martes, 2 de abril de 2013

No es cierto, no hubo héroes en Malvinas, solo víctimas.



cementerio darwinCreo que ya es hora de dejar de nombrar como "héroes" a aquellas personas que fueron víctimas de un terrible mounstruo.

Creo que es hora de cambiar ese eufemismo propagandístico por un discurso veraz, realista que sirva para que las futuras generaciones tengan clara consciencia de lo que las guerras significan.

Tanto los que murieron como los que tuvieron la suerte de regresar a casa con vida enfrentaron a dos enemigos en simultáneo que eran uno solo. Dos enemigos que no los respetaron como individuos. Por un lado el poder inglés usurpador, el brazo armado del invasor imperial que los asesinó sin mucho trámite, por el otro los cobardes traidores a la patria, también asalariados del imperio que usando el mismo uniforme y símbolos propios los enviaron a morir. A cual peor.

Ya habían asesinado a los mejores cuadros de una generación, ahora culminaban su obra enviando a morir a la nueva para dejar claro quienes eran los dueños de la fuerza.

No es cierto que las guerras produzcan héroes.
Esa falsa construcción que tiene por objeto ocultar la única y terrible realidad de las guerras, dolor, destrucción, discapacidad y muerte de aquellos involucrados que pagan el precio de defender los asuntos e intereses en disputa de las élites dominantes.

No existe una guerra "buena", jamás, ninguna lo es, ni siquiera la de "la recuperación del territorio usurpado por el imperio" como se pretendió justificar la insana aventura militarista ordenada por los inmorales delincuentes genocidas. 

Cuando se entronizan como héroes a muertos o vivos que en ella participaron solo se busca preservar la futura disposición al sacrificio de nuevas vidas para la próxima masacre cuyos motivos aún se desconocen pero de la que ya se tiene certeza.


A mis hijos les enseño que no me siento orgulloso por Malvinas que me siento triste por no haber podido rebelarme con fuerza contra ese asesinato legal masivo.

Me siento triste y mi deseo es que la sociedad en que vivo pueda algún día reconocer la propia, ésteril y brutal estupidez de aquella masacre y se plante firme y enfrente cualquier llamado a combatir por el motivo que sea.

Hasta la próxima.

1 comentario:

Alejandra dijo...

Exactamente así pienso yo. A veces se me ocurre creer que los tratamos de héroes para no tener que pedirles perdón.
Se vuelve complicado,a veces,plantear esto con las personas que están del mismo lado.Pero aunque duela, sigue siendo una discusión justa y necesaria.Y sobre todo,imprescindible.



saludos

Abuelas de la Plaza