Paseo de la Costa - Vito Dumas, partido de Vicente López.
Estas importantes edificaciones están siendo levantadas en lo que fue el predio del Club Bouchard, centro recreativo dependiente de la Marina de Guerra en la Avenida Libertador a pocas cuadras del cruce con la General Paz.
El lugar ha sido destinado al emplazamiento de los institutos militares de la Marina que fueron desplazados y perdieron sus edificios cuando esa fuerza tuvo que restituir el predio de la tristemente célebre ESMA y que hoy ha sido recuperado y destinado al funcionamiento del Museo de la Memoria.
Estas importantes edificaciones están siendo levantadas en lo que fue el predio del Club Bouchard, centro recreativo dependiente de la Marina de Guerra en la Avenida Libertador a pocas cuadras del cruce con la General Paz.
El lugar ha sido destinado al emplazamiento de los institutos militares de la Marina que fueron desplazados y perdieron sus edificios cuando esa fuerza tuvo que restituir el predio de la tristemente célebre ESMA y que hoy ha sido recuperado y destinado al funcionamiento del Museo de la Memoria.
Se puede observar claramente un pórtico de cuatro columnas que rememora irremediablemente al viejo y simbólico pórtico que representa a la dictadura genocida argentina ante el mundo.
Asimismo puede verse el diseño del techo a cuatro aguas con un área similar a la que en el viejo edificio sirvió para mantener recluidos a los DD (Detenidos desaparecidos) que se conoció como capucha, el campo de concentración propiamente dicho.
Los fondos públicos del presupuesto nacional de nuestro país que fueron asignados a la Marina de Guerra están siendo utilizados para la construcción de establecimientos de formación de oficiales navales, que además de ser algo completamente inútil para cualquier proyecto popular es definitivamente peligroso a la luz de la experiencia de la dictadura genocida.
Pero además estos señores corporativos no han tenido siquiera el decoro de elaborar un diseño que no hiciera recordar el terrorismo de estado de los años de plomo.
Estos edificos son una verdadera provocación al pueblo argentino, a los deudos de las víctimas, a los caídos, y todos los luchadores por la libertad.
Es un claro desafío y una total afirmación de los actos aberrantes cometidos llevado adelante por los silenciosos potenciales terroristas sediciosos que asedian a nuestra sociedad.
No hacía falta mucho para darse cuenta de que las alimañas aún están viva y activas.
Muchas personas, muchas en verdad, han pasado por las instalaciones de la ESMA como empleados, funcionarios, contratistas, profesores de la escuela, empleados administrativos, cadetes, oficiales, médicos, abogados, instaladores, personal de limpieza, militares de diversos organismos de las tres fuerzas armadas y demás fuerzas de seguridad, choferes, pintores, proveedores, sacerdotes, obispos, etc.
Fueron en verdad muchos los que sí sabían y les constaba que eso era un campo de concentración donde había personas detenidas, torturadas y enviadas a la muerte.
Se cruzaban con ellos en los pasillos, los asesoraban, los trataban médicamente, les adecuaban sus salas de reclusión y tortura les administraban misa y los últimos sacramentos.
Cientos de anónimos cómplices pasaron por allí, cientos de civiles y militares que más de treinta años después siguen en sus cuevas llenas de excremento escudándose en el "no te metás" y el "por algo será", ni un solo testigo se ha presentado a declarar voluntariamente.
Pregunto: Sra Presidenta, Sra Ministra de defensa
Necesitamos una nueva ESMA?
Hasta la próxima.