permiso don Quino, gracias.
Creo recordar que Max Weber proponía a la democracia de partidos como la manera más adecuada de administrar el inevitable e irresoluble conflicto social.
Tal vez haya tenido razón.
Yo recuerdo la madrugada del 24 de marzo de 1976.
Por aquellos tempranos meses del ´76 ya tenía la clara visión de que el golpe era inevitable. Sabía con certeza que el partido militar encabezado por Videla acabaría por asumir el poder solo después después dejar que la figura de Isabelita completara su terrible desgaste degradante y con ella el del ya desfigurado sistema político que representaba, la democracia, que vacía de contenido que era repudiada por la gran mayoría de la población.
No olvidaré jamás la voz cascada de la tía Alcira resonando en el living de la casa de Caballito diciendo
"pero esos milicos calzonudos que esperan, cuándo la van a sacar a la puta esa y ponen orden".
Era, sin duda, la de la tía Alcira, la voz de la mayoría del pueblo argentino que reclamaba por la destitución del gobierno legal y asunción de Videla.
El pensamiento filosófico de la tía Alcira, resumía, sin lugar a dudas el pensamiento de una enorme mayoría de argentinos que con o sin consciencia de lo que aquello significaba pedían abiertamente y a los gritos la intervención de las fuerzas armadas en la vida política y social de nuestro país.
Estoy convencido y siempre lo estuve desde aquel 24 de marzo de 1976, que el infausto acontecimiento que abrió las puertas de aquel infierno para nuestra sociedad estuvo plesbiscitado cuasi tan democráticamente como el comicio que se realizó ayer.
Aquella noche del 23 de marzo no hubieron urnas, ni presidentes de mesa, ni fiscales ni cuarto oscuro. En verdad no hacían falta. En eso los milicos tenían toda la razón y la mayoría estaba de acuerdo. No hacíann falta. Ellos, como partido militar plesbiscitado por la mayoría de la población, solo hicieron lo que se les pedía.
Lo que ocurrió luego lo sabemos. Los muertos, los desaparecidos, las torturas, los secuestros de bebés, en fin los
delitos de lesa humanidad que sumados al
proyecto económico - social de la dictadura y los continuadores de ésta llevaron a nuestra sociedad al actual estado de pobreza material, social, intelectual, cultural, etc. en que hoy estamos sumergidos.
En fin, un modelo plesbiscitado, la sociedad argentina había "elegido" aquello y además continuó haciéndolo por varios años con su
no ver, no hablar, no oír, lo que ocurría a su alrredeor mientras unos pocos que trataban de enfrentar al mounstruo de desangraban y eran aplastados como moscas.
Ese
no ver, no hablar, no oír cómplices de la dictadura que hoy explican el triste hecho de que los mas de 4.000 testigos necesariosa de la ESMA sólo se han presentado a declarar algunos pocos contados con los dedos de una mano. Hablamos de testigos inevitables, cómo trabajadores de mantenimiento o limpieza o contratistas y proveedores civiles que hoy a más de 30 años persiten en su utilitario silencio cómplice.
Es decir que aquella sociedad argentina de la segunad mitad del siglo XX profesaba en promedio una ideología de derecha.
Ahora bien, me pregunto, ¿porque me hube de entusiasmar con la posibilidad de que aquellos coetáneos habrían de cambiar diametralmente sus principales líneas ideológicas?
Si aquellos que hoy tienen más de 50, como generación promovieron y apoyaron la dictadura militar, y luego en comunión con sus hijos subvencionaron las democráticas y edificantes experiencias democráticas del voto cuota menemista, ¿era lógico pensar que hoy todo había cambiado?
Ya tendermos tiempo, hoy desde la minoría y luego desde el lugar que la sociedad argentina le asigne en el 2011 a esta ideología nuestra mal llamada progre, para analizar las causas de la derrota, pero hoy podemos decir sin temor a equivocarnos mucho que la sociedad argentina después de 33 años, aunque un poco mas moderada y menos criminal, sigue estando ideológicamente casi en el mismo lugar salvando claro la inmensa distancia de la sangre derramada.
Los resultados de ayer legitimando la representatividad social de señores y señoras como Macri, Michetti, Reuteman, DeNarváez, Cobos son claramente la prueba de ello.
Hasta la próxima.