Efectos del neoliberalismo imperial dentro del imperio, 30 millones de menores con hambre en EEUU. |
En el país mas rico de la tierra y primera potencia económica y militar del mundo los autos hacen colas de varios kilómetros ante los centros de abastecimiento de alimentos y millones de personas inundan un sistema de caridad que nunca tuvo la intención de manejar una crisis nacional.
El columnista del NYT, Jason DeParle, periodista especializado en temas como pobreza, clase e inmigración y dos veces finalista del Premio Pulitzer, publicó el 27/05/2020 un artículo sobre de la efectividad del «Programa Hambre», un plan de ayuda alimentaria infantil en lanzado por el Congreso de los EEUU para paliar los efectos de la pandemia.
El autor nos informa que dado que el hambre infantil está aumentando a niveles sin precedentes en ese modernos, aún por encima de los alcanzados durante la Gran Depresión, el Congreso aprobó hace dos meses un programa de emergencia alimentaria denominado "Pandemic-EBT" con la asignación de unos 10.000 millones de dólares para reemplazar las comidas escolares perdidas por causa de la pandemia para 30 millones de niños pero por diversas razones hasta ahora solo el 15 % de ellos lo estaban recibiendo y era poco probable que se cumplieran los objetivos de cobertura inicialmente fijados.
Según la página oficial del gobierno norteamericano el P-EBT, o Pandemic EBT, es un programa federal que autoriza al
Departamento de Asistencia Transitoria (DTA), en colaboración con el
Departamento de Educación Primaria y Secundaria (DESE) para operar en respuesta a los cierres de
escuelas relacionadas con COVID-19. El P-EBT
está destinado a brindar apoyo alimentario para ayudar a las familias con niños que
estaban recibiendo comidas escolares gratuitas o de precio reducido a
pagar los alimentos.
Dicho programa tiene como objetivo compensar el alcance cada vez menor de las comidas escolares colocando su valor en tarjetas electrónicas que las familias pueden usar en los supermercados.
Pero recopilar listas de almuerzos de miles de distritos escolares, transferirlos a computadoras estatales a menudo desactualizadas y emitir tarjetas especializadas ha resultado mucho más difícil de lo previsto,
dejando a millones de familias necesitadas esperando para comprar alimentos. Hasta el 15 de mayo apenas 12 estados habían comenzado a enviar dinero y solo dos habían terminado de hacerlo. Afirma JDP en su artículo:
"Entre las dificultades relacionadas con la pandemia, el hambre infantil se destaca por su urgencia y resonancia simbólica: después de décadas de exposiciones y reformas, un país de gran riqueza aún lucha por alimentar a sus jóvenes."
y agrega mas adelante:
y que :"Todas las señales muestran que el hambre infantil está aumentando. En una encuesta de madres con niños pequeños ... casi una quinta parte dijo que sus hijos no estaban comiendo lo suficiente, una tasa tres veces mayor que la peor de la Gran Recesión.
La Oficina del Censo informó la semana pasada que el 31 por ciento de los hogares con niños carecían de la cantidad o la calidad de los alimentos que deseaban porque "no podían permitirse comprar más".
Asegura el cronista que el retraso y la arbitraria disparidad territorial en la distribución de los beneficios
se debe principalmente a las ineficiencias sistémicas de la seguridad social estadounidense que está totalmente fragmentado y carece de una red federal nutricional integrada a al o que se agrega además que está tecnológicamente
desactualizado lo cual hace que el dinero llegue " ... como un goteo, no como una manguera contra incendios como debería haber sido" según declaran muchos funcionarios estatales.
El caso es que los estados gobernados por el Partido Demócrata (Azules)
se han movido un poco mas rápido como para agilizar las tramitaciones de las autorizaciones federales requeridas y la consecuente distribución de la ayuda alimentaria en comparación con los administrados por representantes del Partido Repúblicano (Rojos) que en general se han demorado en hacerlo o directamente han decidido no hacerlo en absoluto.
Aún así, por ejemplo en Nueva York, el centro de la pandemia, gobernado por el demócrata Andrew Cuomo, las autoridades dijeron que comenzarían a enviar pagos a fines de mayo pero que no llegarían a los 2,1 millones de niños
que deben recibir el beneficio hasta julio es decir entre dos y tres meses después del comienzo de la misma. En cambio en el estado de Carolina del Sur, regido por el gobernador republicano Henry McMaster, se dudó bastante en implementar el plan porque el costo administrativo de distribuir 100 millones de dólares a
familias necesitadas representaba 1 millón de dólares a la administración estatal.
Es
también bastante significativo el triste hecho de que por decisión del Congreso, el pomposamente denominado Estado Libre Asociado de Puerto
Rico, un eufemismo para designar a esa colonia latinoamericana del imperio, no quedó
incluido entre los posibles beneficiarios de este plan.
Es éste apenas un fotograma de la dramática película que describe la realidad del primer mundo, ese primer mundo donde unos pocos se enriquecen de manera ilimitada, una clase media apenas está débilmente sostenida por los finos hilos de los créditos y donde una masa de mas de 40 millones de pobres subsisten miserablemente abandonados de la mano de dios. Ese primer mundo que tanto admiran esos grupúsculos de ricos reaccionarios "antipopulistas" vernáculos que llenos de odios nos llevaron al endeudamiento, la bancarrota y la miseria bajo la consigna de "volver a insertarnos en el mundo".
Allá también la pandemia visibiliza la desigualdad y la miseria material y moral.
Hasta la próxima.