Recuerdos de poemas y otras guerras

 Revolviendo libros, este domingo, el último de septiembre  me topé con la antología "España Canta a Cuba" prologada por Blas Otero que fuera publicada en 1962 en París por Éditions Ruedo ibérico

“Y sucedió que una de ellas, acaso la más bella y amarga, arrancó los carteles y los monopolios que cubrían sus campos con un sudario amarillo de mil millones de dólares.”

Blas de Otero

De este libro les convido el poema de Santiago Puga cantando a la Revolución cubana y a Fidel.

Herido
por todas las palabras de Occidente,
Fidel Castro, hermano herido,
te levantaste
y sacudiste la costra de la vida ...
¡aquél amanecer de las sonrisas,
de las despedidas
y de los abrazos!
Los hombres dejaron los cañaverales
y recorrieron las calles
limpiadas
en tu busca
para tocarte una mano y saber
que ya era cierto un sentido
a su existencia,
que ya era cierto
un contenido a su mirada inútil,
que ya era cierta el agua limpia
para los campos
y el sol ...
Después les diste documentos, letras
que hablasteis en Sierra maestra
mientras los fusiles, los estudios
y las despedidas ...
Y en cada palabra
una hierba que nace, un árbol
que continúa, los ríos
que regarán los campos
y pasarán por las casas
a regar las almas de los hombres.
Y por el aire tu semilla
porque el aire lo hacen
al respirar los campesinos,
Fidel Castro, hermano no morirás aunque te maten.
Quiero morir en La Habana y acabar.
No puede haber amor en Occidente
y es demasiado doloroso.
Chibás se ha suicidado para ejemplo
para decir que una muerte no importa
si se hace honradamente.
Quiero acabar en La Habana
como un hombre,
como un hombre que no resiste ya más la podredumbre,
podrido.
Con mi fusil
combatiré nuestro pasado hasta matarlo
para nunca,
arrojaré mis tripas y daré
mi corazón avejentado en el puchero
de los hombres que se cuecen de alimento.
Y con toda la mierda conmigo
correré a La Habana a dar la cara
y moriré
entre la tierra de los hombres nuevos.

Santiago Puga

Es un recuerdo de la poesía española clandestina, exilada y combatiente de aquellos años que le escribía a la Cuba revolucionaria desde una Europa que no terminaba de cerrar las heridas y ya en plena guerra fría en un mundo temeroso de un posible e inminente holocausto nuclear.

Fotografía aérea del sitio de lanzamiento de misiles atómicos en San Cristobal - Cuba

Hasta la próxima
imagenes
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