Los invasores dominadores blancos establecieron el día 1° de agosto para la conmemoración de la pachamama y después de varios siglos de prohibiciones, excomuniones y persecuciones, permiten a los pueblos originarios la realización de ritos en su nombre tal como se hacían durante milenios antes del fatal "descubrimiento" y la llegada del hombre blanco europeo a estos territorios.
Un sinnúmero de símbolos, estatuas, monumentos y actos son adorados, construidos y llevados a cabo a lo largo de las regiones andinas en toda la América del Sur.
La pachamama no es una diosa antropomórfica con figura de mujer embrazada y con grandes tetas como se pretende mediáticamente según las interpretaciones eurocéntricas. Es en cambio una importante divinidad de los pueblos andinos que además de brindar protección, alude a la fertilidad, a la abundancia, a lo femenino, a la generosidad, a la madurez de los cultivos, etc.
Lamentablemente la mayor parte de las fotos, dibujos y relatos que circulan en nuestros días sobre el tema se corresponden mas con un imaginario de cierta superficialidad mercantilista y estereotipada para consumo turístico que con el ritual ancestral auténtico, aunque existen muchas comunidades originarias o no que aún mantienen el espíritu original celebrado en cada cas, familia o comunidad.
Hace unos años fui testigo de un hecho que fue la expresión mas acabada de la dominación cultural blanca sobre las expresiones y creencias de los pueblos originarios en la forma de la instalación y confirmación del ritual de mercantilización que el imperialismo capitalista eurocéntrico impuso sobre este rito ancestral de la América andina milenaria. Ocurrió en pleno centro de la ciudad de Salta, un 1° de agosto con motivo de la conmemoración de la pacha mama. La ciudad y sus habitantes y visitantes estaban impregnados de un clima muy similar al navideño. Gente bulliciosa, compras, negocios abiertos hasta muy tarde, papel picado y aromas.
Ese 1° de agosto, en una esquina del parque cerca de la base del cablecarril que permite el acceso al Cerro San Bernardo se inauguró muy ceremoniosamente una estatua que representaba a la famosa madre tetona y de vientre prominente. Allí algunos estaban presentes señorones y señoronas, miembros de las élites de la rancia sociedad salteña, representantes del gobierno provincial y municipal, bandas de músicos, cantantes y hasta poetas que dedicaron sus esfuerzos a la señora de piedra y bronce que los miraba.
La cuestión es que sobre el final del acto, la locutora solicitó enfáticamente que festejáramos el cumpleaños de la madre tierra dedicándole entre todos una canción y así fue que arrancó con ... el Happy Birthday en inglés ... que fue acompañado y aplaudido prácticamente por todos los presentes mientras un contingente de turistas alemanes tomaban fotos del simpático acontecimiento.
Un sinnúmero de símbolos, estatuas, monumentos y actos son adorados, construidos y llevados a cabo a lo largo de las regiones andinas en toda la América del Sur.
La pachamama no es una diosa antropomórfica con figura de mujer embrazada y con grandes tetas como se pretende mediáticamente según las interpretaciones eurocéntricas. Es en cambio una importante divinidad de los pueblos andinos que además de brindar protección, alude a la fertilidad, a la abundancia, a lo femenino, a la generosidad, a la madurez de los cultivos, etc.
Es la pacha (tierra/orbe/mundo/tiempo) mama (madre) misma con todo lo que ella contiene, preserva y produce. Representa la fertilidad y la posibilidad del renacimiento de la vida en un nuevo ciclo después de la oscuridad y el frío del invierno.
Lamentablemente la mayor parte de las fotos, dibujos y relatos que circulan en nuestros días sobre el tema se corresponden mas con un imaginario de cierta superficialidad mercantilista y estereotipada para consumo turístico que con el ritual ancestral auténtico, aunque existen muchas comunidades originarias o no que aún mantienen el espíritu original celebrado en cada cas, familia o comunidad.
Hace unos años fui testigo de un hecho que fue la expresión mas acabada de la dominación cultural blanca sobre las expresiones y creencias de los pueblos originarios en la forma de la instalación y confirmación del ritual de mercantilización que el imperialismo capitalista eurocéntrico impuso sobre este rito ancestral de la América andina milenaria. Ocurrió en pleno centro de la ciudad de Salta, un 1° de agosto con motivo de la conmemoración de la pacha mama. La ciudad y sus habitantes y visitantes estaban impregnados de un clima muy similar al navideño. Gente bulliciosa, compras, negocios abiertos hasta muy tarde, papel picado y aromas.
Ese 1° de agosto, en una esquina del parque cerca de la base del cablecarril que permite el acceso al Cerro San Bernardo se inauguró muy ceremoniosamente una estatua que representaba a la famosa madre tetona y de vientre prominente. Allí algunos estaban presentes señorones y señoronas, miembros de las élites de la rancia sociedad salteña, representantes del gobierno provincial y municipal, bandas de músicos, cantantes y hasta poetas que dedicaron sus esfuerzos a la señora de piedra y bronce que los miraba.
La cuestión es que sobre el final del acto, la locutora solicitó enfáticamente que festejáramos el cumpleaños de la madre tierra dedicándole entre todos una canción y así fue que arrancó con ... el Happy Birthday en inglés ... que fue acompañado y aplaudido prácticamente por todos los presentes mientras un contingente de turistas alemanes tomaban fotos del simpático acontecimiento.
Hasta la próxima.