sábado, 3 de julio de 2010

Él también lo banca

 Roberto no tuvo la oportunidad de verlo al Diego jugar como un mago, ni de verlo caer en los infiernos, ni de verlo resucitar y ascender a los cielos de esta cosa que él mismo llamó "jugar a la pelota".

No pudo. Roberto no pudo verlo porque unos hijos de milputas lo mataron, con  pretextos infames. Lo mataron y a muchos mas, pero estoy seguro que hoy él y los otros estarían bancando al Diego como el que más. Como yo. Como muchos.

El que sigue es un poema me dedicó y me regaló el amigo, el poeta, el periodista, el escritor, el ferviente hincha de Rácing que fué y serguirá siendo Roberto Santoro (el loco) una trade de domingo del '64, después de asistir a una derrota de Rácing en el cilindro de Avellaneda cuando el equipo de José era todavía una esperanza y yo lloraba como lo que era, un chiquilín, por ver a mis colores avasallados. Allí va.

I
Llevar el color
en la camiseta
llevarla en el corazón
y que se meta
marear el aire
dormirlo
llenarlo con tu academia
hacer correr la pelota
por arriba pasarla
por abajo
dibujo un movimiento el la cabeza
un dibujo de baile
deja y deja
con tu rara manera de enredar
el balón loco
alocado
que se mueve así
va aquí
de allá
redonda que viene y va
por el largo arco de la tarde
en el puño está que arde
que juega desde el tablón
desde arriba
toca y saca
desde adentro le hace un gol
y pone un número alegre
que alegra mi corazón


un racinguista
                               que es tu amigo
                                             y se llama
                                                                             Roberto Santoro


Hasta la próxima.

Aquí te bancamos Diego





Grande Diego

Desde aquí te bancamos a muerte.

Argentina - Alemania

Cerrado por Fútbol

imagen : http://www.mundiales2006.com/fotos_mundial/aficionadas/argentina_coletas.jpg

martes, 29 de junio de 2010

El mito del opositor arrepentido

Leemos en LNOL, algo sorprendidos, la publicación la opinión de Carlos Escudé se ha ocupado de difundir por estos días en cuanta tribuna pública pudo acceder.

¿Será éste discurso una pieza clave en la operación de reposicionamiento de La Nación? ¿Tendrá algo que ver con alguno de los giros acrobáticos que no pocos personajes o grupos están haciendo al respecto?

Será tal vez la manifestación emergente de cambios actitudinales que ciertos actores mediáticos intentan (algunos torpe y muy burdamente) y que podrían estár destinadon a producir rehubicaciones estratégicas para mejorar sus posibilidades de negocios, cuando no sus supervivencias, ante un futuro que se viene diferente al que han estado pronosticando.


Abuelas de la Plaza