martes, 28 de agosto de 2012

muchos incluso aprovecharon para pasarse a gas


En el habitual marco de estupideces que, para variar, se difundieron acerca del caso Bonelli y la pública crítica presidencial, leemos en  A todas las voces que entre los 12 periodistas que manifestaron su opinión al respecto hubo algunos quienes previsiblemente  "repudiaron" los dichos presidenciales,
Ellos fueron: el editor general Ricardo Kirschbaum, Eduardo Van der Kooy, Susana Viau y Darío Gallo. Esa posición irreductible también fue abonada por el periodista Fernando Laborda, de La Nación.
 hubo quienes además de repudiar "reflexionaron" acerca del tema,
Entre quienes además de criticar a la mandataria, decidieron hacer reflexiones sobre la actividad periodística se pudo leer a Daniel Santoro (Clarín), Fernando González (actual director de El Cronista Comercial y ex editor de Clarín), Pablo Sirvén y Carlos Pagni (ambos La Nación) y Roberto García (ex Ámbito Financiero, hoy columnista de Perfil).

y por fin solo dos que "reflexionaron profundamente"
... hubo sólo dos expresiones más profundas: (...) el CEO de Perfil Jorge Fontevecchia y el columnista de Página/12, Horacio Verbitsky, no dudaron en plantear problemas de fondo ligados a las prácticas non sanctas.
 Si nos atuviéramos a lo que sostiene DsD, solo estos 12 individuos de todo el universo de personas que ejercen dicha profesión expresaron sus opiniones publicamente sobre los dichos presidenciales.

Vemos que aparecen Clarín, La Nación y Perfil de un lado y el solitario Página 12 del otro como los soportes y plataforma de opinión de éstos 12 apóstoles de la profesión que hoy por hoy se disputan ese espacio de ser productores de "discurso de verdad" en la prensa escrita como si allí y en ellos se acabara ese mundo. Claro que hay muchos periodistas mas, para el caso invisibilizados por acciones u omisiones propias o ajenas, que de una u otra forma también opinan aunque no figuren en esa lista.

Casualmente en DsD encontramos una opinión aunque no lo parezca sobre el caso Bonelli  en "Un editor de Clarín y una carta ..."

Heller agregó que luego de eso llegó “la montaña rusa del tole tole con el planeta K, y el horror: el prestigio de una marca tan querible como las tostadas en la mesa del desayuno familiar deslizándose por un tobogán sin fin”.
Y aseguró que mientras eso ocurría “muchos editores y periodistas del diario parecíamos estatuas de sal, o un ejército de terracota de esos monitos que no oyen, no ven, no hablan. Escudados en la idea de que era una pelea ajena, los que no somos cruzados de una guerra lejana que ni entendíamos hicimos la más fácil. Esperar. Amparados en el NS/NC, muchos incluso aprovecharon para pasarse a gas”.
Luego afirmó que se despidió “en paz” de las autoridades periodísticas del matutino.
El punto principal no es que algunos, (muchos, demasiados), cagatintas hipócritas comerciantes como Bonelli, que ni siquiera inventó su rubro, operen descaradamente desde su profesión con el simple y único objeto de enriquecerse. Esa clase de personajes miserables parece que siempre existirá en toda actividad humana.

El problema es que existen muchos mas que ante " ... la montaña rusa del tole tole ..." con cualquier planeta ( y la historia de las sociedades es siempre una montaña rusa del tole tole en continuado), hacen la mas fácil, es decir "Esperar. Amparados en el NS/NC, muchos incluso aprovecharon para pasarse a gas". 

Ante tanta palabra gastada y ante tanta mediocre banalización de los que significa ética y porfesión en periodísmo no puedo menos que recordar estas líneas finales de otra carta mas reconfortante y ejemplificadora del significado ético de una profesión firmada por un periodista que no se pasó a gas ante el tole tole.

“CARTA ABIERTA DE UN ESCRITOR A LA JUNTA MILITAR”

Estas son las reflexiones que en el primer
aniversario de su infausto gobierno
he querido hacer llegar a los miembros de
esa Junta, sin esperanza de ser escuchado,
con la certeza de ser perseguido, pero fiel al
compromiso que asumí hace mucho tiempo
de dar testimonio en momentos difíciles.
Rodolfo Walsh. - C.I. 2845022
Buenos Aires, 24 de marzo de 1977.

Hasta la próxima.

domingo, 26 de agosto de 2012

La iglesia critica el Código pero ... ¿quién critica a la Iglesia?

Aguer se lamenta por la existencia de este nuevo código.
Estamos a mano ya que muchos de nosotros nos lamentamos por la existencia del viejo Auger.

Avisenle a Auger que ...
Aquí se encubren pedófilos y genocidas
Aquí se hacen las leyes argentinas

El doctor  Ricardo Lorenzetti, titular de la Corte Suprema pidió evitar los "fundamentalismos" y defendió las pautas del proyecto que ya se discute en el Congreso.


Respecto a los cuestionamientos que la Iglesia católica viene realizando aseguró Lorenzetti que - " ... la Iglesia representa una visión, legítima desde su punto de vista, pero el Derecho debe comprender a todos".

"En este proyecto está garantizada la libertad de cultos y de fe. Una persona católica, un creyente de otras religiones o un no creyente puede vivir perfectamente conforme con sus convicciones dentro de este proyecto. Lo que no puede hacer es imponer sus convicciones particulares al resto de la sociedad."
En fin, uno siempre pretende más pero esto de por sí ya es bastante  mejor.

Héctor Aguer advierte en su programita de TV que - "Las consecuencias van a ser tremendas" porque el proyecto propone una "nueva estructura de la sociedad argentina en sus realidades esenciales" desconociendo de manera desafiante y malintencionada, el simple y llano hecho de que las "realidades esenciales" no las propone el ningún código sino que ya están en práctica y conforman una nueva estructura social. En estos tiempos de libertad, democracia y pluralismo le debe quedar claro a él y a sus rancios y recalcitrantes acólitos que hoy las leyes no las hace la iglesia católica ni un grupito de esclarecidos e iluminados ¡gracias a dios!

Además de proferir una mediática, irrespetuosa y descalificadora mención al "kirchnerismo" como impulsor de los cambios y no al poder ejecutivo nacional como en realidad ocurrió, Auger asegura que los mismos "implican alteraciones muy graves contra la constitución de la familia y la dignidad de la vida humana" pretendiendo imponer su cerrada y oscura mirada sobre realidades que en verdad desconoce.

Desde su púlpito, el hombre de la sotana inquisicional aparece amonestando a quien corresponda cuando asegura que  "Es de esperar que haya, un debate serio en el Congreso de la Nación. Espero también que haya muchas consultas antes, a todas las instituciones de la sociedad que pueden opinar sobre esto" .

Así como este gobierno en nombre de la sociedad propuso revisar el viejo código y proponer uno nuevo mas amplio, moderno, eficiente e inclusivo, sería esperable que la iglesia católica haga lo propio con sus milenarias leyes y códigos internos que durante siglos impusieron a todas las personas en toda sociedad con los terribles y sangrientos resultados que la historia recoge y expone como fueron los genocidios, expoliaciones, estafas, torturas, asesinatos, desapariciones, abusos, acosos, dealciones, etc.

Es de esperar que cuando Auger y los demás cómplices sectarios griten a los cuatro vientos su mea culpa público y presenten las nuevas propuestas para regir el derecho canónico éstas también sean debatidas seriamente por el congreso y se de pamplia articipación a todas las instituciones de la sociedad argentina para que puedan opinar libremente.

Hasta la próxima.

viernes, 24 de agosto de 2012

Torturas en unidades penitenciarias e institutos de menores, federales o bonaerenses.

"Se detectaron 791 casos de tortura sobre 30 unidades penitenciarias e institutos de menores, federales o bonaerenses. Los varones jóvenes conforman el grupo más violentado. Sufren especialmente agresiones físicas y aislamiento."

Se presentó en la Facultad de Derecho el Informe Anual 2011 del Registro Nacional de Casos de Tortura y/o Malos Tratos que da cuenta acerca de los casos de tortura y la lógica de su funcionamiento en 6 cárceles federales y 21 unidades dependientes del Servicio Penitenciario Bonaerense, además de 3 institutos provinciales para adolescentes, trabajo realizado en conjunto entre la Procuración Penitenciaria de la Nación, el Comité Contra la Tortura de la Comisión Provincial por la Memoria y el Grupo de Estudios sobre Sistema Penal y Derechos Humanos del Instituto Germani. 
 
Leemos en la nota de  Horacio Cecchi en P12
"El informe del Registro Nacional revela cifras estremecedoras pero su objetivo, según señalan las recomendaciones del Subcomité Contra la Tortura de la Naciones Unidas, más que denunciar cuando ya se ha producido el delito, es monitorear para conocer su lógica y mecanismo que la posibilita, con el último fin de evitar que se produzca. Para ello, los tratados internacionales que han sido firmados por Argentina señalan la obligatoriedad de constituir un Mecanismo Nacional de Prevención Contra la Tortura, que deberá constituir un comité de expertos independientes del poder político y judicial, con amplias facultades para visitar cualquier unidad de detención de personas (esto incluye comisarías, encierro de adolescentes, psiquiátricos, además de cárceles) sin previo aviso. Además deberá conformar un Registro Nacional de Casos de Tortura y Malos Tratos destinado a registrar no con fines estadísticos sino de estudio de los mecanismos que posibilitan la tortura. En este caso, el registro fue creado antes que su creador, ya que el proyecto de ley para constituir el Mecanismo tiene media sanción en Diputados (con obvio acuerdo del oficialismo), pero se hamaca en el Senado esperando que algún video lo dispare."
Para aquellos que han trabajado de forma comprometida en la elaboración de este informe el mismo tiene una doble significación y objetivo. Por un lado busca insertar la problemática de la tortura carcelaria por afuera y por encima de la mera pelea política y mediática que se manifiesta con la lógica simplificadora de que existe un SPF (nacional y bueno) vs un SPB (provincial y malo)

Por otra parte intenta (aunque por ahora con exiguos resultados) ser algo mas que una instancia de denuncia formal y aislada del contexto real sino que se propone como un elemento activo en el desenmascaramiento de estos delitos y sus mecanismos para combatirlo con eficacia.

Hasta la próxima

miércoles, 22 de agosto de 2012

Auschwitz, Hiroshima… Sin respiro

"Creo que ha sido un siglo humano, como lo es este siglo veintiuno. Humano por la simple razón de que somos nosotros los responsables de esta imposibilidad de convivir, de la necesidad de destruirnos los unos a los otros, justificando nuestros crímenes con ideologías que nos permiten soportarlos."

Jack Fuchs
Jack Fuchs es escritor y pedagogo. Sobreviviente de Auschwitz. Vive en Argentina.

Por Jack Fuchs *
En agosto de 1945 yo me encontraba en el hospital de Baviera, recuperándome de los años del ghetto y de las marcas de Auschwitz. Habían pasado tres meses solamente del fin de la guerra en Europa. Allí fue donde me enteré del bombardeo de Hiroshima y Nagasaki. En ese momento el mundo todavía estaba haciendo el horroroso balance de lo ocurrido durante la Segunda Guerra Mundial. Hoy, transcurridos ya 67 años, vuelvo a pensar los hechos y me digo, con gran dolor, que el balance de estos años es también espantoso. Los conflictos entre naciones y las guerras civiles que se vienen sucediendo alrededor del mundo no dan respiro alguno.

Hasta hoy en día se sigue discutiendo si realmente fue necesario arrojar las bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki. Lo mismo ocurre con el bombardeo de Dresde en febrero del ’45, donde murió casi la misma cantidad de personas que en Hiroshima. En Varsovia, en 1944, en vísperas de la caída del nazismo, hubo una fallida insurrección que le costó la vida a la mayoría de sus habitantes –más de 200.000 personas–, además de la destrucción de toda la ciudad. El fracaso fue estrepitoso, pero una serie de maniobras, compromisos y responsabilidades políticas del frente aliado por un lado y de las fuerzas soviéticas por otro dejó en el olvido este episodio sangriento. Los medios y los especialistas no le dieron jamás ninguna relevancia histórica. Este evento no desató cuestionamientos.

Es interesante cómo algunos hechos provocan reacciones y otros no. Hiroshima no puede ser aislada de la catástrofe general, de la destrucción provocada durante los seis años que duró la Segunda Guerra Mundial. Entiendo que para las actuales generaciones es imposible imaginarse tanto Auschwitz como Hiroshima y de allí surge la necesidad de concentrar todo el horror en esos dos nombres: Auschwitz e Hiroshima.

Muchos escritores e historiadores han llamado al siglo veinte un siglo bestial. Creo que ha sido un siglo humano, como lo es este siglo veintiuno. Humano por la simple razón de que somos nosotros los responsables de esta imposibilidad de convivir, de la necesidad de destruirnos los unos a los otros, justificando nuestros crímenes con ideologías que nos permiten soportarlos. Cuando éstas no nos dejan tranquilizarnos inventamos otras. De la misma manera que inventamos enemigos, algunas veces internos y otras externos.

Las justificaciones nunca faltan, forman parte del mecanismo que parece tranquilizarnos de alguna manera frente a nuestra propia incoherencia y autodestrucción.

En algunas oportunidades se culpa de los males al dinero y por lo tanto se debe eliminar el dinero. Se culpa a una raza, es necesario entonces eliminarla. Se culpa a las religiones, éstas deben ser perseguidas. Y así la lista puede ser interminable. Pero en este modo de culpar se oculta, se encubre, lo que está por detrás de las guerras. Lo que en general no se ve, quizá porque es mucho más escandaloso admitirlo, es que en el fondo no se trata ni del petróleo ni del dominio político militar, sino de la necesidad humana de matar.

Nadie interroga frontalmente, a esta altura, la frecuencia con que entre los hombres se hace presente una fuerza que los conduce al crimen masivo de la guerra. Es difícil aceptar que los hombres quieren matar por matar. La lucha por los bienes, los conflictos territoriales y las ideologías son construcciones, excusas que en la superficie ocultan el sentido primario de la guerra: dar una forma lógica y racional a una voluntad oscura e inconfesable.

Desde 1945, la bomba nuclear que produjo un rechazo unánime no volvió a usarse. Ninguna ciudad volvió a sufrir sus efectos devastadores. Reconozco que puede parecer ingenuo, pero suelo preguntarme a veces si el genocidio brutal de los armenios entre 1915 y 1923 habría impactado del mismo modo en que lo hizo Hiroshima, si el crimen de masas, la liquidación de judíos, por el hecho de ser judíos, hubiera tenido alguna mayor resistencia. Reconozco que yo no puedo ser objetivo, no puedo aislar una catástrofe de otra. Dejo ese trabajo difícil a los analistas, historiadores y filósofos que pueden tomar distancia y estudiar estos fenómenos. Yo, de alguna manera, formé parte de ello.

Por último, me animo a decir que el siglo veintiuno, más allá de las diferencias que puedan encontrarse con el anterior, parece estar orientado por la misma fuerza destructiva.

* Escritor, pedagogo. Sobreviviente de Auschwitz.

Publicado en Página 12 y reproducido en Cubadebate

Abuelas de la Plaza