Por otra parte el ministro de salud afirmó en declaraciones a la prensa que se espera un total de 250.000 infectados hasta fin de año de los cuales el 80% no necesitaría internación, el 20% restante sí requerirá internación (2500 camas) pero solo el 5% puede tener una patología grave (125 pacientes graves = 125 respiradores en UTI - unidades de terpia intensiva) y de éstos pacientes solo algunos, muy pocos, tendrían consecuencias fatales.
De las declaraciones del ministro entonces surge que solo con unas 2500 camas extra y unos 125 respiradores distribuidos a lo largo de los 9 meses que faltan para terminar el año “solo algunos, muy pocos” tendría consecuencias fatales. Y por eso tanto lío? … me parece que el ministro nos está meloneando y bien que hace. Tal vez el ministro considere que es mejor que no conozcamos los datos verdaderos .. y bien que hace.
Para tener una idea aproximada de la real situación que probablemente tengamos por delante podemos hacer algunas cuentas y comparaciones. Dando por buena la estimación del ministro de 250000 infectados y al ritmo actual del 2% de fallecidos en Argentina, proyectarían unos 5000 decesos, es decir bastante mas que esos “muy pocos”. Pero por otra parte deberíamos considerar que el mantenimiento de ese índice del 2% es por ahora una estimación poco realista o por lo menos extremadamente optimista y benévola ante los terribles datos que exhibe Italia con 11% o el 6% de España o aún en comparación con el mas bajo 4% de China luego de haber detenido la epidemia desatada.
Si asumimos que en Argentina efectivamente se producirán 250.000 contagios como afirma el ministro donde un 20% requerirá internación entonces tendremos 50.000 internados. Bueno, internados no, en todo caso serán pacientes que requerirán internación pero no hace falta demasiada inteligencia para darse cuenta que ese número es muy alto y si no se “aplana la curva” es decir si no se logra ue ese número quede distribuido el año ( serían 6250 internados por mes de aquí a diciembre) como prevé el ministro sino en unos pocos meses (si fuera en 3 meses serían más de 16.000 internaciones por mes) se generaría entonces el temido colapso del sistema de salud de nuestro país que no está en condiciones de atender eficientemente a esa cantidad de pacientes.
Por otra parte si aplicáramos un índice de mortalidad algo más realista que el 2% actual como por ejemplo el 4% de China implicaría unos 10.000 compatriotas muertos. En cambio si la situación fuera como la de España tendríamos unos 15.000 muertos y si se nos descontrolara como en Italia entonces serían cerca de 28.000 los muertos.
De modo que vale la pena insistir en el hecho de que
cuanto menos efectiva sea la cuarentena menos posibilidades de interrumpir la
difusión desenfrenada del virus entre la población, menos se aplanará la curva,
el crecimiento del número de infectados será explosivo y más alta será la
probabilidad de que la situación sanitaria se salga de control y de la mano de
la consecuente crisis económica la situación social se desmadre. Esto lleva directamente
a una previsible declaración del estado de sitio.
Pero esto no es todo. Según algunas proyecciones bastante
serias el número de infectados en verdad no será de 250.000 en el año como dijo
el ministro sino mucho, pero mucho más elevado, probablemente sean unos 300.000 los infectados de hoy a finales de Mayo si la cuarentena y el cierre completo de las fronteras no resulta eficiente para cortar el proceso de contagios. Con lo cual la cantidad de
camas, equipos y profesionales requeridos al sistema de salud será muchas veces
mayor que el disponible hoy y mínima será la capacidad real de ampliarlo como para atajar esa avalncha, de modo
que si la sociedad argentina no decide acatar a rajatabla ls instrucciones gubernamentales el panorama más probable en algún momento en el futuro cercano es que las
personas enfermarán masivamente y simplemente morirán por falta de atención
médica efectiva tal lo que ocurre hoy en Italia y en España donde ante la
escasez de recursos materiales y humanos los enfermos más graves son dejado de
lado sin asistencia para así poder garantizar la vida de los que presentan
cuadros menos complicados y con más posibilidades de sobrevivir.
No salgas. No dejes que el virus entre a tu casa. La
vacuna somos nosotros.
Por otra parte no me canso de decir que tenemos el mejor conductor que podríamos desear en un momento tan extremo como es este.
Por otra parte no me canso de decir que tenemos el mejor conductor que podríamos desear en un momento tan extremo como es este.
Hasta la próxima.
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