Mientras los empleados de Bartolito se desviven por agradar a sus jefes y éstos a sus amos inventando y listando títulos exclusivamente dirigidos contra el gobierno kperonista del 55% de apoyo popular en las urnas, con cuestiones de supuesto impacto social negativo, sean éstas falsas o veraces, menores o trascendentes, materiales o virtuales, en nuestro país, en el mundo y también en los domésticos recovecos de las vidas de las personas ocurren cosas realmente importantes que en aquellas páginas y sitios virtuales del vocero de la reacción conservadora no logran cobrar un espacio tal como de alguna manera sí ocurría cuando hace un siglo allí publicaban otros señores de la talla de José Martí o el mismo director-fundador del diario en una demostración de multicolor bizarría.
Este último, cuidadoso y metódico historiador profesional argentino que, sabedor de la terrible importancia de la historiografía documental y del impacto mediático que tiene la difusión publica de los hechos de la historia, dedicó su vida (entre otras cosas) a esta disciplina con el objeto de concentrar en sus manos la mayor cantidad de documentación existente que diera cuenta de los hechos sobresalientes de la historia nacional para poder así estudiarla con detenimiento y construirse el prestigio de excelente historiógrafo a la par de reservarse, por medio de la manipulación de esa documentación, el poder de escribir "La Historia Oficial" conveniente para el establecimiento y consolidación de una hegemonía cultural que asegurara la dominación social de parte de una élite conservadora, reaccionaria y expllotadora que bajo el manto de una supuesta cultura "culta" se erigía en la clase iluminada, única habilitada para dictar el Destino de la Patria.
Lo que hizo Mitre-fundador era una de una bajeza y pequeñez moral total pero, eso sí una bajeza construida como muy culta, muy refinada. Por otra parte lo que hoy hace su no muy iluminado pero sí afortunado descendiente y heredero también es basura. Basura que produce con la ayuda de serviciales plumas no tan cultas "cultas" como las del hijo del historiador Romero o de Danielito, el hijo del músico Carlos Balmaceda o la señora Puán Sarlo o como ese señor latinoamericano, ex izquierdista residente en Londres, llamado Vargas.
Pero esta es una nueva basura, si bien tanto o mas falsa que la del ancestro fundador, es una que ni siquiera tiene la pretensión de ser basura científica y culta. Es la basura construída de un plástico maloliente y desagradablemente pegajosa producto de la fast life del nuevo rico ostentoso, petulante, maleducado que recorre malhumorado y con cara agria los centros comerciales y supermercados adecuados a su clase social adquiriendo cosas caras e inútiles para que los demás registren su poder cuando vean sus desechos.
Leer por estos días el periódico de los Mitre es un sufrido ejercicio militante que solo sirve para atisbar sobre la medianera ideológica de ese vecino por ahora inevitable y tratar de predecir las acciones que prepara este histérico y agresivo conciudadano con quien nos vemos obligados compulsivamente a compartir esta cosa que algunos dan en llamar Patria y de la que ellos serían los verdaderos y únicos dueños según su particular modo de ver las cosas.
Hasta la próxima