" [...] Aplicar una palabra que es propia de un ser a otro que no le corresponde, y reconocerle a éste derechos que no le corresponden y que son propios del primero, es un avasallamiento a los derechos humanos de éste. Y, por concomitancia, a los derechos humanos de todos, pues todos formamos una sola familia humana. De esta manera no se promueve la concordia social"
¿Donde estaba la voz de la Iglesia , de la AICA y las de hipócritas como este impresentable deformador de mentes cuando el mal parido de von Wernich participaba y avalaba de las sesiones de tortura?
¿Allí sí se promovía la concordia social?
Tipos como éstos dan asco y sus actos provocadores invitan a la reflexión sobre los alcances de las libertades civiles.
Hasta la próxima.
imagen: http://www.aica.org/index.php?module=displaystory&story_id=22541&format=html&fech=2010-07-19