Zeus Xenio

Nikos Mijaloliakos, líder de Aurora Dorada

 De acuerdo con la mitología griega, los antiguos griegos reconocían los diversos aspectos y actitudes del dios Zeus adosando epítotes o títulos a su nombre. En particular  se caracterizaba con el nombre de Xenius el aspecto de anfitrión hospítalario del dios Zeus que estaba presto a vengar cualquier injusticia cometida contra un extraño (ξένος, 'xénos').

Zeus Xenio es la denominación de la operación de la policía griega que ha puesto fuera de la circulación a 6.000 extranjeros indocumentados el pasado fin de semana, aunque la mayoría han sido liberados. Sin embargo unos 1.600 serán inmediatamente deportados para revertir lo que el ministro de Orden Público ha calificado este lunes de “invasión” histórica.

Leemos en El País de España:

"...el operativo emprendido por el Gobierno del tecnócrata Lukás Papadimos la primavera pasada —justo antes de las elecciones— para limpiar el centro degradado de Atenas, en una asunción forzosa del fenómeno migratorio, pero fundamentalmente como un guiño a los partidos más ultras del arco parlamentario: el nacionalista Griegos Independientes y, sobre todo, el neofascista Aurora Dorada (18 diputados), que defiende la expulsión de todos los sin papeles y el minado de la frontera para evitar su entrada. Precisamente a la región de Tracia, en el límite con Turquía, el Gobierno de Atenas destinó recientemente a 1.180 policías para frenar una hipotética avalancha de fugitivos de la guerra siria."

El problema no es el gordito de anteojos de la foto o sus ridículos homólogos en cualquier sociedad, el problema son los "verdaderos electores", entidades transhumanas, opacas, sin nombre, ni dirección, sin cara y sin familia que inflan a los gorditos y sus ridículos homólogos. Los verdaderos racistas son esos, los "verdaeros electores" que hoy construyen  a un Obama que parece zurdito y mañana a un Romney que es un débil mental, fundamentalista religioso, de extrema derecha, según lo crean mas conveniente para sus necesidades.

Xenofobia. Superioridad Racial. Nacionalismo fascista. Así comenzó la experiencia nazi y así también se desarrolló el imperialismo esclavista inglés exportado a la nación racista blanca y protestante de América del Norte. Siempre termina mal para las mayorías. Sufrimiento, explotación, muerte.

Es claro el curso de la evolución de la situación social y política Europea que resulta como consecuencia de la crisis sistémica global desatada.

Por un lado, los intereses del complejo financiero-industrial-militar centroeuropeo liderados por la gerenta Merkel (por ahora) se encuentran atrapados en la necesidad de mantener una férrea política de disciplinamiento de los sectores sociales dentro de la comunidad, especialmente dirigido hacia los díscolos miembros de las culturas mediterráneas de la comunidad. Simultáneamente enfrentan estoicamente los reiterados, demoledores y sucesivos ataques de su principal competidor mundial y enemigo histórico jurado, los intereses del complejo fianciero-industrial-militar conformados por el eje angloparlante New York-Londres sin líder visible por el momento.

La ausencia del líder de este bloque (Obama está desactivado a la espera de lo que decidan sus patrones) no implica desgobierno. Los "verdaderos electores" ya saben que hacer y lo hacen mientras esperan que la Eurozona claudique y se ponga una vez mas de rodillas aceptando la nueva derrota.

Ambos contendientes aseguran estar administrando sus sociedades por medio del sistema democrático que dicen representar y defender, claro que con definiciones bien disímiles entre sí y que a su vez solo encubre el único objetivo claro que es el de mantener funcionando un modo de producción, apropiacion y acumulación de riqueza que obviamente ya no soporta las profundas contradiciones internas acumuladas debido a que los mercados se han saturado y no hay otros.


Tal vez estemos ante las escenas finales del drama capitalista y que su caída para bien o para mal conlleve el derrumbe del mito de la democracia burguesa tal como lo vaticinara Marx a mediados del siglo XIX con las imperfecciones del caso.

Hasta la próxima.