Profanación (Pirulo de tapa de Página 12 del 8/12/2009)Los especialistas conocen la secuencia.
Cada vez que está en desarrollo una campaña sobre el tema seguridad aparece la profanación de algún cementerio judío para completar la sensación de indefensión.
Esta vez no fue la excepción.
En la mañana de ayer aparecieron destruidas las tapas de seis tumbas, entre ellas la de una niña de seis años, en el tradicional cementerio de Liniers. Para completar el mensaje de horror, los agresores también removieron la tierra que cubría las sepulturas. “No hubo ningún robo”, confirmó el secretario general de la AMIA, que hoy será recibido por el ministro de Justicia. Y Sergio Widder, del Centro Wiesenthal para América latina, completó la idea: “Quisieron pasar un mensaje y se tomaron su tiempo”
Que no dirán el rabinito cool y las abuelitas mediáticas ahora ¿no?
Es que se demora eternamente la necesaria acción de desactivar definitivamente el accionar de las mafias que se manifiestan en la forma de organizaciones oficiales llamadas
fuerzas de seguridad del estado, empezando por la policía bonaerense y los servicios penitenciarios y siguiendo por sus múltiples socios/cómplices en los diferentes estamentos sociales, como la justicia, las agrupaciones políticas que negocian impunemente con ellas, las agrupaciones vecinales apolíticas de neto corte fascista que pretenden que existen policías buenos y malos,
los desarmaderos de autos, las "agencias de seguridad" pseudotruchas,
la administración del uso de mano de obra de menores en conflicto con la ley, y tantas otras barbaridades que pocos de aquellos tinellizados denominados "la gente" se ocupan de señalar y denunciar, más aún, la mayoría los promueve y defiende consciente o inconscientemente. (mucho más lo primero que lo segundo me temo)
Las incapacidades de todos los sectores políticos y sociales para enfrentarlas desde el poder si ésa fuera la voluntad (hay que ser muy macho para meterse con estos chicos) y las decididas muestras de un poco o nada disimulado apoyo por parte de otros que negocian y se benefician con sus actos cuando no los promueven y financian, para llevar aguas a sus molinos, nos colocan a los
ciudadanos de a pie si es que esa categoría existiese, en calidad de rehenes de una recua de ávidos e inmorales
hombres de negocios que son los responsables, unos y otros, de la verdadera "inseguridad"
Allí estan entonces como emergente del sistema que requiere asegurarse el control social para reproducirse.
Es un fenómeno similar a las barras bravas del fútbol que existen porque los dirigentes de aquella actividad los financian, los consienten , los promueven, los usan o no se animan a desactivarla todo eso con el apoyo tácito o explícito de las masa societarias.
La diferencia es que las
barras no son legales.
Todavía.
Hasta la próxima.