Por estos días mucho se discute entre militantes, adherentes y simpatizantes sueltos del FpV y espacios conexos acerca de qué se debe votar en las PASO y luego en las presidenciales. Hay algunos que insisten en que se debe hacer así para que gane fulano, otros piensan que mejor asá para que no gane mengano, pero al fin y al cabo no hay una corriente abundante y mayoritaria de opiniones que apunte una tendencia clara. Luego del "baño de humildad" sugerido por la jefa, en el FpV quedaron activos solo dos candidatos Randazo y Scioli en las PASO. Al ganador en el FpV, se sumarán un par de candidato opositores en las presidenciales y listo. Nada mas.
Los numeros que van publicando las encuestadoras dejan en claro la muy alta posibilidad - ¿certeza? - de que el candidato del FpV sea quien sea, gane y que lo haga con una diferencia tal que anule la posibilidad de una segunda vuelta con el que salga segundo. La inédita sólida imagen de CFK al final de sus dos períodos presidenciales sumada a la actual estabilidad de las variables de la economía lo harían posible.
Para imaginar el futuro cercano post eleccionario deberíamos ir dejando de considerar la mas mínima posibilidad de victoria de alguno de los candidatos de las diferentes corrientes en que está dividida la reacción conservadora. A Macri, el mejor rankeado de todos, le falta un hervor según se escucha por allí y por mas que se junte con un entusiasta Sanz para tratar de cosechar el voto radical de cuño balbinista y gorila, no se le ven posibilidades sustanciales de éxito a nivel nacional. Massa se infló y se desinfló mas rápidamente que un globo de cumpleaños, y después ... ¿que mas tenemos? Una Stolbitzer testimonial favorecida por el voto radical - socialista tan gorila como el otro pero menos derechoso y mas alfonsinista ponele.
Habría que mencionar las opciones que ofrecen los revolucionarios troskistas. Eso, mencionar, listo.
En resumen, como dice el articulista, "Las alternativas opositoras, ..., oscilan entre el neoliberlismo duro y otro con matices"
Volviendo al oficialismo, es interesante, a los efectos del análisis, la lectura del artículo Tercera posición de Claudio Scaletta - siempre recomendable - en el suple Cash de P12 donde afirma que lo que organiza las opciones a la hora de imaginar el futuro modelo económico es el muy probable triunfo oficialista y reduce las opciones a solo dos, la que representa Randazzo, candidato del nucleo duro K y que es poco mas que desconocida. Se conoce su actual gestión como ministro y asegura la continuidad del actual modelo pero poco mas se sabe sobre lo que hará si logra convertirse en presidente - tal vez un Kici vice y su equipo comandando como ahora desde los puestos clave, la gestión económica. En todo caso, de ganar Randazzo las presidenciales, no se esperarían cambios de importancia respecto del rumbo de la economía.
Por el otro lado nos encontramos con el paciente y persistente actual gobernador de la Provincia de Buenos Aires, un Scioli que espera que el acceso a la presidencia se transforme de un largamente ansiado objetivo en una sólida realidad para la que se preparó durante ... ¿ 18 años ? - comenzó en 1997 como diputado. A diferencia de Randazzo, de Scioli de quien " ... no solo se conocen sus procesos de toma de decisiones ejecutivas..." asegura Scaletta, "... sino sus gustos económicos y sus economistas... " con personajes que están en las antípodas de la actual conducción se sabe que "... es demás el oficialista preferido del establishment local e internacional"
Aunque ateniéndose a lo anterior, desde dentro y fuera del FpV se afirma que Scioli es lo mismo que Macri y Massa en materia de modelo económico - para simplificar, los tres representarían el ajuste neoliberal ortodoxo - Scaletta se areve a plantear una diferencia no menor en favor del primero asegurando que no sería esa la dirección que tomaría un eventual gobierno del FpV encabezado por Scioli. Basado en opiniones publicas de Bein, el asesor menos ortodoxo de Scioli, En palabras de Bein que reproduce Scaletta debe persistirse en
" ... organizar un proceso de crecimiento sostenido a partir de los altos niveles de los cuales se parte, sin apelar al aumento desmedido de la deuda como mecanismo de financiamiento de largo plazo, sino como mecanismo de corto plazo para financiar la inversión en infraestructura y en sectores generadores de divisas, que son los que en definitiva van a permitir abastecer de dólares al entramado energético, industrial y de servicios."El camino de Scioli, reflexiona Scaletta, no sería el del ajuste brusco sino la posibilidad de
"...ir buscando un equilibrio entre competitividad, política fiscal activa y tasa de interés que permita financiar este proceso en forma sostenida vía un aumento de la inversión financiada a mediano plazo con ahorro doméstico".el rumbo de la economía, entonces, poco habría de diferir con el del actual oficialismo mientras el FpV se mantenga gobernando.