Todo genocidio es crimen superlativo, no es la animalidad humana, es la perversión humana justificada por la razón y organizada por la lógica que implementa el asesinato masivo y sistemático de semejantes generalmente indefensos y coloca dicha operación al servicio de un interés de sector.
En la estupidez discursiva con que el señor Hanglin deleita a fachos, neoliberales, agrogarcas y otras alimañas desde LNOL encontramos esta mañana una frase que nos dejó reflexionando sobre experiencia pasadas y significados y significantes futuros.
Allí en “Yo fui un zurdito…” leimos “…nunca nos interesaron los Derechos Humanos. Eran prejuicios burgueses. Eran principios que debíamos violar uno por uno…”
Tratando de controlar las náuseas corrí al botiquín y me tragué medio litro de reliverán, luego de lo cual recordé rápidamente que había estado leyendo
“EL DERECHO A LA VERDAD” – Turquía, Armenios y Kurdos
DESDE LA GENTE - Ediciones del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos C.L. - 2008 - Buenos Aires.
Así que decidí mandar al blog algunos comentarios y extractos de esta recopilación de escritos y poemas como para sentir que no todo está perdido.
El prologo de María Luján Leiva, (docente e investigadora de la UBA, quien es Especialista en Estudios Migratorios y Refugio) que además realizó la selección de los textos lleva como título una afirmación definitiva, “Ningún pueblo es Ilegal”, desde donde se plantea la necesidad de una búsqueda de la explicación de los genocidios cuando asegura que “Los genocidios y eliminación de sectores de una población por razones religiosas, raciales, étnicas, políticas, etc., no son eventualidades sin explicación.” y citando a Primo Levi agrega que la búsqueda de la explicación no supone aceptar ni perdonar.
Más adelante define que “La injusticia no se transmuta en genocidio, eliminación, sino cuando determinadas situaciones, intereses económicos, políticos, estratégicos determinan que un pueblo, un grupo, un sector de la población son sobrantes o se convierten en un escollo.”
El libro es una denuncia de todos los genocidios a partir de la sistemática negación de uno de ellos, el primero del siglo XX y su contexto. Se esboza allí la necesidad de aquel crimen masivo para la la construcción de las élites dominantes y la constitución del estado turco moderno de hoy.
El trabajo, si bien de rápida lectura no es por eso es superficial, incluye poemas y escritos de los autores Nazim Hikmet, Orham Pamuk, Günter Wallraff, Paruyr Sevak, Munzur Gem, Alicia Gamondi, James Petras, Luisa y Gregorio Nairabedián y Cedric Housez.
Todo el material es sumamente recomendable aunque destacamos especialmente “Bajo juicio – La libertad de expresión y la cuestión Armenia y Kurda” del escritos turco Orham Pamuk (Nobel de literatura 2006) que bien podemos contrastar con las banalidades que se escriben hoy en los medios de la prensa monopólica corporativa de la Argentina y de América Latina sobre el tema “Libertad de expresión” a lo que debemos agregar la denuncia de una completa ausencia de información sobre “la cuestión Armenia y Kurda” y otros genocidios y sus explicaciones.
Asimismo es escalofriante la lectura del texto del periodista e investigador alemán Günter Wallraff donde nos describe de manera simple las condiciones de vida de un inmigrante turco en la floreciente República Federal Alemana de los años ´80, antes de la caída del muro. El relato, publicado en el libro Tête de Turc Ed. La Découverte. París 1986. Muestra el racismo explícito y manifiesto de la sociedad alemana de la restauración liberal en los mismos finales de la guerra fría nos produce repulsión desde el mismo inicio del texto de “LA METAMORFOSIS” …
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Por último transcribimos fragmentos de un poema del escritor armenio Paruyr Sevak, que escribió en Ereván en 1961 y traducido por Vartan Matiossian para la antología “El árbol perdido”. Buenos Aires, 1995
ENVEJECEMOS
Envejecemos Paruyr Sevak,
envejecemos, querido mío…
Miramos como hermanas a las mujeres de nuestra edad
y las adolescente
ni siquiera nos advierten,
ya no termina en amor cada nuevo encuentro
ni con un canto rústico, aunque impetuoso y ardiente…
Envejecemos Paruyr Sevak,
envejecemos, querido mío…
Nuestros rebeldes cabellos han sido condenados a muerte
o sometidos dócilmente a su majestad el peine.
Nuestros dedos indómitos se han vuelto obedientes
y nuestros pies conspiradores se aferran al hogar…
. . .
Envejecemos Paruyr Sevak,
envejecemos, querido mío…
Envejecemos, pero parece que no hay manera
de entrar en razones.
Todavía nos asombramos
y aún podemos seguirlo haciendo…
Atrasamos mentalmente la hora,
como queriendo hacer lo que ayer quedó trunco;
buscamos de alguna forma una imposible victoria.
A veces, esperannzados, volvemos a medir este mundo
con los pies del Quijote, el mismo compás gastado,
y cuando alguien pisotea nuestros sueños en lo más
profundo de la noche,
como antes… despertamos a los gritos, sobresaltados .
Envejecemos Paruyr Sevak,
pero … ¡no entramos en razones!...
Espero con todo esto haber podido exorcizar los malos vientos del espíritu fascista difundido por Rolando y que pareciera nacer en su más tierna adolescencia según el mismo lo describe. Siempre hubo y probablemente siempre habrá personas que piensen que los derechos humanos son "... principios que debíamos violar uno por uno..." , esas personas se denominan INMORALES y generalmente van hacia donde sopla el viento y donde caen las monedas, como Rolando que con su oportunismo y su bajeza moral se pone hoy al servicio de su bolsillo y de un proyecto deleznable.
Hasta la próxima.