jueves, 4 de marzo de 2010
Todos contentos
El acuerdo UCR, peronismo disidente, Coalición Cívica, Socialismo y Luis Juez sumaron 37 y se quedaron con todo.
Menem, haciéndose el distraído y esperando a último momento el aviso del presidente parlamentario fue el último en votar.
"Estamos ante una nueva realidad política, cada semana habrá que trabajar los consensos” dijo el radical Morales, líder de los republicanos.
Todos muy contentos por cierto.
Es cierto, estamos ante una nueva realidad política.
"No es una oposición, es una mierda"
Hebe
Hasta la próxima.
foto : http://www.lanacion.com.ar/diario-de-hoy/index.asp
martes, 2 de marzo de 2010
Dos países.
"...percibo que, aparentemente, hay dos países: uno, el real ... y otro, el país mediático, donde nada está bien y todo está mal..."mmmm...
yo también.
domingo, 21 de febrero de 2010
Liceos Militares
Desde que se abrieron los Liceos Militares allá por 1938 hasta hoy en 2010, estas escuelas de formación de adolescentes que dirigidas por miembros de las Fuerzas Armadas, personas que salvo por accidente poco o nada saben de temas tales como didáctica, moral, ética, humanidades, pedagogía, arte, etc, y sí del arte de perfeccionar maquinarias de muerte eficientes, se han dedicado a fomentar en el imaginario de algunos “niños elegidos” de nuestra sociedad una especial admiración y cariño por las malsanas ideologías que pululan por las mentes de los iluminados “patriotas” de uniforme.
Hablamos de aquellos que antes o después, se dedicaron a secuestrar, torturar, matar, robar, en nombre de la Patria y de la Nación, de la Libertad, y todas éstas construcciones ideales vacías de contenido puestas al servicio de la defensa y consolidación de la dominación de un segmento social por sobre el resto de la población.
Estos institutos de formación apuntaron desde su creación a la formación de cuadros civiles de apoyo político para el soporte y la aplicación de aquellas ideologías que dominaban en las FFAA.
No hablamos entonces de algunos miembros de las FFAA que cometieron delitos de lesa humanidad bajo la protección de los mesiánicos y despreciables jerarcas de la última dictadura genocida de los años ´76 al ´82.
Pues no, claro que no, no estamos refiriéndonos entonces, a un grupo de criminales específicos, por suerte hoy bajo proceso y que organizados en banda usurparon el poder público para delinquir sino a aquellos que desde la ideología predominante sobre la que se fundó la institución ejército y armada “modernas” buscaron extender la influencia y la inserción de éstas ideologías en la sociedad civil.
Hablamos del ideario de la institución que fundada por “proceres” de la talla de los Saavedra en 1810, pasando por Lavalle, Sarmiento, Roca, Mitre y otros de esa calaña, hasta el muy profesional ministro Riccheri en 1900.
Todos ellos creadores, implementadores y seguidores de las doctrinas nominalmente liberales de sus tiempos pero que a la corta se mostraron definitivamente clasistas, oscurantistas, genocidas sistemáticos, fusiladores, torturadores profesionales y con su “profesión” colocada al servicio de las élites burguesas propietarias de la renta de nuestro país.
En Página 12 de hoy bajo el título de “Una formación militar más civilizada” (http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-140740-2010-02-21.html) encontramos una nota que explica acerca de cambios implementados por el gobierno (Ministerio de Defensa) en los planes de estudio de los liceos militares que por desgracia aún siguen funcionando.
Sin entrar a discutir el sinsentido de hablar de civilización y milicia, tema que dejaremos en mano (o puño) de mejores y más ilustres pensadores, podemos asegurar que no tiene ningún sentido social que la actual administración del gobierno nacional permita la enseñanza del uso de una carabina calibre 22 y al mismo tiempo impida específicamente la enseñanza obligatoria de la religión católica a niños de 17 años. El caso es que muchos de éstos niños (sino todos) ya conocen el manejo de sistemas de armas de guerra muy sofisticadas desde su tierna infancia y adhieren, buscan y coleccionan afanosamente símbolos totalitarios fascistas como el águila y la svástica que identifican claramente con IIIer Reich alemán y la asocian con los ideales de lo bueno y deseable del ideario más oscuro de la religión vaticana.
Esta síntesis ideológica fue la que estaba naciendo en las mentes de los militares alemanes (mentes tradicionales occidentales y cristianas en general) en los últimos años del siglo XIX y que llevaron a desencadenar las guerras imperiales guerras europeas de la primera mitad del siglo XX y sus genocidios asociados.
Ésa era la ideología dominante que mamó el hijo de inmigrantes italianos, el santafesino Ricchieri (http://www.todo-argentina.net/biografias/Personajes1/pablo_riccheri.htm) mientras se formaba en Europa donde fue condecorado con el “Águila Roja” de Alemania para convertirse luego en ministro de guerra del presidente Roca, aquel cobarde matador de indios indefensos de nuestro país que por ese entonces se asomaba tiernamente al capitalismo racional moderno.
Así, de la mano del “moderno” tanito militar se inició el período de penetración de la ideología fascista en la misma fundación de nuestras fuerzas armadas modernas.
La ideología de la que hablamos entonces es la misma de la “obediencia debida” en el cumplimiento de las órdenes para la “eficiente eliminación física del enemigo por cualquier medio” que muchos años después aparece en el famoso decreto firmado por Luder.
Hoy por hoy los alumnos de los liceos reciben las mismas pautas formadoras de ideología que durante la dictadura aunque más disimuladamente, entre susurros continúan adorando a los demonios totalitarios secundados por oscuros personajes tales como militares retirados cuidadosamente reciclados y defendidos por individuos como el sacerdote Auger que critica la forma en que a través de las reformas programáticas introducidas en las escuelas bonaerenses “… se articula un proceso para hacer de los niños y adolescentes bonaerenses pequeños teóricos críticos para cambiar la sociedad…”.
Cuidado!!!, no vaya a ser que los chicos desarrollen un pensamiento propio e independiente. Dios no lo quiera ni lo permita!!!!!!
No quedan dudas de que los reaccionarios están abroquelados en lugares como éstos liceos o las escuelas de enseñanza religiosa tradicional y desde allí se preparan para el asalto al poder los futuros líderes de la restauración.
No los necesitamos, estos sitios deben ser desarticulados de inmediato y sus dirigentes vigilados por ser definitivamente peligrosos.
Hasta la próxima.
foto: Agustín P. Justo, el del fraude patriótico - Wikipedia -http://es.wikipedia.org/wiki/Agust%C3%ADn_Pedro_Justo
viernes, 12 de febrero de 2010
El racismo, los morrones y la iglesia del Socorro
Eran ya como las 7 y media de la tarde cuando la temperatura venía cayendo muy provincianamente desde los ardientes 31°C hacia unos apenas más respirables 29°C gracias a un suave vientito que se levantaba desde el este. Bajábamos algunos sudados laburantes caminando por Juncal hacia Retiro, no muy apurados porque cada paso era un mar de sudor que se perdía.
Habíamos pasado ya la Iglesia del Socorro hacia donde se dirigía, arrastrándose casi, una elegante y enjoyada viejecita a escuchar misa de ocho cuando vimos, allá en la esquina de Esmeralda, dos patrulleros con las lucecitas titilando junto a la acera donde se arremolinaban varias personas.
La maldita inseguridad seguro me dije, un asalto, o un arrebato, algo así . . . me fui acercado pausadamente y con cuidado, no vaya a ser que una bala perdida… pero curioso al fin. Mi morbo me lo estaba pidiendo a gritos. Quería ver que había pasado.
Personas bien vestidas, elegantes y añosas señoras con oros y platas colgando de las muñecas, señores atildados y vestidos con ropas de las mejores marcas, charlaban animadamente entre sí con sus prominentes vientres burgueses casi tocándose. Formaban un corrillo que ocupaba toda la vereda de la esquina obstruyendo el paso de los transpirados transeúntes que como yo regresaban a casa este calurosísimo viernes de febrero en Buenos Aires.
Muchos como yo habíamos arrancado de casa a las siete. Todavía tenía que caminar hasta Retiro y después me faltaba media hora de tren para llegar. Más de doce horas dando vueltas para ganar el sustento ese viernes.
Ya estaba cerca del grupo, los dos policías estaban en el medio, no parecía haber mucha violencia, parecía que el delito había sido evitado y estaban labrando las actas correspondientes. Ya podía ver claramente todo el cuadro.
La boliviana de pie al lado de la lonita sobre la que se podían ver unos tomates, algunos morrones, unas tunas, ajos y las clásicas bolsitas con especies. Las señoras y los señores vecinos del barrio la habían denunciado por la falta de vergüenza de ocupar la vereda con su “mercadería” y la acusaban a viva voz de ser la responsable del cierre de la verdulería de la otra cuadra. La autoridad policial cumplía diligente con su deber de preservar la propiedad pública y privada de los ciudadanos honestos y sus derechos a la “libertad de industria” que Alberdi enunció allá en los liberales albores constitucionales de nuestra nación. Claro no eran derechos a la “libertad de industria” de una boliviana pobre a los que se refería Alberdi.
Una señora que venía bajando por Juncal unos metros delante de mí, desde el cordón de la vereda y mirando al grupo con policías incluidos les gritó “delincuentes, ustedes son los delincuentes, la señora hace más de cinco años que vende sus cositas en esa esquina para vivir déjenla trabajar” mientras otra que estaba a su lado, un poco más joven, agregó “sí, déjenla trabajar o prefieren que salga a robar…”
Allá fuimos bajando por las últimas cuadras de Juncal hacia Libertador, pasamos frente al negocio de artículos para Polo, estribos, monturas, tacos, botas, bochas, etc., todo muy elegantemente presentado por cierto. Solo una de las botas alcanzaba para pagar la recaudación de un mes de la boliviana pensé.
“Estamos atravesando tiempos complicados” pensé en voz alta, “y serán peores si seguimos así” agregó la más joven. Seguimos caminando.
Mientras viajaba parado junto a la puerta del vagón, con la brisa sobre mi rostro y mirando hacia el aeroparque, trataba de imaginar lo que debió de haber pensado un profesor de matemáticas berlinés que regresando a casa un día de verano de 1937 vió como unos policías reprimían a un barbero judío rodeado por una barra de nazis enfervorizados de patriotismo.
Tal vez yo tenga que hacer algo al respecto ¿no?
Recién a las ocho de la noche llegué a casa que pagué con la trajeta SUBE que me regaló el gobierno peronista, pero eso es otra historia.
Hasta la próxima.