Sepamos que aún hoy siguen siendo buscados por sus familias y que ellos son los desaparecidos de hoy. El crimen está siendo cometido en este mismo instante a nuestro lado y así será hasta que todos y cada uno de ellos sea encontrado.
Hasta que sus familias sepan de sus destinos y hasta que ellos decidan qué hacer con la verdad de sus vidas. Mientras tanto el crimen se comete delante de nuestras narices cada día desde hace mas de treinta años. Ahora ya es tiempo de cambiar, la vida continúa, crecemos, envejecemos, pero ni nosotros ni las generaciones que vienen detrás nuestro vamos a olvidar y mucho menos a perdonar a quienes no se arrepienten y persisten en su vocación de hacedores de horror y muerte.
Nada se construye sobre la mentira y el ocultamiento pero sobre todo nada se construye con perdón sin arrepentimiento.
Con vida los llevaron, con vida los queremos.
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El Poeta
Señoras señores niños
Caballeros empleados de tienda
Jueces prestamistas gerentes coroneles hacendados doctores
Aquí está en la jaula
Cantará para ustedes
Lo que ustedes quieran que cante
Con la música que ustedes quieran
Hasta sin música para que bailen
Pueden traer una orquesta
Un director de banda
Y si lo quieren ver en la torre de marfil
Aquí lo tienen
Pálido flaco hambriento
Con el perfil que más les guste
Comiendo cuartillas a la tinta (héchele un poco de sal, señorita)
O caminando descalzo por la calle (déle sus zapatos viejos, ingeniero)
O desnudo (déle el traje que iba a darle al jardinero, señor farmacéutico y la camisa después de haberle sacado los botones su señora esposa)
No ve el sol
No ve la luna
Le pincharon los ojos con un escarbadientes
Se pasea con toda libertad en la jaula
Puede leer a los clásicos
Puede leer en griego y en latín Pronunciar conferencias en bibliotecas y universidades
Salir fotografiado en los diarios con su cara y su sonrisa de momia
Pero cuidado cuidado cuidado
Que no se entere de lo que pasa en su casa, al lado de su casa
Enfrente de su casa
Que no vaya y vea un arrozal, una mina, un ingenio, un asilo
Donde pare la mujer del tambero
Que no salga de la jaula de la torre de marfil
Puede perder su editor
Las becas, los premios, las condecoraciones
La silla propia
El árbol propio
Lo que ganó a crédito escribiendo
Con los ojos pinchados con un escarbadientes
Con las manos atadas
Y la lengua atada
Mudo cantando
Damas caballeros y niños
Salven al poeta y la poesía
Hagan guardia
Cuiden la torre de marfil
La jaula
No lo dejen salir
Porque lo matan
Javier Villafañe
Gran maestro titiritero
de "El gran paraguas", Ed. La Rosa Blindada, Buenos Aires, 1965