeré tan solo una palabra de arrepentimiento en nombre de todos aquellos que llenaron sus bolsillos entonces y de sus descendientes y asociados que lo siguen haciendo hoy mientras que se olvidan de la historia, escupen sobre los caídos y miran hacia otro lado como si todo fuera una fiesta de cumpleaños.
Y para finalizar, debo decir, señor Leandro Uría que lo considero a usted cómplice de aquello, ya que aboga usted en la misma dirección y por ello recibe su paga con dinero manchado de sangre.
Foto:
http://museocheguevaraargentina.blogspot.com
En desagravio a ese artículo y como homenaje a los pueblos Paraguayo y Haitiano negado por ese diario pero no por nuestro pueblo, tomamos de Genocidio Triple Alianza, desaparición de Paraguay, verguenza de Argentina, Brasil y Uruguay. los versos de Carlos Guido y Spano:
(Canción Fúnebre)
En idioma guaraní,(2)
una joven paraguaya
tiernas endechas (3) ensaya
cantando en el arpa así,
en idioma guaraní:
¡Llora, llora urutaú (4)
en las ramas del yatay (5),
ya no existe el Paraguay
donde nací como tú
¡llora, llora urutaú!
¡En el dulce Lambaré
feliz era en mi cabaña;
vino la guerra y su saña
no ha dejado nada en pie
en el dulce Lambaré!
¡Padre, madre, hermanos! ¡Ay!
Todo en el mundo he perdido;
en mi corazón partido
sólo amargas penas hay
¡Padre, madre, hermanos! ¡Ay!
De un verde ubirapitá (6)
mi novio que combatió
como un héroe en el Timbó (7),
al pie sepultado está
¡de un verde ubirapitá!
Rasgado el blanco tipoy (8)
tengo en señal de mi duelo,
y en aquel sagrado suelo
de rodillas siempre estoy,
rasgado en blando tipoy .
Lo mataron los cambá (9)
no pudiéndolo rendir;
él fue el último en salir
de Curuzú (10) y Humaitá (11)
¡Lo mataron los cambá!
¡Por qué, cielos, no morí
cuando me estrechó triunfante
entre sus brazos mi amante
después de Curupaití (12)!
¡Por qué, cielos, no morí!...
¡Llora, llora, urutaú
en las ramas del yatay;
ya no existe el Paraguay
donde nací como tú-
¡Llora, llora, urutaú!
2) Pueblo y lengua que ocupaban desde el sur de Brasil hasta nuestra actual zona de Corrientes y Misiones, incluyendo el Paragüay.
3) Canción triste. Es también combinación métrica de cuatro versos para asuntos luctuosos de seis o siete sílabas asonantadas.
4) Especie de buho. Suele lanzar de noche alaridos prolongados.
5) Especie de palmera.
6) Árbol de la selva paragüaya.
7) Plantas de este tipo; zona brasileña.
8) Camisa larga de lienzo liviano.
9) Los negros del Brasil.
10) Una de las batallas de la Guerra del Paragüay entre éste país y la Triple Alianza: Argentina, Brasil, Uruguay (1866).
11) Triunfo aliado en la Guerra del Paragüay (enero de 1868).
12) Terrible derrota aliada en la misma guerra (septiembre de 1866).
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