lunes, 25 de abril de 2016

Modos de hacer

Hoy en Facebook leo esta estremecedora carta posteada por Chávez Molina - docente de la Universidad de Buenos, Aires, investigador del Instituto Gino Germani de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA - que da cuenta claramente de los "modos de hacer" del gobierno que responde a los dictados del fascismo neoliberal del siglo XXI y que nos hemos echado encima los argentinos.
He recibido primero con curiosidad, luego sorpresa, para pasar al estupor/indignación, el pedido solicitado en el cuaderno de comunicaciones del día viernes 22 de abril del 2016, para que nuestros hijos, de la Escuela República de Colombia n° 26, DE 6, del barrio de Boedo, participen del programa “mi escuela saludable”, en el mismo se indica que se le harán preguntas sobre sus hábitos alimentarios y toma de medidas corporales, como así también el uso del acelerómetro para medir la actividad física cotidiana. Dicha actividad dice estar coordinada por la Dirección General de Desarrollo Saludable del Gobierno de la Ciudad, y el ILSI- Argentina (Instituto Internacional de Ciencias de la Vida).
La curiosidad: interesante que se haga un estudio de estas característica sobre el estado de salud de nuestros hijos/as, pero también me llamó la atención que no se establezca en la comunicación los objetivos del estudio, la resolución de autorización de la investigación en las escuelas públicas por parte del Gobierno de la Ciudad, la resolución de un comité de ética sobre la misma (toda investigación, que involucra personas necesita ser evaluado previamente por un comité de ética en el cual quede claro que no genera ningún tipo de daño psico-social la participación de personas en este tipo de investigaciones, no viola derechos, durante o post realización del estudio, y más aún cuando se trata de niña/os, quienes además deben tener la autorización de padre/madre o responsables de ellos) y el proceso de divulgación de resultados, lo digo como curiosidad además, y también bajo el mismo estado de ánimo, dice una Evaluación de Impacto de “Mi Escuela saludable”, y no se desarrolla una línea de qué es efectivamente lo que se va a analizar para comparar, y evaluar el impacto de qué y qué se va a hacer con los resultados.
La sorpresa: viene el pedido de autorización diciéndome que he recibido suficiente información, y por lo cual autorizo o no a mi hijo sobre la participación en el estudio, lo cual como indiqué en las frases anteriores, como mínimo eso no es acertado, porque la información es lo menos que presenta el pedido hacia padres/madres. Me llamó la atención que además del Gobierno de la Ciudad, estuviese participando la institución llamada ILSI-Argentina (Instituto Internacional de Ciencias de la Vida). Recordando además la imposibilidad durante el año 2007, y también 2015 la realización de un estudio sobre violencia y discriminación en escuelas públicas y privadas en la Ciudad de Buenos Aires, auspiciado por UNICEF , el INADI y la UBA, instituciones de alto reconocimiento social, con expertos idóneos en su áreas, y sopesando en sus investigaciones todos los requerimientos técnicos y éticos para realizar un estudio sobre niños y adolescentes; justamente por la no autorización de realizar dichas investigaciones en el ámbito escolar (conocimiento de primera mano, porque dirigí ambos estudios, en esos años). Además también me sorprendió que dicho estudio sea llevado a cabo entre el Estado y una ONG, y no universidades, centro de investigaciones, organismos internacionales, o instituciones de renombre en argentina, como la Sociedad Argentina de Pediatría, entre otros.
El estupor y la indignación: como esta situación me daba “mala espina”, busqué directamente la página de ILSI Argentina (invito a realizar lo mismo: http://www.ilsi.org.ar/index.php?) y al curiosear y sorprenderme sobre miembros y acciones pasadas, el cuadro inicial fue generándome primero estupor (estado de conmoción que asombra y no permite la reacción), para pasar a la indignación (enfado que genera una situación de base injusta, ofensiva y perjudicial), al encontrar como asociados o que brindan valiosa colaboración, a la institución que quiere evaluar el estado de salud de nuestros hijos y la promoción de hábitos de alimentación saludable, a empresas como Coca Cola, Monsanto, DSM Nutritional Products, entre otras. Su fundador a nivel internacional, y no es un cuento de Pescetti, fue Alex Malaspina, vice-president of Coca-Cola!, denunciado además por el diario “The Guardian”, (http://www.theguardian.com/uk/2003/jan/09/foodanddrink) de influenciar con técnicos organizaciones como la Organización Mundial de la Salud, en ejercer "influencia indebida" sobre las políticas destinadas a proteger la salud pública, que a través campañas, como en la Argentina hasta el año pasado, limitan y promueven la cantidad de grasa, azúcar y sal que consumimos.
El informe del diario inglés elaborado por un consultor independiente para la OMS, determina que:• empresas de alimentos intentaron colocar científicos favorables a sus puntos de vista sobre los comités de la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y la OMS., financiando grupos de investigación y de políticas que apoyaron sus puntos de vista, financiando individuos que promovieron "la ideología anti-regulación" estatal en los productos alimentarios, que producen estas empresas.
No quiero abonar más en las deducciones a partir de la información de lo que esconde este nuevo modelo de intervención estatal en Argentina, y en mi caso particular, y previendo la potestad que me da ley sobre mis hijos, no convalidaré esta farsa de investigación, y denuncio como un ciudadano más, la intencionalidad no transparente (porque si lo dijeran, las quejas serían mayores) de la promoción de hábitos alimentarios saludables, de empresas alimentarias transnacionales, y que las acusaciones públicas nacionales e internacionales abundan sobre ellas, como Monsanto, Coca Cola, entre otras.
 

Quien les escribe es padre de la escuela, docente de la Universidad de Buenos, Aires, investigador del Instituto Gino Germani de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA.
Foto de Chávez Molina.
Foto de Chávez Molina. 
 
Chávez Molina docente de la Universidad de Buenos, Aires, investigador del Instituto Gino Germani de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA.

jueves, 21 de abril de 2016

Probando otras religiones

Reflexionaba por éstos días acerca de la reiterada aparición, dentro de la fauna de Cambiemos PRO, de personajes payasescos y dudosos  como aquel hilarante Sri Sri que "enseñaba a respirar, o la misteriosa "maestra", supuesta guía budista a la que el primer mandatario sigue frecuentando para meditar una vez por semana y quien aparentemente estuvo encargada de realizar “limpiezas energéticas” en la Rosada y una “purificación de energía” en Olivos. Santiago Fioriti, editor de la sección El País de Clarín nos cuenta sin ponerse colorado que
“Había una energía muy nociva en el edificio. Pero se notaba fuerte en el despacho de Mauricio”, dicen sus íntimos. Creer o reventar: desde la “limpieza energética” el Presidente no volvió a tener dolores de cabeza. 
Que suerte no? porque un presidente con dolor de cabeza crónico hasta podría comenzar a tomar medidas muy perjudiciales para la sociedad como depidos masivos, subas generalizadas de precios, eliminación de beneficios y derechos sociales, megaendeudamientos y cositas así.

Finalmente aparece este inconcebible Cerezo, gerente desocupado, chanta profesional, vendedor de humo sin envase, una suerte de Reverendo Alegría del subdesarrollo pagado con nuestros impuestos, que les enseña lo que es "ser pobres" a los funcionarios mas importantes del nuevo gobierno. 

Pensaba entonces en cuanto tendrá que ver el acercamiento del tipo que el 10 de diciembre de 2015 bailó en el balcón de la rosada, a estos personajes y rutinas espirituales no convencionales, con el manifiesto distanciamiento producido por la Iglesia Católica de su tradicional rol de justificar y acompañar todo aquello que proponen las élites del poder fáctico con aquellos discursos tan conocidos y frecuentes que convocaban sistematicamente al obediente sometimiento de los oprimidos al mandato irrestricto de los poderosos.
 
Me pareció percibir que desde la asunción del señor Jorge Mario Bergoglio a la conducción de la multinacional religiosa, después de sus críticas explícitas hacia el capitalismo, el neoliberalismo y contra la explotación del hombre, y sobre todo después de aquel expresivo gesto de Francisco en la foto que le pedía un Macri, amigo del imperio capitalista - reformista del Norte, se definió marcadamente por tratar de desprenderse de la “pesada herencia” que significaba la influencia de una religión católica reloaded versión siglo XXI.

miércoles, 20 de abril de 2016

El problema de la Identidad Asignada

¿De que estamos hablando cuando hablamos?

Hoy difundimos la nota firmada por Eva Giberti publicada en la contratapa de Página12 que versa sobre un tema urgente en estos tiempos como es el de la "Identidad Asignada" a la hora de difundir cualquier tipo de información  a traves de los medios de comunicación.

La doctora Giberti se refiere expresamente al tema de la abuelidad como categoría impuesta por el autor de una crónica pero la disquisición resulta extensiva y válida para otras categorías semánticas similares que sirven a quienes firman para predisponer actitudes específicas de parte del receptor acerca del sujeto protagonista de la historia narrada.

Los “abuelos”

Por Eva Giberti

Cuando es necesario aludir o mencionar a gente de la tercera edad, los viejos y las viejas, una singular tendencia determina que tanto en los medios de comunicación como en expresiones barriales sean denominados “abuelos”. Si se trata de un accidente, un automóvil atropelló a una abuela y si se describe un asalto “los abuelos fueron maniatados...” Pero sucede que estos “abuelos” jamás lo fueron: no existen tales nietos y en oportunidades, tampoco hijos. No obstante, cualquier comentario del diario vivir nos introduce al dulce nombre de abuelo como identidad asignada.

La abuelidad adquirió su vigencia merced a Perrault que diseñó una abuela solitaria, viviendo en una casita dentro de un bosque umbrío (por eso tenía las ventanas abiertas), y a merced de un lobo, animal que reiteradamente Animal Planet se empeña en mostrarnos con perfiles perrunos y convivenciales. En el cuento para niños ella es deglutida por la bestia (que recordemos no la mastica porque cuando, al final, el cazador abre la panza del cuadrúpedo la rescata entera y sin digerir –en la versión de los hermanos Grimm–). Es una abuela que atravesó los avatares de quien es tragado para luego exponerse a un rescate por el coraje de un cazador que, escopeta al hombro y cuchillo de carnicero para abrir panzas mediante, salvará la vida de la niña y de la abuela.

¿La abuela sabría que su nietecita la visitaría? Esa es una pregunta que suelen hacerse las abuelas a menudo, pensando en hijos y nietos. Las abuelas de verdad, porque las otras y los otros llamados abuelos sin serlo saben que no habrá ni hijos ni nietos, aunque la sonrisa almibarada de algunas sociedades los bautiza con la prepotencia semántica de quien se siente dueño del idioma.

“Pero Eva... Esa crítica es una exageración... Se los llama de ese modo porque es cariñoso, para hacerlos sentir acompañados, considerados... ¿qué importa si son abuelos de verdad?”

Por cierto, la verdad no es lo que más interesa ni averiguar cómo les resulta escuchar que se los llama “abuelos” a quienes no lo son. Identidad impuesta que al mismo tiempo crea una esencia, la abuelidad, en tiempos en los que las esencias se diluyen y las identidades se modifican de acuerdo a la voluntad de quien las transporta según los ritmos propios de la Modernidad tardía.

Identidad que en este caso excluye a los otros, a los viejos y viejas que no son abuelos, para colocarles en el oído la sonoridad de aquello que no les pertenece. Como toda identidad fulgurante (ésta es una de ellas por el modo y la oportunidad en la que se la utiliza) sirve para excluir a los otros, a los que no tuvieron ni tienen los nietos que la identidad impone.

Se adjudica y asigna esta abuelidad para dejar sentado que esos sujetos alguna vez han engendrado, han sido productivos; si se los menciona como ancianos, alguien puede darse cuenta de que no son sujetos que el mercado considere valiosos en cuanto a su capacidad productiva.

Otra historia y otro cantar con los viejos sabios de la tribu que aconsejaban a las nuevas generaciones sentados alrededor del fuego doméstico y que se consideraban modelos o ejemplos respetables; menos aun con el viejo Vizcacha, personaje poético y decidor de verdades: ahora es distinto. Tan distinto que resulta necesario –para todos los de la tercera edad– crearles una identidad “cariñosa” de modo que no aparezcan como sujetos solitarios, que apenas pueden caminar para salir de compras, que titubean con sus recuerdos o lo que es peor los usan para compararlos con la vida actual. ¿Ir de compras? Este es otro capítulo porque, como a la abuela de Caperucita, hay que surtirlos porque podrían perderse en el bosque (hoy en las avenidas) buscando el camino del supermercado.

Con cierta frecuencia la comunidad semantiza haciendo trampas, cuando algo inquieta su “buena conciencia”; por eso siempre la prostitución es “infantil” en lugar de hablar de niñas victimizadas por los adultos, el abuso sexual contra los niños también es caracterizado como infantil para disimular el delito parental y también los padres adoptantes, no son noble y sinceramente adoptantes, sino “padres del corazón”. La cuestión de fondo reside en enmascarar aquello que los hechos transparentan y empinan cuando quedan a la vista. Entonces se otorgan identidades que se organizan en cartografías que provean seguridad a quien se puede sentir sacudido por las palabras que aportan certezas quizás insoportables.

Las identidades, cada vez más cambiantes, avanzan en su movilidad a pesar de los intentos de buscar identidades fijas: “abuelo” es identidad fija desde tiempos bíblicos y ha sido elegida como garantía de permanencia.

Todavía sucede de este modo en épocas en las que la juventud, endiosada, constituye el paradigma de todas las esperanzas pero arrasa con la esperanza de aquellos que no esperan ver crecer a sus nietos. Pero a ellos también los bautizan mediante el rito de la palabra que pretende dulcificar aquello que el cuento había resuelto: el lobo se comió a la abuela pero se disfrazó de abuela para confundir a la niña. La tesis es impecable: hay que disfrazarse de abuela para esconder los hechos. Entonces llamemos “Abuelos” a todas esas personas que son ancianos, viejos, personas “mayores”, gente de la tercera edad.

Existen personas solteras, viudas, pero ¿cuál es el estatuto de quien es gente de la tercera edad y no tiene nietos? Parecería que el problema mayor reside en exceder los sesenta años ya que según la directora gerente del FMI, Cristina Lagarde, se corre el “riesgo de que la gente viva más de lo esperado” o sea “el “riesgo de la longevidad” sobre las finanzas públicas (abril 2012). Como sabemos, cuando se vive más de lo esperado el Estado debe comprometer los fondos públicos(!?) para jubilarlos... lo cual significa un alto costo nacional(!?).

Entonces, para ser cariñosos, por lo menos, concedámosles el título de Abuelos a todos, con o sin nietos, sin diferencias odiosas, sin advertir que la abuela vivía sola en una casita dentro de un bosque umbrío, con las ventanas abiertas y la puerta sin cerrojo, esperando que le llevasen algo para comer, enferma en la cama y a merced de un animal hambriento. Nunca sabremos si el lobo se la comió con el camisón y la cofia –según los dibujos que ilustran el cuento– o si la desvistió primero, para preservar la ropa del posterior disfraz. Pero que el disfraz del lobo, así como su diálogo con Caperucita intentando hacerse pasar por una abuela, constituyen una clave del cuento, no caben dudas. De eso se trata: hacerse pasar por abuela/abuelo mediante el disfraz que la palabra “abuelo” aporta. Pero dejémoslo claro: así puede suceder cuando se llega a viejo, o sea, cuando se vive más de lo esperable.

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domingo, 6 de marzo de 2016

Pronóstico Reservado


http://www.infonews.com/nota/283768/dos-locales-kirchneristas-fueron-atacados 






El clima social y político de nuestro país se está poniendo cada vez mas inestable, oscuro y amenazador a partir de la asunción del nuevo gobierno.


Los actos de provocación violenta relacionados con la política se hacen cada vez mas frecuentes. 

Ya hay demasiados compañeros que por expresar sus simpatías por las opciones que surgen del campo popular son perseguidos, agredidos y detenidos sin causa  por personal uniformado de las fuerzas de seguridad sin identificación alguna bajo el paragüas de la Emergencia de Seguridad decretada por un DNU totalitario y represivo emitido por el nuevo Ejecutivo Nacional conducido por exponentes de la restauración neoliberal mostrando un claro avance de modos fascistas en el manejo de la cosa pública.

Aparecieron además un sinúmero de particulares violentos, decididamente simpatizantes de la nueva gestión en algunos casos y anónimos no identificados en otros, que en banda o en solitario agreden sistemáticamente a activistas, militantes y simpatizantes de las causas populares en diversas cuidades del país. Los violentos intolerantes atacan sin demasiado control a los compañeros que durante estas agresiones son patoteados, golpeados y hasta heridos de bala a la par que ven destruidas las instalaciones y materiales destinados a fines políticos y sociales. 

Nada semejante había ocurrido durante los 12 años de gobiernos del FPV con Néstor y Cristina en la Rosada. Durante todo aquel período, las libertades y los derechos constitucionales fueron generalmente hechos respetar y garantizados. Cabe tener en cuenta que las fuerzas de seguridad para bien o para mal no cambiaron de buenas a primeras el 10 de diciembre. Tampoco cambiaron (aún) las leyes vigentes que las regulan. No se registraron inmigraciones significativas de personas con antecedentes de violencia política y racial. Somos todos los que estábamos y estamos todos los que somos. No hubo cambios en ese sentido. La famosa "grieta" ya estaba instalada desde hace décadas y sigue estando. Lo que sí cambió es el ocupante de la Rosada y todo el equipo de personas que asumieron responsabilidades de gobierno en nuestro país el 10 de diciembre pasado. Los cambios son visibles desde que Cambiemos ganó las elecciones por una minúscula diferencia.

Es bastante claro que desde la cúspide del nuevo poder político se impone hacia las bases la directiva manifiesta de " ... hacer lo que se considere necesario" - tal como reza en el DNU correspondiente - para acallar, eliminar y/o suprimir al otro diferente y por lo tanto peligroso, es decir al que no se alegra por los cambios impuestos por el gobierno. Eso es fascismo en desarrollo. Poder represivo del estado habilitado y maximizado para la persecución ideológica y la represión de la protesta social a lo que se suma un habilitación encubierta o no tanto para la acción de bandas fascistas de grupos violentos armados. 

Estos hacedores de la "nueva política" dicen estar llevando a cabo la revolución de la alegría pero no son otra cosa que fascistas reaccionarios puestos a gobernar por la acción irresponsable de ciudadanos analfabetos políticos, de individuos sin consciencia y de resentidos. Son todos ellos conocidos delincuentes seriales y enemigos manifiestos del pueblo, ahora están nuevamente encaramados en la gestión pública y abocados a la tarea de pudrir todo lo antes posible. No tuvieron éxito durante la gestión de CFK de modo que ahora juegan todas sus cartas para lograrlo. Necesitan que corra sangre, que se produzcan muertos y que haya caos. "Cuando haya sangre en las calles, compra propiedades" dicen que dijo alguna vez el Barón de Roths­child.

Los sucesos violentos que nos ocupan hoy son la clara señal del deseo y la voluntad por parte de quienes nos gobiernan de promover el enfrentamiento entre grupos en nuestra sociedad en el marco de lo que el jefe de la iglesia católica, Jorge Mario Bergoglio, señaló como "...una especie de tercera guerra mundial combatida por partes"  "... azuzada por intereses espurios como la codicia y permitida por una suerte de indiferencia cainita que ya consintió las atrocidades del pasado."


Si a esta suerte de habilitación oficial al ejercicio del odio social, de clase y racial que estuvo relativamente reprimido y controlado durante el último decenio le agregamos el hecho de que desde hace ya muchos años sectores vulnerables de nuestra sociedad están siendo sometidos a un " ... genocidio por goteo..." como lo llama Zaffaroni a causa de la violencia homicida, la letalidad policial y la prisionización de los individuos, especialmente los individuos jóvenes pobres y de tez cobriza, entonces la conclusión es que estamos transitando un camino muy peligroso que podría conducirnos, en un futuro cercano, a la desintegracion social y a la desaparición del estado tal como lo hemos conocido.

MC - Hasta la próxima.





Abuelas de la Plaza