Si esta cárcel sigue así,
todo preso es político.
Un común va a pestañear
si tu preso es político.
todo preso es político.
Un común va a pestañear
si tu preso es político.
Por estos días sonó y resonó en los medios, todos, el remanido tema de los presos, las salidas, su derecho al acceso de actividades culturales, bla, bla, bla.
Aparecieron innumerables notas, comentarios y opiniones al respecto.
Apareció el Hombre Araña y Mickey. Apareció Vatayón Militante.
Publicaron Clarín, La Nación, Pagina12, todos dijeron sus cositas, pocos aclararon desde donde las decían. Nada quedó demasiado claro y el manodurismo de los medios que facturan cámaras, rejas, puertas, blindadas, cárceles, publicidad, etc, con la inseguridad cotidiana sea sensación o real, sigue incólume.
Hasta la misma CFK apareció y confirmando que representa lo que representa y nada mas ni nada menos, aseguró "Quiero decirles que el Servicio Penitenciario Federal es un modelo". Berni, Verbitsky, Garré, son los que ella elije en ese campo y allí está su límite político en esta cuestión, por lo menos en esta etapa de avance de su proyecto.
Que le vamos a hacer es lo que hay ¿no? Si gusta compre y si no vaya a otra confitería pero después no se queje.
Como el tema no es menor recorremos en busca de opiniones y nos encontramos con esta nota que leemos en Marcha firmada por Alcira Daroqui*, quién con avales suficientes y desde una respetable y honesta posición militante contra "el modelo" produce una crítica seria y consistente hacia las políticas carcelarias aplicadas por el gobierno nacional aunque persistiendo en una actitud de denuncialismo que estimamos deviene estéril al momento de producir algún mínimo cambio de la realidad y ello muy a pesar del esforzado trabajo realizado ella misma y su equipo, quienes cotidianamente "ponen el cuerpo" desde la Procuración.
"La Cárcel es una cosa seria"
Desde hace varios días el Servicio Penitenciario Federal a cargo de la gestión de las cárceles federales ocupó buena parte de la cobertura periodística de los principales medios de comunicación de este país. A partir de una nota de tapa del diario Clarín en la que se “denunciaba” la participación de un recluso condenado recientemente y de reconocimiento mediático en actos “culturales” organizados por una agrupación, quizá cultural, quizá política, vinculada al gobierno nacional, se desató un clima de acusaciones, defensas e interpelaciones a través de una serie de intervenciones en la escena pública que hacían referencia a este episodio y en él hacían confluir las mas diversas opiniones. Este despliegue reconoció claras intencionalidades maliciosas como aquellas de “confundir” participación de presos y presas en actividades culturales dentro del ámbito penitenciario con las salidas transitorias prevista en la ley de Ejecución Penal. En base a esa supuesta confusión, instalaron otra cuestión más de fondo: sí realmente los presos, cualquier preso, debía alguna vez salir de la cárcel. En fin, sí como sociedad, no teníamos que ser más contundentes y exigir que el que entró, nunca más salga de los muros de la prisión.