lunes, 15 de octubre de 2012

"Coautores responsables del homicidio con alevosía"

Marinos Asesinos: Del Real, Sosa y Marandino

El Tribunal Oral Federal de Comodoro Rivadavia condenó a prisión perpetua a Emilio Del Real, Luis Sosa y Carlos Marandino como "coautores responsables del homicidio con alevosía" de 16 presos políticos y tres tentativas, en la denominada Masacre de Trelew.

Estos delincuente fueron los pioneros en esa cuestión de implementer el terrorismo de estado y aplicar prácticas genocidas planificadas especialmente para disciplinar a nuestra sociedad. Estos son los que, por orden de los mandos traidores a la patria de las Fuerzas Armadas, instalaron modos de accionar excecrables y delictuales violatorios de los derechos humanos, que perduran hasta hoy en muchos de los actuales integrantes de las agencias estatales de seguridad que tienen la custodia de las armas y el monopolio del uso de la violencia y que no están en absoluto subordinadas al poder político y democrático de la nación como estamos viendo a diario.

Pretender que al día de hoy no haya casos de gatillo fácil, que no haya desapariciones forzadas, que no haya "inseguridad rentable" organizada por las mafias policiales que producen zonas liberadas al mejor postor, que no se torture y se asesine directamente o por mandato a pobres jovenes morochos en las cárceles de nuestro país, es poco menos que una utopía propia de un idealismo infantol cuando estos tipos que hace 40 años desplegaron y enseñaron esos métodos son juzgados y condenados hoy demasiado lentemente y luego de atravesar penosas complicaciones donde las víctimas han sido revictimizadas recién comienzan a recibir condenas adecuadas de cumplimiento mas o menos riguroso.

Festejamos la condena pero no debemos olvidar hoy como hace cuarenta años existe una buena parte de nuestra sociedad que se resiste a aceptar que se haga esta justicia y en muchos casos aplaude la impunidad o denosta las condenas de estas inmundas basuras.

Jueces, abogados, miembros retirados y activos de las agencias de seguridad del estado, agrupaciones políticas mas o menos  legales de los mas variados signos políticos, medios de prensa, conglomerados empresarios, gente rica, media y/o pobre, académicos, universitarios, taxistas, operadores de inteligencia, etc, expresan su opinión sea por lo bajo y en privado o a viva voz y publicamente: no quieren que se siga con eso de juzgar el pasado. Hay que mirar hacia adelante aseguran.

Desde la oportunista Invisibilización o ninguneo de la informacion sobre los juicios por delitos de lesa" hasta el entorpecimiento manifiesto del avance de los mismos, esta parte no menor de la sociedad esconde su vigente y plena complicidad con el genocidio lo que deviene en un apoyo a las políticas de expansión del poder punitivo del estado que al día de hoy esta cada vez mas autonomizado gracias a ello. Esa es la verdadera inseguridad.

Veamos, dejando aparte al EA y a las FAA que por estos días no abrieron la boca tenemos 50.000 policias bonaerenses que son en sí mismo un grave problema para la seguridad interior que nadie pudo siquiera comenzar a resolver; hay 35 o 40.000 gendarmes,  5 o 6.000 prefectos que recientemente dieron cuenta de sus lealtades y de la presteza de su capacidad de movilización en favor de mandos que los usan ya sea como mercancía que produce ganacia en sí o como obediente respaldo armado de su impunidad, a los que sumamos los servicios penitenciarios. Existen ademas unos 4 o 5.000 marinos que, aunque pocos son capaces de participar y generar operaciones de cierta envergadura que implican desproteger y entregar material propio a potencias enemigas con el objetivo de dañar la imagen pública de quien han definido como su blanco, es decir CFK.

Sin la profundización y ampliación de los juicios hasta incluir a los ideólogos y complices civiles que aportaron (y aportan) las órbitas de la iglesia, las finanzas, la industria, los políticos, nunca podremos lograr un sociedad menos violenta y mas tolerante.

No olvidamos, no perdonamos, no nos reconciliamos.

"No nos sirve un poco de justicia, sino toda."


“No nos sirve un poco de justicia, sino toda. No alcanza un poco de verdad; se necesita toda”, dice Nora Cortiñas, integrante de Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora.
Rubén Pedro Bonet, Jorge Alejandro Ulla, Humberto Segundo Suárez, José Ricardo Mena, Humberto Adrián Toschi, Miguel Angel Polti, Mario Emilio Delfino, Alberto Carlos Del Rey, Eduardo Campello, Clarisa Rosa Lea Place, Ana María Villarreal de Santucho, Carlos Heriberto Astudillo, Alfredo Elías Kohon, María Angélica Sabelli, Mariano Pujadas y Susana Lesgart.

Hasta la condena de sus asesinos.

miércoles, 10 de octubre de 2012

ENCUENTRO DEL 8/10/2012


por Ala - Alicia Rajlin

LA PARCA: Y ahora ¿qué tu pretendes anciano Fidel? Ya ha ganado Hugo Chavez su cuarto mandato ¿vienes?
FIDEL: Hay una piedrecita que se adentra en el calzado de los caminantes en los cerros, las sierras, los morros, matorrales y
            carrascales; fíjate tu todas palabras con erre, la lengua une nuestro...
LA PARCA: ¡Qué no tengo cinco horas para escucharte! Debo continuar con mi trabajo.
FIDEL: ¿En la Isla?
LA PARCA: Solo ancianos.
FIDEL: Espera, quiero ver.
LA PARCA: ¿Qué cosa?
FIDEL: La piedra en el zapato de Hugo, la alegría del pueblo de Correa, lo bien bonito del comunitarismo del Evo, la sintonía
            fina de Cristina, el hambre cero de Dilma y Lula, el tiempo para el ocio del Pepe. Me han nacido tantos hijos y tan
            distintos. ¿Sabes lo que dicen?
LA PARCA: ¿Qué dicen?
FIDEL: Que separados eran cada uno un hilo de agua. Ahora se juntan unos con otros y forman un torrente que converge, son
             palabras del joven García Linera ¡Fíjate que futuro!
LA PARCA: Ya veo, te quedas por las tuyas. Me marcho
FIDEL: Vuelve cuando quieras, a platicar.
LA PARCA: A oirte será.

martes, 9 de octubre de 2012

Fusilamiento de un combatiente

 "El 8 de octubre de 1967 Ernesto "Che" Guevara es herido y apresado por los rangers bolivianos entrenados por los "boinas verdes" estadounidenses. El capitán Gary Prado, el jefe del batallón, lo conduce hasta el pequeño poblado de La Higuera, donde es encerrado en su escuelita, junto con Willy Cuba, un valiente guerrillero boliviano que prefirió permanecer junto al Che en vez de intentar el escape. No tardará en llegar la orden de La Paz: el Che debe ser asesinado. Quien se encargará de dicha tarea es el sargento Mario Terán, elegido al azar por el coronel Zenteno entre los siete suboficiales presentes. 


 por Mario "Pacho" O'Donnell en Tiempo Argentino (nota completa aquí

Hasta la  próxima


Abuelas de la Plaza