Si bien condenadamente imperfecta, siempre me parecerá útil una mirada historicista al estilo de la que intentó el presidente Chávez en su alocución cuando mencionó a los próceres americanos y sus problemas y conflictos durante las guerras de independencia y la herencia que desde entonces soportamos sobre nuestras sociedades.
Soy un convencido que lo que hacemos y nos pasa hoy está irremediablemente ligado a nuestros actos y sucesos de ayer y será inevitable bisagra de aquellos con los sucesos y actos de mañana.
Inmediatamente recordé que Perón dijo hace ya muchos años que el año 2000 nos encontraría unidos o dominados, pues en verdad es que nos encontró mucho mas dominados que unidos y por cierto aún no se avanzó demasiado en ese sentido.
En la segunda mitad del siglo pasado, los procesos históricos que tuvieron lugar en la región estuvieron signados por el impacto de la victoria aliada en la IIda guerra mundial y el fenómeno del advenimiento y consolidación de los EEUU como primera potencia mundial económica y militar durante la subsiguiente guerra fría. Paraguas éste bajo el cual se produjeron las múltiples y muy bien documentadas ingerencias e intervenciones del nuevo imperio en la región y que en todos los casos condujeron a asegurar la continuación de la dominación geopolítica en la región por parte de los EEUU.
Este proceso fue perfeccionando la planificada política de dispersión de las sociedades locales que ya había sido diseñada y aplicada por los imperialismos europeos ectuantes en los siglos XVIII y XIX, en particular por la Inglaterra del moderno colonialismo capitalista en su victoria sobre una deteriorada España que no lograba subirse del todo al nuevo modelo de desarrollo social y económico impuesto por la moral protestante en europa.
Ahora bien, el fenómeno de histórica disgregación de los estados formales de América Latina y de enfrentamiento entre sus sociedades pareciera estar llegando lentamente a su fin para dar lugar a una nueva "manera de hacer" caracterizada por ésta inédita, insólita y por ahora persistente UNASUR.
Es definitivamente inusual en términos históricos que los líderes de América del Sur, todos ellos legitimados bajo el signo de unas democracias burguesas que migraron todas desde el ya obsoleto modelo de partidos a principios del siglo XX hacia el mucho mas moderno de cargos de finales del siglo XX (según una mirada weberiana); es inusual, decía, que se reúnan en asamblea y se presten al debate público de los asuntos de la alta política regional buscando tal vez una identidad propia en el tratamiento de los problemas propios. Es igualmente inusual que lo hagan de manera sistemática y consistente para tratar temas fundamentales para el futuro de la región.
Tan es así la novedad ha quedado registrada como importante en medios de prensa internacionales como El País:
En cualquier caso, la reunión implicó algo importante: por primera vez en la historia, los países de América Latina han debatido entre ellos un cuestión altamente polémica y delicada: la presencia militar de países terceros, un asunto que siempre ha tenido una enorme repercusión en América Latina y que sigue suscitando fuertes polémicas.Podríamos pensar que esta "novedad" esté relacionada con cambios importantes en las estructuras y modos de las relaciones de poder y de dominación entre los actores es decir dentro de nuestras sociedades regionales y entre éstas y otros factores externos. En léxico del siglo pasado, entre las potencias centrales ( EEUU ) y los países periféricos o subdesarrollados (América Latina)
Aparece aquí como evidente que Colombia es hoy el vector que los intereses de la élite dominante de la sociedad norteamericana han construído para representarlos y presevar para sí en dominio de un área desde siempre estratégica y esto signa el modo actual de la política exterior norteamericana en la región.
El aseguramiento de la categoría de "amigo" para este territorio / estado enclavado en la base geográfica de la América del Sur vista desde un Norte dominante, con salida a ambos océanos, con amplios recursos naturales y una estructura social con segmentos "blancos cultos" (Uribe mismo es su mejor exponente) y étnicamente caracterizada como apta por el establishment racista wasp norteamericano, fue objetivo y misión del departamente de estado por lo menos desde la última década del siglo XX. Queda claro que el rol de las FARC como constituyentes de un cuasi-estado dentro del estado colombiano en este complejo proceso no es menor ni debe considerarselas como un actor aislado y prescindente.
Por otra parte se puede revisar y verificar la paulatina y programada salida de los capitales norteamericanos de la, en su momento más desarrollada y mas "beneficiada" (por éstos) pero mas populista, mas india y mas negra Venezuela, para asentarse en una Colombia "democrática y blanca futura potencia amiga". Si bien el petróleo venezolano sigue siendo importante para los EEUU, demasiado para desgracia de Venezuela, el imperio simplemente se prepara para obtenerlo en un futuro no inmediato por medios que podríamos definir de "destituyentes" a través del "ejército mediático" armado en su contra que hoy está tratando de sitiar a un Chávez que la CIA conocía, veía venir y dejó hacer ya desde aquellos años.
Lo interesante es que Uribe fue convocado y la cuestión de los acuerdos entre Colombia y los EEUU por la cuestión de las bases fue debatido públicamente. Vimos entonces a un presidente colombiano gestionando claramente en defensa de los intereses norteamericanos en América del Sur frente a otros presidentes que cuestionaron y rechazaron fuertemente sus posiciones y frente a otros que quedaron timidamente en segundo plano al respecto.
En muchos años que llevo prestando atención a los fenómenos geopolíticos (y no es que esto me asigne ninguna autoridad especial por ello claro) nunca fuí testigo ni supe de actitudes parecidas por parte de los estados nacionales suddamericanos frente a las acciones del imperio.
Tal vez no sea nada mas que una puesta en escena para el "pueblo que lo mira por la tele", tal vez no sea nada operativo y como expresó Lula enojado por la pérdida de tiempo en discursos para "los titulares de los diarios" y no se trabajó para resolver problemas.
De todas formas, insisto, creo ver en UNASUR la inauguración de ciertos "nuevos modos" en América del Sur y podría llegar a pensar que dentro de algunos años sea considerado uno de los antecedentes históricos que signaron la decadencia de la hegemonía del imperio norteamericano y el comienzo de la construcción de una identidad regional algo mas homogénea en lo político y en lo económico. ¿Quién sabe?
Claro que es históricamente sabido que nadie regala el poder sin pelear y sin matar (ni siquiera "el aburrido" delarrua) y los EEUU no serán la excepción, ¿o sí?
Habrá que ver cuán afiatados están los reflejos de los presidentes y cuán atento y operativo sea el Consejo de defensa de UNASUR ante el desarrollo inevitable de esta nueva fase del plan Colombia gestionado por Uribe.
Habrá que ver quiénes quedan encubiertos bajo el eufemismo de "contratistas" que según lo mencionó Uribe, estarán autorizados a operar en las bases Colombianas porque es muy probable que por allí se metan los Xe-Services (ex Blackwater) o ejércitos privados similares entonces será tarde porque la que la invasión militar estará en avance.
Habrá que ver también hacia dónde se dirigirá UNASUR cuando la mayoría de los actuales presidentes ya no estén en sus cargos y hayan sido reemplazados por otros de distinto signo político.
Sobre todo habrá que ver y no mirar para otro lado.
Hasta la próxima.