jueves, 30 de enero de 2014

Recuerdos y escritos del terror

Texto publicado en Hoydía.com bajo el título Recuerdos y escritos del terror
que hace referencia al trabajo de Laura Giussani en la Biblioteca Nacional  donde está recopilando correspondencia de la época de la dictadura civico militar.

Testimonios 

La periodista Laura Giussani recopila en la Biblioteca Nacional la correspondencia entre presos políticos, militantes y sus familiares durante la última dictadura cívico-militar
por Clarisa Ercolano


Cuando la madre de Laura Giussani, la periodista Julia Constenla, murió en 2011, en su casa comenzaron a abrirse cajas con cartas, textos, fotos, papeles y memorias. Allí, a un costado del olvido, estaba la correspondencia entre sus padres desde el exilio en Estados Unidos, y las suyas, desde Italia. Ese fue el disparador, la excusa de Laura para volver a resignificar el duelo una vez más. Pensó entonces en “Cartas de la Dictadura”, fue a la Biblioteca Nacional y habló con Horacio González, su director. Allí se enteró de la existencia del espacio de Archivos y Documentos Particulares y comenzó la idea de una colección con donación de documentos familiares destinados a investigación periodística y de historiadores, con eje en el intercambio de las cartas durante la última dictadura.
Ahora, cartas escritas desde la sombra de la detención, la angustia del exilio o la insoportable clandestinidad entre 1976 y 1983, se reúnen en ese espacio documental que no sólo es histórico. Las miradas de las familias, amigos, vecinos, relatan en primera persona el espanto por un país donde el terror parecía no saciarse nunca.
“Esta colección se encuentra abierta actualmente a la recepción de nuevos materiales para todas las personas que estén dispuestas a donar sus epistolarios de aquella época”, cuenta Laura, hija de un matrimonio de periodistas exiliado en la dictadura, quien después de ordenar sus propias cartas comenzó a recibir material de militantes, familiares, amigos, intelectuales, hasta reunir más de 700 donadas por 16 familias desde el 2011. El exilio de su familia sobrevino después de que la casa en la que vivían en el Tigre fuera allanada casi al mismo tiempo que la de su vecino y colega Rodolfo Walsh, luego asesinado en 1977.
“Todo esto es el resultado de todo lo que había en una casa de periodistas: diarios, documentos, cartas que nos enviamos en nuestros exilios, un material histórico con Ernesto Sabato, en donde mis padres le decían que se exiliara”, describe Laura. Y agrega que “si alguien quiere hacer una investigación sobre los intelectuales de los años ’70 allí hay, por ejemplo, documentos de David Viñas, Silvio y Arturo Frondizi, Dardo Cúneo, entre otros”. El proyecto original se llamaba “La historia en una caja de zapatos” y buscaba armar una base de datos para ordenar las cartas según temas de interés.
Ahora, Laura asegura que es un archivo histórico ilimitado, “no se cierra el tiempo para donar material; la biblioteca es un buen lugar para conservarlas porque muchas cartas se perdieron o deterioraron por las idas y venidas o por estar mal guardadas”.
Quienes entregan sus cartas agradecen el espacio y que se considere a su vida o a la de los suyos como una pieza más de la historia que no se reserva solamente a los que trascendieron por su fama o por su postura política. “A veces al común de la gente le cuesta comprender cómo vivimos y sobrevivimos en ese entonces. Leyendo las cartas entendemos la muerte y el horror de la época pero vemos además la vida, los lazos afectivos que hicieron que pudiésemos sobrevivir, la solidaridad, las familias acompañando”, resume.
La historia de Laura y las cartas cruzan su vida, desde su exilio en Italia con sus hermanos cuando con 16 años se enteraba por carta de que una amiga había muerto por una bomba que le explotó en las manos y también por carta le contaban de fusilamientos en el cementerio de Lanús, mientras algunos medios hablaban de “presos muertos en intentos de fuga”. Esa historia que hoy ordena, recopila, amplía, como una reserva indispensable de la memoria.

Archivos y Colecciones Particulares: Agüero 2502 3er. piso, CABA.
E-mail:
archivosycolecciones@bn.gov.ar

lunes, 27 de enero de 2014

Discuso de Alvaro García Linera a la izquierda europea


Transcripcion del discurso de García Linera publicado en "El Correo de la diáspora latinoamericana"

El IV Congreso del Partido de la Izquierda Europea (PIE) reunió 30 formaciones de izquierdas europeas en Madrid entre el 13 y el 15 de diciembre de 2013, en busca de un discurso para unifiicar estrategias frente a las políticas de austeridad y de sumisión de Bruselas al dictado de los mercados. Este fue el discurso del invitado Vicepresidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Alvaro García Linera :

Muy buenas tardes a todos ustedes.
Permítanme celebrar este encuentro de la Izquierda europea y en nombre de nuestro Presidente Evo, en nombre de mi país, de nuestro pueblo, agradecer la invitación que nos han hecho, para compartir un conjunto de ideas, de reflexiones en este tan importante congreso de la Izquierda Europea...
Permítanme ser directo, franco... pero también pro positivo.
¿Qué vemos desde afuera de Europa ? Vemos una Europa que languidece, una Europa abatida, una Europa ensimismada y satisfecha de sí misma, hasta cierto punto, apática y cansada. Sé que son palabras muy feas y muy duras, pero así lo vemos. Atrás ha quedado la Europa de las luces, de las revueltas, de las revoluciones. Atrás, muy atrás ha quedado la Europa de los grandes universalismos que movieron al mundo, que enriquecieron al mundo, y que empujaron a los pueblos de muchas partes del mundo, a adquirir una esperanza y movilizarse en torno a esa esperanza.
Atrás han quedado los grandes retos intelectuales. Esa interpretación que hacían y que hacen los post modernistas de que se acabaron los grandes relatos, a la luz de los últimos acontecimientos, parce ser, que lo único que encubre, son los grandes negociados de las corporaciones y del sistema financiero.
No es el pueblo europeo el que ha perdido la virtud, ni ha perdido la esperanza, porque la Europa a la que me refiero, cansada, la Europa agotada, la Europa ensimismada, no es la Europa de los pueblos, es ésta silenciada, encerrada, asfixiada. Y la única Europa que vemos en el mundo, es la Europa de los grandes consorcios empresariales, la Europa neoliberal, la Europa de los grandes negociados financieros, la Europa de los mercados y no la Europa del trabajo.
Carente de grandes dilemas, horizontes y esperanzas, sólo se oye —parafraseando a Montesquieu— sólo se oye el lamentable ruido de las pequeñas ambiciones y de los grandes apetitos.
Unas democracias sin esperanza y sin fe, son democracias derrotadas. Unas democracias sin esperanza y sin fe, son democracias fosilizadas. En sentido estricto, no son democracias. No hay democracia válida que sea simplemente un apego, aburrido a instituciones fósiles con las que se cumplen rituales cada tres, cada cuatro o cada cinco años, para elegir a los que vendrán a decidir de mala manera sobre nuestros destinos. Todos sabemos, y en izquierda más o menos compartimos, un pensamiento común de cómo hemos llegado a semejante situación. Los estudiosos, los académicos, los debates políticos brindan un conjunto de ejes interpretativos de lo mal que estamos y de cómo hemos llegado ahí. Un primer criterio compartido, de ¿cómo hemos llegado a esta situación ?, es que entendemos que el capitalismo ha adquirido –no cabe duda- una medida geopolítica planetaria absoluta. El mundo entero se ha redondeado. Y el mundo entero deviene un gran taller mundial. Una radio, un televisor, un teléfono, ya no tiene un origen de creación, sino que el mundo entero se ha convertido en el origen de creación. Un chip se hace en México, el diseño se hace en Alemania, la materia prima es latinoamericana, los trabajadores son asiáticos, el empaque es norteamericano, y la venta es planetaria.
Esta es una característica del moderno capitalismo -no cabe duda- y es a partir de ello que uno tiene que tomar acciones.
Una segunda característica de los últimos veinte años, es una especie de regreso a una acumulación primitiva perpetua. Los textos de Karl Marx, que retrataba el origen del capitalismo en el siglo XVI, XVII, hoy se repiten y son textos del siglo XXI. Tenemos una permanente acumulación originaria que reproduce mecanismos de esclavitud, mecanismos de subordinación, de precariedad, de fragmentación, que lo retrató, excepcionalmente Carlos Marx. Solo que el capitalismo moderno reactualiza la acumulación originaria. La reactualiza, la expande, la irradia a otros territorios para extraer más recursos y más dinero. Pero junto con esta acumulación primitiva perpetua – que va definir las características de las clases sociales contemporáneas, tanto en nuestros países como en el mundo, porque reorganiza la división del trabajo local, territorialmente, y la división del trabajo planetario-. Junto con eso tenemos una especie de neo acumulación por expropiación. Tenemos un capitalismo depredador, que acumula, en muchos casos produciendo en la aéreas estratégicas : conocimiento, telecomunicaciones, biotecnología, industria automovilística, pero en muchos de nuestros países, acumula por expropiación. Es decir, ocupando los espacios comunes : biodiversidad, agua, conocimientos ancestrales, bosques, recursos naturales… Esta es una acumulación por expropiación -no por generación de riqueza- sino por expropiación de riqueza común, que deviene en riqueza privada. Esa es la lógica neoliberal. Si criticamos tanto al neoliberalismo, es por su lógica depredatoria, y parasitaria. Más que un generador de riquezas, más que un desarrollador de fuerzas productivas, el neoliberalismo es un expropiador de fuerzas productivas capitalistas y no capitalistas, colectivas, locales, de sociedades.
Pero también la tercera característica de la economía moderna, no es solamente acumulación primitiva perpetua, acumulación por expropiación, sino también por subordinación – Marx diría subsunción real del conocimiento y la ciencia a la acumulación capitalista-. Lo que algunos sociólogos llaman sociedad del conocimiento. No cabe duda, esa son las aéreas más potentes y de mayor despliegue de las capacidades productivas de la sociedad moderna.
Pero también la cuarta característica y cada vez más conflictiva y riesgosa, es el proceso de subsunción real del sistema integral de la vida del planeta. Es decir de los procesos metabólicos entre los seres humanos y la naturaleza.
Estas cuatro características del moderno capitalismo, redefine la geopolítica del capital a escala planetaria, redefine la composición de clase de las sociedades, redefine la composición de clase y de las clases sociales en el planeta.
No solamente está la externalización -a las extremidades del cuerpo capitalista de la clase obrera tradicional, clase obrera que vimos urgir en el siglo XIX y principio del siglo XX que ahora se transfiere a las zonas periféricas, Brasil, México, China, la India, Filipinas – sino que también surge, en las sociedades más desarrolladas, un nuevo tipo de proletariado. Un nuevo tipo de clase trabajadora. La clase trabajadora de cuello blanco. Profesores, investigadores, científicos, analistas, que no se ven a sí mismos como clase trabajadora, se ven a sí mismo como pequeños empresarios seguramente, pero que en el fondo constituyen una nueva composición social de la clase obrera, del principio del siglo XXI. Pero a la vez también tenemos una creación -de lo que podríamos denominar- en el mundo, un proletariado difuso. Sociedades y naciones no capitalistas, que son subsumidas formalmente a la acumulación capitalista. América Latina, Africa, Asia, hablamos de sociedades y de naciones no estrictamente capitalistas, pero en el conjunto aparecen subsumidas y articuladas como formas de proletarización difusa. No solamente por su cualidad económica, sino por las propias características de unificación fragmentada, o de difícil fragmentación, por su dispersión territorial.
Tenemos entonces, no solamente una nueva modalidad de la expansión de la acumulación capitalista, sino que también tenemos un reacomodo de las clases y del proletariado y de las clases no proletarias en el mundo. El mundo hoy es más conflictivo. El mundo hay esta más proletarizado, solamente que las formas de proletarización, son distintas a las que conocimos en el siglo XIX, principio del siglo XX. Y las formas de proletarización de estos proletarios difusos, de estos proletarios de cuello blanco, no toman necesariamente la forma de sindicato. La forma sindicato a perdido su centralidad, en algunos países, y surgen otras formas de unificación de lo popular, de lo laboral, de lo obrero. ¿Qué hacer ? - la vieja pregunta de Lenine- … ¿Qué hacemos ? … Compartimos definiciones de lo que está mal, compartimos definiciones de lo que está cambiando en el mundo, y frente a estos cambios no podemos responder -o mejor- las respuestas que teníamos antes son insuficientes, si no, no estaría gobernando la derecha, acá en Europa. Algo ha faltado y algo está faltando a nuestras respuestas. Algo está faltando a nuestras propuestas. Permítanme, de manera modesta, hacer cinco sugerencias en esta construcción colectiva del quehacer que asume la izquierda europea.
La izquierda europea no puede contentarse con el diagnóstico y la denuncia. El diagnóstico y la denuncia sirve para generar indignación moral y es importante la expansión de la indignación moral, pero no genera voluntad de poder. La denuncia no es una voluntad de poder. Puede ser la antesala de una voluntad de poder, pero no es la voluntad de poder. La izquierda europea, la izquierda mundial, a esta vorágine depredadora de naturaleza y de ser humano, destructivo, que lleva adelante el capitalismo contemporáneo, tiene que aparecer con propuestas o iniciativas. La izquierda europea, y las izquierdas de todas las partes del mundo, tenemos que construir un nuevo sentido común. En el fondo, la lucha política es una lucha por el sentido común. Por el conjunto de juicios y de prejuicios. Por la forma en cómo de manera simple la gente : el joven estudiante, el profesional, la vendedora, el trabajador, el obrero, ordena el mundo. Ese es el, sentido común. La concepción del mundo básica, con la que ordenamos la vida cotidiana. La manera de cómo valoramos lo justo y lo injusto, lo deseable y lo posible, lo imposible y lo probable. Y la izquierda –mundial, la izquierda europea- tiene que luchar por un nuevo sentido común, progresista, revolucionario, universalista. Pero es obligatoriamente, un nuevo sentido común.
En segundo lugar, necesitamos recuperar – como lo hacia el primer expositor de manera brillante- el concepto de democracia. La izquierda siempre ha reivindicado la bandera de la democracia. Es nuestra bandera. Es la bandera de la justicia, de la igualdad, de la participación. Pero para eso tenemos que desprendernos de la concepción de la democracia como un hecho meramente institucional. ¿La democracia son instituciones ? Sí, son instituciones. Pero es mucho más que institución. ¿La democracia es votar cada cuatro o cinco años ? Sí, pero es mucho más que eso. ¿Es elegir el Parlamento ? Sí, pero es mucho más que eso. ¿Es respectar las reglas de la alternancia ? Sí, pero es mucho más que eso. Esa es la manera liberal, fosilizada, de entender la democracia en la que a veces quedamos encerrados. ¿La democracia son valores ? Son valores, principios organizativos del entendimiento del mundo : la tolerancia, la pluralidad, la libertad de opinión, la libertad de asociación. Están bien, son principios, son valores, pero no son solamente principios y valores. Son instituciones, pero no son solamente instituciones. La democracia es práctica. La democracia es acción, colectiva. La democracia en el fondo es creciente participación en la administración de los comunes, que tiene una sociedad. Hay democracia si en lo común que tenemos los ciudadanos participamos. Si tenemos como un patrimonio común el agua, entonces democracia es participar en la gestión del agua. Si tenemos como patrimonio común el idioma, la lengua, democracia es la gestión común del idioma. Si tenemos como patrimonio común los bosques, la tierra, el conocimiento, democracia es gestión administración, común. Creciente participación común, en la gestión del bosque, en la gestión del agua, en la gestión del aire, en la gestión de los recursos naturales. A de haber democracia -hay democracia- en el sentido vivo, no fosilizado del término, si la población y la izquierda ayuda, participa en una gestión común de los recursos comunes, instituciones, derecho, riquezas.
Los viejos socialistas de los años 70 hablaban que la democracia debería tocar las puertas de las fábricas. Es una buena, idea pero no es suficiente. Debe tocar la puerta de las fábricas, la puerta de los bancos, la puerta de las empresas, la puerta de las instituciones, la puerta de los recursos, la puerta de todo lo que sea común para las personas. Me preguntaba nuestro delegado, de Grecia, me preguntaba sobre el tema del agua. ¿Cómo comenzamos nosotros en Bolivia ? Por temas básicos, de sobrevivencia, agua ! Y en torno al agua que es una riqueza común, que estaba siendo expropiada, el pueblo llevó adelante una “guerra” y recupero el agua para población, y luego recuperamos no solamente el agua, hicimos otra guerra social y recuperamos el gas y el petróleo y las minas y las telecomunicaciones, y falta mucho más por recuperar. Pero en todo caso este fue el punto de partida, la creciente participación de los ciudadanos de los comunes, de los bienes comunes que tiene una sociedad, una región.
En tercer lugar la izquierda tiene que recuperar también la reivindicación de lo universal, de los idearios universales. De los comunes. La política como bien común, la participación, como una participación en la gestión de los bienes comunes. La recuperación de los comunes como derecho : el derecho al trabajo, el derecho a jubilación, el derecho a la educación, gratuita, el derecho a la salud, el derecho a un aire limpio, el derecho a la protección de la madre tierra, el derecho a la protección de la naturaleza. Son derechos. Pero son universales, son bienes comunes universales frente a los que la izquierda, la izquierda revolucionaria, tiene que plantearse medidas concretas, objetivas y de movilización. Leía, en el periódico, como se estaba utilizando en Europa recursos públicos para salvar bienes privados. Esa es una aberración, estaban utilizando el dinero de los ahorristas europeos para salvar la quiebra de los bancos. Estaban usando lo común para salvar lo privado. El mundo está al revés ! Tiene que ser al revés, usar los bienes privados para salvar y ayudar los bienes comunes. No los bienes comunes para salvar los bienes privados. Los bancos tienen que tener un proceso de democratización y de socialización de su gestión. Porque si no los bancos van a acabar por quitar no solamente su trabajo, su casa, su vidas, su esperanza y todo… y esto es algo que no se puede permitir.
Pero también reivindicar – en nuestra propuesta como izquierda- una nueva relación metabólica entre el ser humano y la naturaleza. En Bolivia, por nuestra herencia indígena, llamamos eso una nueva relación entre ser humano y naturaleza. El Presidente Evo dice, la naturaleza puede existir sin el ser humano, el ser humano no puede existir sin naturaleza. Pero, no hay que caer en la lógica de la economía verde, que es una forma hipócrita de ecologismo.
Hay empresas que parecen ante ustedes los europeos como protectores de la naturaleza y con el aire limpio, pero esas mismas empresas nos llevan a nosotros a la Amazonia, nos llevan a América o a Africa, todos los desperdicios que aquí se generan. Aquí son depredadores o aquí son defensores y allí se vuelven depredadores. Han convertido la naturaleza en otro negocio. Y la preservación radical de la ecología no es un nuevo negocio, ni una nueva lógica empresarial. Hay que restituir una nueva relación. Que es siempre tensa. Porque la riqueza que va satisfacer necesidades requiere transformar la naturaleza y al transformar la naturaleza modificamos su existencia, modificamos el BIOS. Pero al modificar el BIOS, como contra finalidad muchas veces, destruimos al ser humano y también a la naturaleza. Al capitalismo no le importa porque eso es un negocio para él. Pero a nosotros sí, a la izquierda sí, a la humanidad sí, a la Historia de la humanidad si le importa. Necesitamos reivindicar una nueva lógica de relación… no diría armónica, pero si metabólica. Mutuamente beneficiosa, entre entorno vital natural y ser humano. Trabajo, necesidades.
Por último, no cabe duda que necesitamos reivindicar la dimensión heroica de la política. Hegel veía la política en su dimensión heroica. Y siguiendo a Hegel supongo, Gramsci decía, que las sociedades modernas, la filosofía y un nuevo horizonte de vida, tienen que convertirse en fe, en la sociedad, o solamente puede existir como fe el interior de la sociedad. Esto significa que necesitamos reconstruir la esperanza. Que la izquierda tiene que ser la estructura organizativa, flexible, crecientemente unificada, que sea capaz de rehabilitar la esperanza en la gente. Un nuevo sentido común, una nueva fe –no en el sentido religioso del término- sino una nueva creencia generalizada por la que las personas apuestan heroicamente su tiempo, su esfuerzo, su espacio, su dedicación.
Yo saludo – lo que comentaba mi compañera, cuando nos decía, hoy nos estamos reuniendo 30 organizaciones políticas- Excelente ! Quiere decir que es posible reunirse. Que es posible de salir de los espacios estancos. La izquierda tan débil de hoy en Europa, no puede darse el lujo de distanciarse de sus compañeros. Podrá haber diferencias en 10 o 20 puntos, pero coincidimos en 100. Esos 100 que sean los puntos de acuerdo, de cercanía, de trabajo. Y guardemos los otros 20 para después. Somos demasiados débiles como para darnos el lujo de seguir en peleas de capilla y de pequeños feudos, distanciándonos del resto. Hay que asumir una lógica nuevamente gramsciana, unificar, articular, promover.
Hay que tomar el poder del Estado, hay que luchar por el Estado, pero nunca olvidemos que el Estado más que una maquina, es una relación. Más que materia es idea. El Estado es fundamentalmente idea. Y un pedazo es materia. Es materia como relaciones sociales, como fuerza, como presiones, como presupuestos, como acuerdos, como reglamentos, como leyes. Pero es fundamentalmente idea, como creencia de un orden común, de un sentido de comunidad. En el fondo la pelea por el estado, es una pelea por una nueva manera de unificarnos, por un nuevo universal. Por un tipo de universalismo que unifica voluntariamente a las personas.
Pero eso requiere entonces, haber ganado previamente las creencias. Haber derrotados a los adversarios previamente en la palabra, en el sentido común. Haber derrotado previamente las concepciones dominantes de derecha en el discurso, en la percepción del mundo, en las percepciones morales que tenemos de las cosas. Y entonces eso requiere un trabajo muy arduo. La política no es solamente una cuestión de correlación de fuerzas, capacidad de movilización. Que en su momento lo será. Es fundamentalmente convencimiento, articulación, sentido común, creencia, idea compartida, juicio y prejuicio compartido respecto al orden del mundo. Y ahí la izquierda no solamente contentarse con la unidad de las organizaciones de izquierda. Tienen que expandirse hacia el ámbito de los sindicatos, que son el soporte de la clase trabajadora, y su forma orgánica de unificación. Pero también hay que estar muy atentos -compañeros y compañeras- a otras formas inéditas de organización de la sociedad, las reconfiguración de las clases sociales en Europa y en el mundo, va a dar lugar a formas diferentes de unificación, formas más flexibles, menos orgánicas, quizás más territoriales, menos por centros de trabajo. Todo es necesario. La unificación por centros de trabajo, la unificación territorial, la unificación temática, la unificación ideológica… es un conjunto de formas flexible, frente a los cuales la izquierda tiene que tener la capacidad de articular, de proponer y de unificar, y de salir adelante.
Permítanme en nombre del presidente, en nombre mío, felicitarlos, celebrar este encuentro, de desearles y exigirles -de manera respetuosa y cariñosa- ¡luchen, luchen, luchen ! No nos dejen solos a otros pueblos que estamos luchando de manera aislada en algunos lugares, en Siria, algo en España, en Venezuela, en Ecuador, en Bolivia. No, nos dejen solos, los necesitamos a Uds, más aun a una Europa que no solamente vea a distancia lo que sucede en otras partes del mundo, sino nuevamente una Europa que vuelva nuevamente a alumbrar el destino del continente y el destino del mundo.
Felicidades y muchas gracias !
Discurso de Alvaro García Linera

domingo, 26 de enero de 2014

Puerto Rico - Territorio Latinoamericano colonizado por EEUU en el Caribe

Celac - Probable mención de CFK al estatus colonial de Puerto Rico

A continuación reproducimos la entrevista a Héctor Pesquera Sevillano quien es presidente del Movimiento Independentista Nacional Hostoniano de Puerto Rico publicada en Tiempo Argentino.
Un mano a mano exclusivo con un protagonista de la lucha del pueblo de Puerto Rico por su independencia aporta una dosis de claridad para comprender la problemática. Héctor Pesquera Sevillano es presidente del Movimiento Independentista Nacional Hostoniano (MINH) y opina sobre la posición venezolana, rechaza las decisiones adoptadas por el gobierno de Obama y pide a la CELAC poner al pueblo puertorriqueño y a su gobierno a mirar al sur. 
–¿Cuál es la posición del movimiento independentista sobre la propuesta venezolana de que Puerto Rico ingrese a la CELAC?
–El movimiento independentista puertorriqueño se siente sumamente complacido y esperanzado de poder ocupar una silla, como miembro observador, de la CELAC. Desde que el comandante Hugo Chávez Frías propuso la creación de tan importante instancia de integración caribeña y latinoamericana, hemos planteado que la CELAC no estará completa sin la participación de Puerto Rico. La determinación del gobierno colonial de Puerto Rico de rechazar su participación en la CELAC no debe desalentarnos. Después de todo, como nos advirtiera Pedro Albizu Campos, a los pueblos les representan quienes les afirman, no quienes les niegan.
–En 2013, el Comité de Descolonización de la ONU se pronunció afirmando necesaria la independencia y autodeterminación de Puerto Rico. ¿Esto hizo cambiar en algún aspecto la posición del gobierno de Barack Obama? ¿Cuál es la evaluación del MINH sobre las sucesivas muestras de solidaridad con respecto a la lucha independentista del pueblo puertorriqueño?
–El gobierno de EE UU ha ignorado consistentemente las expresiones del Comité de Descolonización de la ONU, del Movimiento de Países No Alineados y, más recientemente, de la CELAC para que propicie un verdadero proceso de descolonización, de conformidad con el derecho internacional. Washington ha alegado que el caso de Puerto Rico es un "asunto doméstico", que no le compete a la comunidad internacional. De ahí, la importancia de la Declaración de Santiago de Chile –de la Primera Cumbre de la CELAC–, que expresa en su párrafo 21: "Destacamos el carácter latinoamericano y caribeño de Puerto Rico y, al tomar nota de las resoluciones sobre Puerto Rico adoptadas por el Comité Especial de Descolonización de las Naciones Unidas, consideramos que (Puerto Rico) es un asunto de interés de la CELAC." El MINH tiene tres pilares estratégicos: la lucha a nivel nacional, la lucha a nivel de las comunidades de puertorriqueños que residen en EE UU, y la lucha a nivel internacional. Es lo que hemos llamado el trípode de nuestra lucha. El fortalecimiento de la solidaridad internacional contribuye fuertemente al desarrollo de las otras dos patas del trípode.
–¿En Puerto Rico hay persecución al movimiento independentista? ¿Cuál es la situación de Óscar López Rivera, condenado desde 1981 en EE UU? 
–Desde el mismo día de la invasión a Puerto Rico, en 1898, el independentismo ha sido perseguido, encarcelado y reprimido por el imperialismo. Han criminalizado el ideal independentista, al punto de que un gran sector de la población siente temor de expresar su simpatía con el proyecto independentista. Hoy día, aunque con métodos más sofisticados, el imperialismo estadounidense, a través de sus agencias policíacas como el FBI, la CIA, el Tribunal de EE UU en Puerto Rico y la policía local, han continuado su política de persecución. El caso más dramático es el de Oscar López Rivera, quien lleva 32 años encarcelado en EE UU, acusado de "conspiración sediciosa". Es decir, de querer derrocar por la fuerza al gobierno norteamericano. No ha sido acusado y mucho menos convicto de ningún acto de violencia o daño a persona alguna. Sin embargo, lo han mantenido como rehén durante más de tres décadas, como disuasivo para desalentar la lucha revolucionaria del movimiento independentista. La comunidad internacional y particularmente la CELAC tienen mucho que aportar en la campaña de excarcelación que se desarrolla actualmente.
–¿Cómo cree que será 2014 en relación con la lucha por la independencia de Puerto Rico? ¿Piensa que a partir de la propuesta venezolana se reabrirá el debate sobre la independencia?
–Se vislumbra como un año de grandes adelantos en el proceso descolonizador y el nacimiento de la República de Puerto Rico, la más joven del Caribe y Latinoamérica. La propuesta venezolana ya consiguió reabrir el debate regional sobre la independencia. Ahora le corresponde a la CELAC poner al pueblo puertorriqueño y a su gobierno a mirar al Sur. ¿Pueden los países miembro de la CELAC expresar su disposición a asistir al financiamiento y desarrollo de la República de Puerto Rico? Sería interesante ese escenario. Lo fundamental es que el pueblo puertorriqueño vea, de una manera clara y precisa, que la salida no es una mayor integración a Estados Unidos sino, por el contrario, desligarnos de los depredadores de Wall Street e integrarnos al bloque económico de la comunidad latinoamericana y caribeña, una de las pocas regiones que experimenta un sólido desarrollo y crecimiento económico. La CELAC puede brindarle al país opciones que nos alejen de la dependencia, del secuestro económico al que nos ha sometido EE UU durante más de cien años. La CELAC puede ofrecernos que se desplomen las gríngolas que sólo le permiten a nuestro pueblo mirar hacia el Norte; y a través de esto acercarnos paulatinamente al proyecto de Betances, Hostos y Bolívar de integración antillana, caribeña y latinoamericana.

sábado, 25 de enero de 2014

El primer post del 2014 en El Baldío lo escribe JM de Artepolítica


Los dilemas del kirchnerismo

800px-Discurso_de_Cristina_Fernández_de_Kirchner_en_Plaza_de_Mayo,_1º_de_abril_2008
1.- Introducción
Han pasado más de diez años del inicio del kirchnerismo. Han sido diez años de crecimiento económico, reducción de la desocupación, incremento de los salarios reales, generalización de las jubilaciones y pensiones, subsidios a la niñez y juventud, nacionalización de empresas y servicios importantes, reparaciones de derechos, castigo a los culpables de crímenes de lesa humanidad, derechos a las minorías, visión latinoamericanista, entre otros tantos logros. Una casi ininterrumpida marcha hacia adelante, profundizando ese proyecto. Lo que nació como la decisión de favorecer una alternativa política no menemista terminó por adquirir una identidad propia, y hoy el kirchnerismo es el heredero de las mejores tradiciones del peronismo y de las luchas democráticas y populares.
Lo que nos interesa puntualizar ahora son las tensiones o dilemas a que se enfrenta el Gobierno Nacional de Cristina. Los dilemas son el resultado del desacomodo de ciertas variables importantes que han puesto en una situación más estrecha a un gobierno que por muchos años sólo supo de avances.
Ahora esa casi continua marcha ascendente se encuentra con mayores limitaciones. El conflicto con los terratenientes rurales en 2008 significó un retroceso, que luego se plasmó en la pobre elección de medio término de 2009. Hubo recuperación de la iniciativa, audacia en las decisiones, revitalización de la militancia juvenil tras la muerte de Néstor Kirchner y otras medidas que permitieron la reelección de Cristina en 2011 con el 54 % de los votos. Sin embargo, un conjunto de medidas que tomó Cristina tras haber ganado las elecciones de 2011 le enajenó el apoyo de algunos sectores sociales y ello ha desembocado en la también pobre elección de medio término de Octubre de 2013. Algunas eran inevitables, como las que impidieron la compra de dólares para atesoramiento, otras no tanto. Las analizaremos.
2.- La alianza de clases en que se basa el Gobierno Nacional
Nos interesa analizar la relación entre las medidas políticas y económicas tomadas y el alejamiento de sectores sociales entre la elección de 2011 y la de 2013, para ver qué se puede hacer hacia el futuro para concluir con éxito el período de Cristina (2015) y lograr la continuidad del proyecto político iniciado en 2003.
En términos de apoyo social, la diferencia entre el 54 % de Cristina en 2011 y el 33 % de las legislativas de 2013, está concentrada en el alejamiento de dos sectores sociales diferenciados: una parte de la clase trabajadora y gran parte de aquella fracción de las clases medias que habían apoyado en 2011. La fracción mayoritaria de las clases medias, así como la casi totalidad de la clase media alta y la clase alta, estuvieron siempre en contra del proyecto kirchnerista, y se expresaron políticamente en el radicalismo, el socialismo de Binner y compañía, el PRO, distintas expresiones peronistas y algunos partidos provinciales.
El alejamiento de parte de la clase trabajadora, en especial de una fracción de los obreros industriales sindicalizados, se debe básicamente a la ruptura de la alianza entre el kirchnerismo y el sindicalismo liderado por Hugo Moyano. No se trata de un tema menor ni circunstancial. Fue una decisión política que dijimos en su momento iba a traer cola y la trajo, con resultados negativos tanto en la esfera electoral como en los acuerdos sociales que fueron la base del armado político desde 2003.

No nos cabe la duda que la fracción moyanista de la CGT tiene intereses propios más allá de la representación sindical de sus asociados, y que esos intereses distan de ser santos, pero de allí a la ruptura hay una distancia importante que debería haberse evitado. La aspiración de Hugo Moyano a ser precandidato a presidente de la república era y es legítima. Por qué un obrero no puede aspirar a ser presidente del país? Lula en Brasil tuvo los quilates políticos como para conducir una coalición que fue creciendo, y luego de ser derrotado varias veces, llegó a la presidencia del país hermano.
Hubiese sido preferible que Hugo Moyano hiciese el recorrido, nuestra opinión es que no hubiese triunfado en las primarias porque no tiene las mismas cualidades que tenía Lula para liderar una alianza que es mucho más que el apoyo sindical.
La oposición de Cristina a que Moyano sea precandidato a presidente no debería analizarse desde el punto de vista “moral”, criticando al sindicalista por los “negocios non sanctos” (obras sociales, medicamentos, empresas de recolección de residuos, etc.). Si así fuese habría que analizar los quilates morales de todo el espectro de apoyo al kirchnerismo, desde la CGT oficial de Caló y la CTA de Yasky y sus maestros, los distintos gobernadores e intendentes, y así de seguido. El que esté libre de culpa que tire la primera piedra. Más aún, cuando se pierde un apoyo sindical, el centro de apoyo de un gobierno necesariamente se termina recostando en algún otro sector diferente, o peor, en menos sectores sociales populares.
Esa ruptura fue deliberadamente acelerada por Cristina. La consecuencia fue la imposibilidad de hacer acuerdos tripartitos (gobierno, empresarios, sindicalistas) que morigerasen los aumentos de precios y salarios, exacerbando la puja distributiva y el nivel de la inflación, para peor mentida por el Indec. En esa disputa, Moyano fue al frente de las reivindicaciones laborales por la reducción (él pedía de máxima la eliminación) del impuesto a las Ganancias a los trabajadores registrados y la universalización del salario familiar. Las reivindicaciones eran justas (aunque excesivas, pero eso era parte de la negociación irrenunciable para un sindicalista que se precie de tal). Años atrás, en 2009 había morigerado sus reclamos, y en 2011 combinó elevados reclamos salariales con apoyo político a Cristina en las urnas.
En 2013, con la previa ruptura de Moyano, una fracción minoritaria pero no despreciable de la clase obrera dejó de votar al Frente para la Victoria. En el caso de la Provincia de Buenos Aires ese desencanto con el FPV no se expresó en el voto a la lista en donde estaba Moyano (la de Francisco de Narváez) sino en el voto al Frente Renovador de Sergio Massa. La ecuación era sencilla: Moyano no atrae votos, ni siquiera de los gremios que lo apoyan, pero su oposición alcanza para alejar a parte de los trabajadores del kirchnerismo y dejarse seducir por la propaganda sibilina de un político oportunista, proveniente de la UCEDE e incrustado en el PJ bonaerense como es Sergio Massa.
Si esa sangría fue una herida autoinfligida por un error de apreciación del gobierno nacional, el alejamiento de parte importante de la fracción de las clases medias que había votado a Cristina en 2011 se debió a medidas en el plano económico, medidas inevitables aunque muy mal explicadas en su momento.
3.- La inflación, sus causas reales y sus consecuencias políticas
Desde hacía algunos años la inflación, del orden del 20 % al 25 % anual, y el atraso cambiario (menor devaluación que la inflación real) redoblaron la apetencia de las clases medias y altas para ahorrar en dólares en vez de en pesos. La inflación es en nuestro país, la consecuencia no deseada de la política de incremento de los salarios reales en que se embarcaron los distintos gobiernos K. En la puja de precios y salarios, hasta ahora – medidos inclusive con índices sobrevaulados como los del Congreso Opositor – indica persistentes incremento de los salarios reales. Esa mejora es evidente en las condiciones de vida de la mayoría de los asalariados, y se exterioriza en las ventas de automóviles, motos, electrodomésticos, celulares, refacción del hogar, comidas en restaurantes, vacaciones interiores y exteriores, ventas en supermercados y comercios de todas las categorías sociales.
Sin embargo, la consecuencia no deseada de ese incremento de salarios reales para la mayoría (no para todos) los asalariados, ha sido el mantenimiento de una alta inflación, con sus efectos deletéreos sobre un conjunto de actividades económicas. Si bien la mayoría de los trabajadores formales vio incrementados sus salarios reales, ello no fue así en los empleados estatales y fracciones importantes de los asalariados informales.
La inflación que es resultado de la puja distributiva, como ahora en Argentina, no tiene nada que ver con aquella que se produce como consecuencia de un desbalance pronunciado en las cuentas públicas (déficit fiscal) como el que precedió a la hiperinflación de Raúl Alfonsín (1989) y Carlos Menem (1990). El déficit fiscal actual es menor al límite que imponen los europeos por el tratado de Maastrich (3 %sobre el PBI) que ninguno de ellos cumple y sin embargo tienen inflaciones menores al 4 % anual. La cantinela de la ortodoxia económica sobre el déficit y la emisión monetaria como causantes de la inflación está totalmente equivocada. Tampoco adherimos a la simplificada tesis heterodoxa sobre el poder de los oligopolios para fijar precios como causante principal de la inflación. Esta es una explicación válida pero insuficiente. Al poder de fuego de los empresarios para remarcar, y cuanto más oligopolios más capacidad, se le debe añadir la formidable capacidad reivindicativa que tiene la estructura sindical argentina, una de las más poderosas de Latino América y quizá del mundo. La puja es eso, la lucha entre dos sectores sociales con alto poder de negociación y regateo. Si no se explicita el poder sindical no habría cómo explicar que los salarios nominales le ganan en general a los incrementos de precios produciendo el incremento de salarios reales. O “siempre ganan los monopolios” o “hay aumentos de salarios reales”, no se puede afirmar las dos cosas al mismo tiempo, aunque algunos kirchneristas que siguen las explicaciones de malos economistas heterodoxos lo hagan.
En lo que queremos concentrarnos es en los efectos indeseados de la inflación actual, al margen de las distintas causas que le atribuyamos como origen, como motivo adicional de alejamiento de las clases medias de nuestro proyecto político.
La apetencia por el dólar en períodos de alta inflación se explica por si misma pero además por la ausencia de instrumentos simples de colocación financiera en pesos que resguarden el poder adquisitivo de los ahorros en moneda nacional. Los plazos fijos, que varían entre el 13 y el 18 % en la mayoría de los casos, son percibidos como insuficientes frente a una inflación que no es el 10,8 % anual que dice el Indec y como consecuencia de la prédica de la prensa opositora y sus colonizados políticos, los ahorristas la sitúan entre el 25 % y el 30 %.
La demanda de dólares no fue permanente en los últimos diez años, sino que se ha ido acelerando a medida que las clases medias con capacidad de ahorro y el sector empresario comenzaron a percibir que el tipo de cambio se iba atrasando. El atraso cambiario fue el deliberado intento del Gobierno Nacional de usar la menor devaluación como “ancla floja” para morigerar el aumento de salarios y su repercusión en los precios. De la misma forma se ha usado hasta hace muy poco el congelamiento de los precios del transporte, el gas y la electricidad domiciliarias, básicamente en el conglomerado de Capital y Gran Buenos Aires.
Ese atraso, varios años de inflación de precios y costos por arriba de la devaluación nominal, determinó una menor competitividad del sector industrial, no así del sector agrario. Éste último combina la feracidad de las mejores tierras del mundo con el más avanzado paquete tecnológico y elevados precios internacionales. Aún con un nivel de retenciones a la soja del 35 % el complejo agrario es muy rentable, en especial en la zona núcleo. En efecto, ese complejo no se reduce solamente a “los productores”, sino que incluye una compleja trama de terratenientes, productores por contrato/pooles, fabricantes de semillas, herbicidas, fertilizantes, acopiadores, empresas exportadoras, fabricantes de implementos agrícolas, etc. etc.)
No es así para la mayoría de las producciones industriales que no están relacionadas directamente con los insumos del área agrícola pampeana. Producciones agrarias regionales y la industria en general vio deteriorada su competitividad, y ello se debió al doble proceso de atraso cambiario y reducción permanente de los precios industriales internacionales. Esto último es el resultado de la importancia de China en la fijación de los precios de cada vez más extensos segmentos de la producción industrial.
El gobierno venía, hasta 2012 inclusive, profundizando ese atraso cambiario, y ello quedaba patente en la creciente dificultad de obtener los superávit comerciales necesarios para poder hacer frente al pago de los servicios de la deuda externa (capital e intereses) y la remisión de utilidades de las empresas extranjeras. A la alta propensión a importar insumos en un desarticulado sector industrial, en especial en el ramo automotor, electrónica y bienes de capital, se sumó el creciente déficit energético, resultado de políticas tardías con respecto a YPF, que derivaron en su necesaria re-nacionalización.
Para evitar mayores dificultades externas, el gobierno comenzó hace varios años la administración del comercio exterior. En síntesis, dificultando las importaciones, sin lograr que ello produjese la sustitución virtuosa de esos productos en el país. Es que un industrial que sabe que el costo de un producto que recibe de China o Brasil, incluyendo el flete, los derechos de importación y los gastos de despacho, será más barato que la versión nacional que él podría fabricar. Para animarse a fabricarlo en el país necesita estar seguro que esa competencia externa no lo afectará. Ello es sólo posible por dos vías, la prohibición permanente de ingreso o un tipo de cambio tal que los haga más caros que los nacionales. La administración de comercio no era la prohibición permanente sino la lotería de abrir o cerrar compuertas por tiempos limitados, y ello no alcanza a decidir a quien no avizora, luego de la inversión, costos de producción competitivos.
Además de esta restricción al comercio el gobierno, luego de las elecciones de 2011, fue cerrando las posibilidades de compra de dólares con fines de atesoramiento. Fueron medidas parciales que se fueron sumando y cerrando las brechas, todas dadas con explicaciones falaces o incompletas. Esas malas o inexistentes explicaciones contribuyeron a enajenar más aún la poca voluntad de comprensión que hubiese tenido la clase media frente a esas medidas.
La corrupción, la inflación y la inseguridad como explicaciones del retroceso eleccionarios no son totalmente válidos, ya que el mismo sonsonete se viene aireando desde 2007 y no tuvo efectos en 2011. Son causas (reales o imaginarias) concurrentes pero que actuaron sobre los sectores que defeccionaron su voto al FPV básicamente por los motivos indicados más arriba, el alejamiento del sector sindical de Moyano y en las clases medias la imposibilidad de cubrirse de la inflación mediante la compra de dólares. Todo lo demás es por añadidura pero secundario.
Más aún, es secundario en la realidad aunque los que ahora no votaron al Gobierno puedan pensar conscientemente que los motivos fueron la tríada indicada arriba. La mayoría de las veces los motivos conscientes no son los motivos últimos que definen un voto. Creer que la gente vota a un candidato por las razones que dice en las encuestas sería una ingenuidad en la que no caeremos, un principio básico de psicología social.
4.- La situación a inicios de 2014
De esta forma llegamos al momento actual, en donde hemos perdido el apoyo de fracciones de la clase obrera y gran parte del apoyo que obtuviéramos de las clases medias bajas y media-media.
A estas dificultades políticas se le añaden las limitaciones económicas que enfrenta el gobierno, que pueden sintetizarse en la “restricción externa”, es decir la insuficiencia del superávit comercial externo para hacer frente a las obligaciones de pago de la deuda externa, remisión de intereses y utilidades. Es sabido cuáles son los elementos que se han ido empeorando en la ecuación que antes permitía holguras: crecientes importaciones de energía, mayor desbalance industrial, importaciones de partes y componentes electrónicos en Tierra del Fuego y saldo negativo en turismo al exterior son los más importantes.
A estas restricciones de tipo económico debemos agregar una muy importante y que no está originada en esa esfera sino en la política. Efectivamente, hay una deliberada acción de desestabilización económica originada en el sector agrario, incluyendo tanto a los productores como a las empresas exportadoras internacionales. El presidente de la Sociedad Rural Argentina lo ha dicho sin ambages: no exportar hasta que el tipo de cambio no sea el que ese sector reclama (directamente el blue). Resultado de ese pedido hay retenida una parte importante de la cosecha de soja de 2012/2013. Puede que parte esté en silos bolsa, puede que otra parte haya sido contrabandeada al Paraguay, que en el año pasado aumentó la exportación de soja en más del 60 %. A ello se sumó en 2013 la reticencia de las cerealeras de prefinanciar las operaciones en el exterior, retrasando el ingreso de dólares. El nuevo equipo económico ha tomado medidas buscando neutralizar este último problema.
Una de las medidas que ha tomado el nuevo equipo económico, y muy importante, es la aceleración de la devaluación diaria del peso, superando el 30 % en 2013 y acelerando su ritmo en las últimas semanas. El retraso cambiario que no se quiso reconocer a la industria está beneficiando en forma acelerada al sector agrario, que al menos en su zona núcleo no necesitaba. Va de suyo que esta política está devolviendo en forma progresiva aunque pausada, la rentabilidad externa de muchas producciones industriales y agrarias regionales. A esta aceleración de la devaluación diaria se añaden los intentos de aumentar la financiación externa por distintas vías que el endeudamiento en el mercado voluntario, que nos está esperando para hacer tronar el escarmiento sobre el alumno descarriado.
El desafío económico está en mantener un fluido comercio externo y generar ese superávit (del orden de los u$s 10.000 millones en 2014) sin tener que apelar al enfriamiento de la economía, ya que los primeros afectados serían el nivel de empleo y el salario real de los trabajadores. Todas las políticas económicas que está desplegando el Ministerio de Economía van en ese sentido, se verán los resultados.
El verdadero dilema que tiene el gobierno es cómo recuperar el apoyo del conjunto de la clase trabajadora y de aquella fracción de las clases medias que apoyara en 2011, si al mismo tiempo no puede, por la restricción externa, seguir “cebando la bomba“ del consumo sin caer en una reducción del superávit comercial externo.
Existe un sendero, muy estrecho, con sus inevitables derrapes, pero es posible recorrerlo. En ese sendero hay pasos absolutamente necesarios que desarrollar si se quiere tener éxito. Mientras Kicillof trata de mantener el frente externo dentro de los parámetros indicados el Gobierno debe intentar una vez más un acuerdo tripartito para ir reduciendo el problema de la inflación sin tener que apelar a un plan recesivo. Para ese acuerdo es absolutamente necesario que el futuro Índice de Precios Nacional Urbano que comenzará en febrero sea creíble y no disputado por los sectores sindicales.
Si el equipo económico tiene éxito parte de la batalla estará ganada. La otra parte es la más difícil: en los acuerdos tripartitos no sólo deben estar las centrales de Caló y Yasky, también las de Moyano y Michelli, o al menos la de Moyano. Para ello es necesario hacer cambios en el acercamiento político a estos sectores sindicales, para comenzar invitándolos a las negociaciones, ya que no hacerlo sólo puede exacerbar la inquina mutua. Este paso no garantiza la solución a los diferendos ni mucho menos. Puede que no logren en absoluto lo que su implementación busca. Pero no intentarlo nos deja menos margen para una política que nos permita recorrer estos dos años finales del gobierno de Cristina en forma exitosa y tener posibilidades ciertas de plantearnos una continuidad política.
Sólo si resolvemos el esquema de alianzas sociales en que se apoyará el FPV en estos dos años nos podremos plantear cómo avanzar con un candidato que nos represente en 2015. Las soluciones no son sólo económicas, son políticas. Si se tiene una fuerte política de alianza con las clases beneficiadas por el proyecto nacional, y sus representaciones orgánicas, es posible que las partes entiendan las dificultades económicas circunstanciales, como las que nos plantea la restricción externa con sus diversas causas. Eso fue posible en 2009 y 2011, habría que poder repetirlo antes de 2015.

Abuelas de la Plaza