jueves, 3 de enero de 2008

Derechos humanos - EEUU. 5 años de torturas en Guantánamo.

Cerrado por Vacaciones

Vamos a tomarnos unas vacaciones.

Sí, un descanso.

La idea es reflexionar sobre la vida, el hombre, sus costumbres, su historia, sus pensamientos, sus acciones.
Pensar, pensar si realmente somos seres superiores o simples animales tecnológicos, circunstancialmente dominantes.
Solamente unos dignos competidores de las cucarachas, los tiburones, las ratas y alguna otra clase de bicho ciego, desesperado por alimentar sus apetitos y difícil de ser destruído.
Claro que veremos si somos capaces de durar tanto como aquellos sobre la superficie del planeta.
Estimo que apenas somos algo mas que unos simples sucios primates lampiños que nos especializamos en crear artefactos para destruir toda cosa viva o muerta sobre el planeta a mas de llenarlo de nuestros propios desechos.
Todos los que nos hemos tomado el trabajo de tratar de revisar un poco mas o un poco menos los registros históricos y prehistóricos de nuestra especie y los hemos correlacionado con los tiempos presentes podemos sacar una única conclusión.
No existe avance ni evolución alguna desde que el hombre es tal. Ninguna diferencia. No existe la menor prueba de que seamos merecedores de primacía alguna que no sea la de ser la circunstancial plaga dominante del planeta durante este perído de la eternidad. Apenas un suspiro de los dioses.
Nuestra única superioridad queda plasmada por la continua y sádica compulsión a matar y destruir.
A matar a nuestros semejantes ante todo, después a todo ser vivo que encontremos por delante, luego a destruir todo lo que no vive ni se mueve y finalmente cubrirlo todo con nuestros propios excrementos.
No hace falta que nos remitamos a crímenes, torturas, genocidios, contaminaciones, deforestaciones masivas, destrucción de ecosistemas, limpiezas étnicas y otros etcs.
En verdad, no nos consta que los dinosaurios, o los celobites, o los pájaros bobo, tuvieran una mínima consciencia y capacidad de autoevaluar sus propias acciones.
Más quisiera yo que el hombre tampoco.
Todo sería mas simple.
Nacer, cazar, comer, beber, procrear, matar y morir, como cualquiera otra especie.
NO!
No es así.
Nosotros tenemos (parece) la capacidad de articular palabras y por lo tanto pensar, (dicen que es todo una sola cosa) al pensar podemos emitir juicio y parecer.
De allí a la consciencia un solo paso.
¿Y luego?
Nada.
Peor que nada.
¿Para qué la consciencia?
Solo para separar a los mas aptos de los menos.
Aquellos que pueden, destruir, torturar, matar a sus semejantes aún teniendo plena consciencia de lo que hacen, son los mas fuertes, son mas aptos y son los que dominan el espacio vital, son los que quedan y ocupan el lugar y se reparten los recursos para sí y su progenie.
En cambio aquellos que por el remordimiento de sus consciencias no pueden hacerlo, a la larga serán destruidos ellos mismos y/o sus progenies de forma que solo los mas bestiales sobrevivan.
Pruebas.
Hay mas esclavos el el siglo XXI que en toda la historia de la humanidad. Eso debiera bastar como prueba.
Las naciones mas ricas del mundo gastan enormes fortunas en armamentos, tanto mas son los muertos de hambre y enfermedades evitables.
Dichas naciones tienen gobiernos democráticos que supuestamente son apoyados por sus pueblos.
Por ,lo menos son muchas las voces que así lo certifican.
Las guerras por diferencias religiosas son cada vez mas cruentas y frecuentes.
La hipocresía se enseñorea sobre la faz de la tierra.
Nuestro vecino, nuestro pariente, nuestros hijos y nuestros padres se molestan mucho más por el cambio del huso horario que el gobierno promueve para ahorrar energía que por la aun impune desaparición forzada de 400 bebés durante la dictadura.
La inseguridad real y la sensación de inseguridad se miden separadamente.
Una habla de los robos y asesinatos reales, la otra de la venta de puertas blindadas, programas de TV, servicios privados de vigilancia, etc.
En verdad, nadie está interesado por la vida, por el amor, por la caridad.
Todos estamos pendientes por el próximo soplo de aire que entra en nuestros pulmones y por el siguiente trozo de comida y el próximo sorbo de agua.
Nada mas lejos. Nada mas elevado.
Nadie cree necesario pensar en esto.
Ni vos.
Ni siquiera yo.

Me voy a tomar una vacaciones para pensar.

jueves, 13 de diciembre de 2007

Nef des vous - EL QUE COMENZÓ POR COMERSE LAS UÑAS

De todos los navíos novelescos o satíricos el Narrenschiff (Brandt – 1497) es el único que ha tenido existencia real, ya que sí existieron esos barcos que transportaban de una ciudad a otra sus cargamentos de insensatos.

Encerrado en el navío de donde no se puede escapar, el loco es entregado al río de mil brazos, al mar de mil caminos, a esa gran incertidumbre exterior a todo. Está prisionero en medio de la más libre y abierta de las rutas: está sólidamente encadenado a la encrucijada infinita.

¿Por qué hacia el siglo XV aparece tan bruscamente en la literatura y la iconografía la formulación del tema?

¿Porqué nace un día, un día preciso, esta barco?

A partir de ese momento, la separación ya está hecha, la visión cósmica y la reflexión moral, la tragedia y la crítica irán separándose cada vez mas.

Por un lado habrá una Nave de los locos, cargada de rostros gesticulantes, que se hunde poco a poco en la noche del mundo y por el otro habrá una Nave de los locos que forme para los sabios la Odisea ejemplar y didáctica de los defectos humanos.

Por un lado la fuerza primitiva de la locura, revelación de que lo onírico es real, por el otro la locura que queda atrapada en el universo del discurso, se refina, se desarma. La que desaparece cuando aparece lo esencial, la justicia y la verdad.

M.Foucault, Fragmentos de “La nave de los locos”, Primera parte, Stultífera Navis

Me pregunto, ¿cuál será mi Nef des fous?

¿Por qué mares estoy navegando sin tener consciencia, qué puertos me están negando la entrada, qué marinos custodian mi locura, quienes son los que me acompañan en mi viaje sin final?


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Hablando de locos, les adjunto para deleite de finas sensibilidades otro poema de Javier Villafañe

EL QUE COMENZÓ POR COMERSE LAS UÑAS


Empezó por comerse las uñas

después se comió las manos

el codo

la espalda

el vientre

las rodillas

los pies

Se quiso ir

y se buscaba en la silla

debajo de la mesa

en el ropero

detrás de la puerta

en la sombra de la pared

en la calle

y no estaba.


de "El gran paraguas, Ed. La Rosa Blindada, Buenos Aires, 1965



lunes, 10 de diciembre de 2007

ESA MUERTE NUNCA DEBIÓ OCURRIR


La crónica dice que hoy por la mañana fue encontrado muerto el represor, torturador y genocida Héctor Febres, en la habitación de la base de la Prefectura Naval en Tigre donde estaba detenido.

Parece que el criminal que estaba siendo juzgado tenía antecedentes de problemas cardíacos. Los guardia-cárceles lo encontraron muerto en su cuarto cuando entraron a las 10.30 de la mañana, extrañados porque no había salido a desayunar.

El próximo viernes iba a recibir sentencia.

No tendría que haber muerto.

Es la peor noticia que podríamos haber recibido. Lo lamentamos profundamente.

La muerte del ex prefecto será investigada. La querella sostiene que se deberá constatar si fue muerte natural o violenta.

Todo es posible y deberá investigarse, pero natural o violenta ESA MUERTE NUNCA DEBIÓ OCURRIR.

El delincuente genocida, para el caso, infame traidor a la patria, alias “Selva”, quién ensució el uniforme que le dimos para defender a nuestra sociedad con la sangre de los jóvenes, mujeres, niños, ancianos, que secuestró, torturó, asesinó y les robó desde la identidad hasta sus bienes; ese mismo “Selva”, decíamos, con su muerte natural o violenta, se va de este mundo sin ser juzgado, sin ser condenado y sobre todo sin confesar el destino de los niños que aún hoy están siendo desaparecidos por él.

Es terrible, ya que el crimen seguirá cometiéndose cada día mientras él ya está muerto.

El robo de identidad, la desaparición de esas personas que nacieron en cautiverio es un delito que cada día ocurre nuevamente.

Cuando esos bebés, ahora hombres y mujeres, se despiertan cada mañana siendo otros y no los que debieron ser, el crimen se comete nuevamente como un mítico ritual demoníaco.

Cuando alguno duda ante el espejo y ve que sus rasgos no coinciden con los de papá y mamá, cuando se dicen a sí mismos que nunca se harán un examen de ADN, el crimen se perfecciona.

Cuando esos desaparecidos cotidianos reflexionan y concluyen que esa mamá y ese papá no pueden ser apropiadores de bebés, el drama alcanza su máxima intensidad y el verdugo ya muerto sonríe y goza del placer perverso de su obra cumplida.

Cada niño nacido en cautiverio es hoy un hombre o una mujer que permanece desaparecido bajo una identidad falsa y representa el éxito del trabajo inmundo del sucio represor, éxito que nos insulta cada día.

Mientras no se hayan recuperado las identidades de todos esos niños, nuestra sociedad no podrá construir nada bueno, nada sano, nada.

Queda por agregar que para algunos de nosotros que creemos en el arrepentimiento y el perdón como herramientas fundamentales para la convivencia humana, en su huída final, Héctor Febres nos robó también la posibilidad de perdonar, ya que él nunca podrá arrepentirse y sin su arrepentimiento, el perdón no tendrá lugar.

Esta es otra consecuencia de la impunidad.




Abuelas de la Plaza