domingo, 27 de abril de 2014

Que pasa en el Alto Perú.



A principios del siglo XIX, las informaciones acerca del primer grito libertario de América del Sur ocurrido en 1809 en Chuquisaca y La Paz sangrientamente reprimido por el poder colonial del imperio español tardaban tres semanas en ser conocidas en Buenos Aires. Viceversa, los sucesos de la semana que culminó con la destitución de Cisneros en Buenos Aires, el 25 de mayo de 1810, se conocieron en el altiplano más de un mes después de ocurridos.
En aquella época la información viajaba a la velocidad de los chasquis, montados en los caballos traídos en los barcos, desde Europa, por el invasor y con el mismo viejo sistema de postas preincaico.
Dos siglos después ni chasquis ni caballos son necesarios. Los imperios han trocado desde aquel español que se degradaba en el siglo de las revoluciones burguesas en América Latina hasta el norteamericano con su actualidad de clímax de inestabilidad en este convulsionado siglo XXI pasando por la expansión planetaria del intermedio británico desde fines del siglo XVIII a mediados del XX.
Montada en la dictadura del monopolio tecnológico y administrada por el capitalismo colonizador global, ahora la información llega antes a los centros de inteligencia de los poderes centrales desde donde es circulada y distribuida selectivamente a las capitales de la periferia previo proceso de lavado, decoloración y vaciamiento de contenido estratégico.
Tal es así que la semana pasada las agencias las agencias AP, AFP y EFE distribuyeron una información fechada en La Paz y reproducida por las cadenas de medios concentrados de Buenos Aires. Militares de bajo rango de las FAB, (Fuerzas Armadas de Bolivia) se habían manifestado marchando por las calles reclamando por reformas institucionales, en particular exigiendo la descolonización de las Fuerzas Armadas, la supresión del racismo interno, el acceso a estudios superiores a la par de los oficiales de alta graduación, ascensos de rango de suboficiales a oficiales, mejoras salariales, atención en hospitales militares en similares condiciones a los uniformados de alta graduación además de la ampliación del derecho al uso de sanitarios en los cuarteles donde existen sanitarios diferenciados de uso exclusivo para oficiales de alto rango y otros para sargentos y suboficiales. Finalmente el episodio concluyó con en la destitución y separación de las fuerzas de 702 militares de bajo rango (de un total aproximado de 8.000) bajo el cargo de motín y sedición.
Al respecto, los cables de las agencias imperiales señalaban que “... el inesperado desenlace que podría agravar una de las mayores crisis castrenses de la era del presidente Evo Morales.”
En este marco resulta sumamente significativo e interesante leer que mientras el comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas Bolivianas, declaraba públicamente que "... la discriminación no es pretexto para la sedición y promover un intento de golpe de Estado" y el Vicepresidente de la Nación, Lic. García Linera afirmaba “(El que) quiere deliberar, tiene derecho fuera de las FFAA, fuera de la Policía. Delibere, sea ciudadano, marche. (El que) quiere tener el monopolio de las armas legal, muy bien, venga a las FFAA, pero no delibere”, para la cadena BBC Mundo fue pertinente recoger la opinión de un experto en seguridad y fuerzas armadas de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA), el señor Adam Isacson, para quien no habría elementos como para calificar estas protestas como actos de sedición. "No es un acto de traición ni una acción que busca debilitar al Estado o derrocarlo" y que el principal reclamo de quienes protestan es que se "descolonice" la institución castrense, ya que "La mayoría de los oficiales son mestizos o de descendencia europea, mientras que los militares de bajo rango son casi en su mayoría quechuas o aymaras.”
Por otro lado las organizaciones sociales cercanas al gobierno del presidente Evo Morales como la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia, la Central Obrera Boliviana (COB) y la Coordinadora Nacional por el Cambio (Conalcam), no dudaron en considerar las protestas como un "intento de golpe de Estado" y aseguraron a través de un documento que las protestas tienen objetivos y fines "contrarrevolucionarios".
Pero... ¿se trata de un alzamiento desestabilizante, como afirman las autoridades castrenses, o es un simple reclamo por ampliaciòn de derechos de parte de unas minorías subalternas?  Probablemente ni lo uno ni lo otro sino ambas cosas simultáneamente y otras más. Es que la realidad nunca es simple y lineal.
Los cables de la semana pasada mencionan que “ ...en 1952 fuera desarticulado el Colegio Militar, (...), por una revolución nacionalista que identificó a la institución como enemiga de los movimientos populares.” y agregaEl instituto fue repuesto años después con nuevas reglas, aunque nunca dejó de ser elitista y propició decenas de golpes de Estado.”
De lo que no hacen mención, esos cables es que aquella revolución nacionalista de abril de 1952 se produjo en una Bolivia atravesada por un sistema social y político elitista, racista y decadente que se desintegraba y con una economía pauperizada y dependiente de las exportaciones de Estaño estancadas por la caída de los precios internacionales al fin de la guerra. Tampoco comenta que fue un alzamiento popular masivo encabezado por los dirigentes medios y las bases del MNR (Movimiento Nacionalista Revolucionario) que con la activa participación de los obreros mineros organizados por sus sindicatos, lanzados al asalto del poder contra el ejército regular y la policía y luego de tres días la lucha en las calles, logran una victoria militar total para la revolución. La derrota de las Fuerzas Armadas y de Seguridad Bolivianas es histórica y contundente. Los alzados desarticulan no ya el Colegio Militar como reza el cable sino a las Fuerzas Armadas en su conjunto mientras las milicias populares revolucionarias se mantienen en custodia de los territorios, objetivos y posiciones ganados.  Ese período de la historia de Bolivia se extiende con innumerables vaivenes hasta 1964 cuando, atrapada en sus propias contradicciones y ahogada por falta de recursos financieros termina por ceder ante el DoS de EEUU y las condiciones del FMI una de las cuales es la desarticulación de las milicias populares, la salida de los sindicatos de la gestión de las empresas públicas y la reorganización de un Ejército Nacional regular funcional a las políticas hegemónicas imperialistas. Recomienza entonces un triste recorrido hacia gobiernos de derecha que apoyados nuevamente en las fuerzas armadas ocupantes retornan a la sociedad boliviana a su oscuro destino de pobreza y sufrimiento por lo menos hasta el advenimiento de las reformas del gobierno del presidente Evo Morales, el primer indio en alcanzar ese cargo en nuestra América.
Tampoco reza en los cables mención alguna acerca del abyecto racismo separatista de aquella sociedad que la atraviesa desde sus mismos orígenes pre-coloniales inclusive hasta hoy. Como dice Herbert S. Klein en “La Revolución Nacional, 1932-1964”, (Data Revista del Instituto de Estudios Andinos y Amazónicos, Nº 3, La Paz, 1992.) Bolivia era un “... típico estado racista en el cual el campesinado indio de habla no castellana estaba controlado por una pequeña élite blanca de habla castellana, [que] se basaba en último término en la violencia más que en el consenso.”
En toda la historia moderna de Bolivia incluidas las revoluciones sociales de tinte popular, las minorías indígenas, que eran mayoría, fueron siempre subalternizadas y dejadas de lado al momento de la toma de decisiones y la ampliaciòn de derechos. El pensamiento hegemònico iluminista y eurocéntrico, incluidos el socialismo y el marxismo, permeó siempre desde las élites oligárquicas blancas y esclarecidas hasta las capas medias letradas, mayoritariamente mestizas, que fungían de operadores administrativos de aquellas. Mientras tanto, los indios que representaban al 80 % de la población quedaban sistemáticamente por fuera de todo. Más de 500 años fuera de todo.
Es por eso que cuando los militares movilizados impulsados por los agentes de la USAID, la CIA, o el Dos norteamericano salen a reclamar por la descolonización y contra la discriminación en las Fuerzas Armadas probablemente estén al mismo tiempo, luchando por la ampliación de unos derechos que les corresponde y simultáneamente efectuando una acción subversiva y golpista.
El pasado sábado 26 de abril, el Presidente Evo Morales Morales recogió las demandas de los pueblos indígenas del Beni para cristianizarlos en proyectos que ayuden a erradicar la extrema pobreza en el Territorio Indígena Parque Nacional Isidoro-Sécure (TIPNIS). Tal vez ahora la historia sea diferente. 



sábado, 12 de abril de 2014

Paro Nacional


La caja

 

Este jueves pasado se llevó a cabo en nuestro país el segundo paro nacional contra la administración kirchnerista según lo informan los medios masivos de comunicación. En este caso el paro fue convocado por tres de las cinco centrales obreras argentinas identificadas ahora como opositoras al Gobierno Nacional de CFK. Dichas entidades son la CGT Azopardo liderada por Hugo Moyano, ex aliado K, hoy ofendido opositor, la CTA que encabeza Michelli otro ex, hoy opositor neto autodefinido “progresista” y por fin la CGT Azul y Blanca organizada alrededor del gremio que controla el reconocido dirigente-empresario menemista gastronómico Luis Barrionuevo nunca K y hoy massista de la primera hora.

Hugo Moyano declaró en una entrevista para los medios que “Tenemos ocho puntos que venimos reclamando y no se han escuchado como las paritarias libres, el mínimo no imponible, la inflación y devaluación que llevo a cabo el gobierno y que quiere que la paguen los trabajadores, un aumento a los jubilados, la asignación familiar por hijo, y la inseguridad, los trabajadores tienen temor de salir a su casa o de volver, toda esa cantidad de reclamos es lo que nos llevó a tomar esta determinación”.

Por su parte Barrionuevo, su alter ego en esta suerte d empresa transitoria, acotaba: “Este es un gobierno que ya se va”. Al mismo tiempo, el progresista Michelli, tercer triunviro en ese trío no demasiado homogéneo, aconsejaba: "quien quiera ir a trabajar o a carnerear que vaya caminando". Finalmente los líderes convocantes dejaron en claro que no habría ni movilizaciones ni actos públicos con oradores, solo una conferencia de prensa al final de la jornada.

Así fue que comenzó el fuerte paro nacional de transporte en los principales centros urbanos.

Es muy interesante revisar el contexto en el que las declamadas reivindicaciones se realizan ya que este año, todos o casi todos los gremios habrán discutido, negociado y acordado sus remuneraciones y contratos de trabajo con sus respectivas patronales en paritarias libres tal como lo vienen haciendo desde hace años. Es también muy revelador el discurso que pone en la voluntad del ejecutivo la supuesta decisión de inflacionar la economía y devaluar la moneda cuando resulta bastante claro que, la primera es la consecuencia de la furibunda remarcación de precios que, por voluntad de dueños y gerentes, aplican las empresas privadas dominantes en el mercado para aspirar todo el excedente posible del bolsillo del “trabajador - consumidor” mientras que la segunda es la consecuencia de un largo e intenso ataque especulativo de los factores de poder económico y político sobre la economía de todos pretendiendo con eso desgastar al gobierno y preparar así el terreno para la reacción conservadora que pretenden y esperan instalar para el 2015 sino antes.

El reclamo de un aumento para los jubilados es una cuestión en abstracta. Es malicioso y oportunista reclamar por ello con un paro nacional cuando por voluntad y acción de este gobierno y por primera vez en la historia de nuestro país, los jubilados reciben por ley ajustes periódicos dos veces por año lo que llevó los beneficios jubilatorios a niveles nunca antes soñados por nuestra sociedad.

Respecto al muy actual y remanido tema de la inseguridad vemos que el triunviro gremial temporario no se está refiriendo a la situación de corrupción estructural, connivencia y gerenciamiento del delito por parte de amplios sectores de las fuerzas de seguridad autonomizadas y en alianza táctica con el sistema judicial e intereses políticos y económicos bastante específicos. No se refiere Moyano tampoco a la comisión de delitos económicos o relacionados con el narconegocio internacional. Se refiere sí claramente al delito doméstico, minorista, callejero, al delito que visibilizan e instalan hasta el hartazgo los medios masivos de comunicación con sus reiteraciones diarias infinitas que percuten sobre las cabezas de involuntarios, desprevenidos y angustiados receptores en salas de espera, bares, kioscos, dormitorios, comedores, taxis, redes sociales, etc. y esto ridículamente ocurre justamente cuando se difunden informaciones serias que colocan a nuestro país entre los de más bajo índice delictual en toda América.

Quedan sí un par de reclamos a considerar, la baja del mínimo no imponible y la expansión de beneficiarios a las asignaciones. No serían éstos logros de imposible resolución en un diálogo entre partes si no fuera porque quienes enarbolan el reclamo parece que no desean eso - el diálogo. De todas formas ambos casos están siendo evaluados por el ejecutivo nacional desde mucho antes del reclamo que motiva el paro y no sería raro que éste solo haya logrado retrasar por razones simplemente políticas la aplicación de algunas reformas.

Quedó por fuera del análisis otro reclamo, que si bien acompañó a los anteriores y tal vez sea uno de los más importantes para Moyano y sus aliados, queda subalternizado por tener menos rating mediático. Es el dinero de las Obras Sociales, la caja de los gremios, que actualmente regula el estado nacional y una de las cuestiones básicas en todo este conflicto.
Los verdaderos problemas que aquejan a cientos de trabajadores y a todos aquellos ciudadanos marginados estructurales que ni huelga pueden hacer por carecer de uno siguen sin tratarse seriamente ni resolverse favorablemente especialmente gracias a que quienes se erigen en sus representantes y defensores prefieren mostrarse en la vidriera política ofreciéndose al mejor postor antes que trabajar consciente y lucidamente en pos la causa de los mas vulnerables.

domingo, 2 de febrero de 2014

No tenía por todo documento mas que su memoria - J. L. Borges

Groundhog Day

Dos de Febrero de 2014. Ya es la hora.

Hace unos diez años se estrenaba una interesante película titulada Groundhog Day traducida al español como El día de la marmota protagonizada por Bill Murray.

En ella, Phil, el anunciador del clima de una cadena de televisión, es enviado un año más a un pequeño pueblo a cubrir la información del festival del Día de la Marmota que allí se celebra cada año. Por razones que se desconocen Phil y su equipo se ven sorprendidos por una tormenta que les obliga pernoctar en el pueblo. A la mañana siguiente, al despertarse Phil, comprueba atónito que comienza otra vez el mismo "Día de la Marmota" que había terminado la noche anterior. Exactamente el mismo. De esta manera el personaje, ve transcurrir los mismos sucesos diarios cada día siendo él el único que es consciente de ello mientras que los demás inadvertidos de la anomalia observan asombrados las rarezas que este produce al saber anticipadamente lo que va a ocurrir.

El día de la Marmota se festeja realmente cada 2 de Febrero en la localidad de Punxsutawney, en el estado de Pensilvanna - USA.

Este Enero de 2014 anduve recorriendo algunos caminos y localidades de nuestra Patagonia, respirando un aire bastante menos enrarecido que el de estaintoxicada e intoxicante Buenos Aires dicho esto en todo sentido. Aprovechando los interminables y silenciosos atardeceres de nuestra cordillera austral para leer un libro que recomendó Leopoldo Moreau en Facebook. Es "En el ojo de la tormenta" de Mario Rapoport, licenciado en economía politica de la UBA  y doctor en Historia (La Sorbona - París) entre otras pequeñeces.

Muy recomendable lectura ésta para los no especialistas interesados que deseen aprender y comprender la historia de la economía moderna y su impacto en nuestra sociedad en el presente. Algunos párrafos parecen haber sido redactados hace menos de quince minutos.

Me sorprendió desde el mismo inicio con el epígrafe que el autor elige para la introducción de su trabajo: "No tenía por todo documento mas que su memoria" de J. L. Borges.

Es de la memoria de lo que quisiera hablar. Esa memoria que le permite al protagonista del dìa de la marmota darse cuenta de lo que està ocurriendo mientras todos los demàs parecen sufrir de una amnesia inexplicable.

En el Capítulo IV del libro de Rapoport - El estado en la economía nacional - el autor hace un revelador repaso de los diferentes estadíos por los que pasó la economía en nuestro país y a la par describe la relación entre los factores de poder y el estado a lo largo del tiempo. 

Es algo asì como el dia de la marmota. Los hechos històricos y los actores que los porducen son siempre los mismos y se repiten una y otra vez casi sin variaciones.

Descubrimos por allí que las politicas en favor de un estado intervencionista se alternan cíclicamente con las de un estado liberal como en una calesita que maneja siempre el mismo dueño. Liberal cuando las variables macroeconómicas favorecen la recolección de utilidades extraordinarias que van a parar siempre a unos pocos bolsillos privados y luego, cuando los tiempos son desfavorables y las deudas privadas se tornan agobiantes aparece un estado intervencionista y regulador que socializa dichas pérdidas para que las soventen los que menos tienen. 

Para los que creen que esta cuestión fue una novedadde aparecida de un repollo que estalla en 2001 es menester que tomen en cuenta que situaciones similares se han estado produciendo cíclicamente a lo largo de casi toda nuestra historia convirtiéndose en una suerte de columna vertebral de ésta y que termina por explicar hechos como el reciente ataque especulativo de la Shell coincidente con el lock out de los terratenientes agroexportadores.

Con mayor o menor tecnología asociada casi casi que nada nuevo hubo desde antes de 1810 a la fecha.

Desde aquellos tiempos la entonces incipiente burguesía terrateniente criolla de origen español primero y luego, ya transcurrida buena parte del siglo XIX y a hasta principios del XX después, los advenedizos nuevos ricos constructores de la nación liberal capitalista dependiente, las clases dominantes hicieron lo que vienen haciendo hasta hoy. Esto es copar y mantener el control de los mecanismos del estado sin importar los medios y ponerlo a su servicio a costa del esfuerzo de las clases subalternas, verdaderos productores de riqueza. 

Es que la ampulosamente llamada Revoluciòn de Mayo solo fue un golpe de estado polìtico de caracterìsticas burguesas que en nada modificò el modo de producciòn y apropìacion de la riqueza. Mantuvo la exclusiòn colonial de las clases subalternas, pobres, mestizos, indios, iletrados y no propietarios mientras consolidaba el poder politico y la riqueza en manos de unos pocos. Mucho ruido repùblicano pocas nueces democràticas.

En el capítulo dedicado a analizar la forma en como se estructuró el sistema financiero y la creación del Banco Central de nuestro país, Rapoport enumera no menos de cinco crisis financieras ocurridas entre la de 1873 y la globalmente famosa de 1929. En todos los casos los poderes fácticos operaron el sistema político, jurídico y económico en su estricto beneficio sin importar aquella discusiòn teòrica y acadèmica sobre estado intervencionista o estado liberal. Todo sirviò para asegurar el status quo. Los ricos tienen derecho a serlo y los pobres pagan por ello.

Fue y sigue siendo la presencia dominante y bruta de una burguesía terrateniente y comercial aliada a los intereses del capitalismo global dominante que se dedican a la expoliaciòn de riquezas naturales y fuerza de trabajo. Nada mas que eso. Nada de ideas, ni razonamientos, ni argumentos, solo fuerza bruta y no otra cosa. 

Esa es la ùnica ideologìa de las clases dominantes y es por ello que resulta inútil y estéril sostener un dialogo democrático con éllas o sus representantes e interemediarios mientras las clases subalternas deban someterse a sus condiciones de dominación por medio del sistema económico de producción.

El caso es que por estos dìas veo, presencio, escucho y hasta intervengo en larguìsimas discusiones entre enfervorizados contendientes que gastan su tiempo tratando de vencer argumentalmente al otro pretendiendo demostrar ya sea las bondades del estado intervencionista o de las polìtcas del laissez faire liberal. 

La historia se repite sin variaciones como si fuera la primera vez que los hechos ocurren de este modo, tal como en la pelicula y yo me siento un poco como Phil. ¿Que hago repitièndome cada dìa en este circuito estèril?

Falta la memoria. Aùn aquellos que dicen honrarla olvidan ràpidamente el peso de lo ocurrido y las experiencias vividas para terminar proponiendo lo mismo que sus oponentes circunstanciales, es decir unas falacias infundadas basadas solo en resentimientos y ofensas que terminan siendo todas funcionales a que nada cambie.

Hasta la pròxima.

jueves, 30 de enero de 2014

Recuerdos y escritos del terror

Texto publicado en Hoydía.com bajo el título Recuerdos y escritos del terror
que hace referencia al trabajo de Laura Giussani en la Biblioteca Nacional  donde está recopilando correspondencia de la época de la dictadura civico militar.

Testimonios 

La periodista Laura Giussani recopila en la Biblioteca Nacional la correspondencia entre presos políticos, militantes y sus familiares durante la última dictadura cívico-militar
por Clarisa Ercolano


Cuando la madre de Laura Giussani, la periodista Julia Constenla, murió en 2011, en su casa comenzaron a abrirse cajas con cartas, textos, fotos, papeles y memorias. Allí, a un costado del olvido, estaba la correspondencia entre sus padres desde el exilio en Estados Unidos, y las suyas, desde Italia. Ese fue el disparador, la excusa de Laura para volver a resignificar el duelo una vez más. Pensó entonces en “Cartas de la Dictadura”, fue a la Biblioteca Nacional y habló con Horacio González, su director. Allí se enteró de la existencia del espacio de Archivos y Documentos Particulares y comenzó la idea de una colección con donación de documentos familiares destinados a investigación periodística y de historiadores, con eje en el intercambio de las cartas durante la última dictadura.
Ahora, cartas escritas desde la sombra de la detención, la angustia del exilio o la insoportable clandestinidad entre 1976 y 1983, se reúnen en ese espacio documental que no sólo es histórico. Las miradas de las familias, amigos, vecinos, relatan en primera persona el espanto por un país donde el terror parecía no saciarse nunca.
“Esta colección se encuentra abierta actualmente a la recepción de nuevos materiales para todas las personas que estén dispuestas a donar sus epistolarios de aquella época”, cuenta Laura, hija de un matrimonio de periodistas exiliado en la dictadura, quien después de ordenar sus propias cartas comenzó a recibir material de militantes, familiares, amigos, intelectuales, hasta reunir más de 700 donadas por 16 familias desde el 2011. El exilio de su familia sobrevino después de que la casa en la que vivían en el Tigre fuera allanada casi al mismo tiempo que la de su vecino y colega Rodolfo Walsh, luego asesinado en 1977.
“Todo esto es el resultado de todo lo que había en una casa de periodistas: diarios, documentos, cartas que nos enviamos en nuestros exilios, un material histórico con Ernesto Sabato, en donde mis padres le decían que se exiliara”, describe Laura. Y agrega que “si alguien quiere hacer una investigación sobre los intelectuales de los años ’70 allí hay, por ejemplo, documentos de David Viñas, Silvio y Arturo Frondizi, Dardo Cúneo, entre otros”. El proyecto original se llamaba “La historia en una caja de zapatos” y buscaba armar una base de datos para ordenar las cartas según temas de interés.
Ahora, Laura asegura que es un archivo histórico ilimitado, “no se cierra el tiempo para donar material; la biblioteca es un buen lugar para conservarlas porque muchas cartas se perdieron o deterioraron por las idas y venidas o por estar mal guardadas”.
Quienes entregan sus cartas agradecen el espacio y que se considere a su vida o a la de los suyos como una pieza más de la historia que no se reserva solamente a los que trascendieron por su fama o por su postura política. “A veces al común de la gente le cuesta comprender cómo vivimos y sobrevivimos en ese entonces. Leyendo las cartas entendemos la muerte y el horror de la época pero vemos además la vida, los lazos afectivos que hicieron que pudiésemos sobrevivir, la solidaridad, las familias acompañando”, resume.
La historia de Laura y las cartas cruzan su vida, desde su exilio en Italia con sus hermanos cuando con 16 años se enteraba por carta de que una amiga había muerto por una bomba que le explotó en las manos y también por carta le contaban de fusilamientos en el cementerio de Lanús, mientras algunos medios hablaban de “presos muertos en intentos de fuga”. Esa historia que hoy ordena, recopila, amplía, como una reserva indispensable de la memoria.

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Abuelas de la Plaza