El demonio es uno solo y está entre nosotros.
En la noche del 9 de junio de 1956 el general del ejército argentino Juan José Valle encabezó una rebelión cívico-militar en contra del gobierno golpista victorioso en setiembre del año anterior encabezado por el asimismo general Pedro Eugenio Aramburu.
Dicha sublevación había tenido por objeto el de restaurar la continuidad institucional del gobierno peronista quebrada por la acción facciosa de la autodenominada Revolución Libertadora.
El levantamiento que tuvo sus focos aislados en Buenos Aires, La Plata y La Pampa fue rápidamente sofocado y sus principales cabecillas y seguidores detenidos y también rápidamente asesinados por orden del gobierno en los siguientes tres días.
Por fin el 12 de junio de 1956 a las 22:20 hs, bajo la ley marcial y después de haber sido juzgado sumariamente por la justicia militar obediente, el responsable principal del levantamiento, el general Valle, preso político número 4498, fue fusilado en la vieja penitenciaría de la avenida Las Heras.
Claro que no todos aquellos patriotas tuvieron el honor de ser fusilados oficialmente, muchos, la mayoría de los sublevados detenidos, fueron asesinados impunemente sin detención oficial, ni juicio, ni sentencia y sus cuerpos abandonados en los descampados de José León Suárez.
Era el inicio de lo que luego se reveló como la "Operación Masacre".
De esta manera el ejército argentino como corporación dejaba claramente marcada con la sangre de un compañero de armas la actitud que de allí en más mantendrían los representantes de la oligarquía y del imperialismo contra todo intento de restauración del partido popular en el poder.
Fué el comienzo de una etapa oscura de la sociedad argentina que llega indudablemente hasta hoy plagada de muertos, dolor y miseria, pero difusa tras la suerte de parodia republicana que domina hoy la escena mediática.
Digo que la etapa oscura llega hasta hoy porque aquel infame asesinato de Valle se debe contar como el antecedente directo de la reciente actitud del prescindible General Altieri en Salta, él mismo un cuadro remanente de ese ejército traidor, que nos desafia a todos cuando pretente saludar con honores oficiales a un cómplice fallecido acusado de 154 crímenes de lesa humanidad.
Fuentes:
El fusilamiento del general Juan José Valle - en http://www.elhistoriador.com.ar/articulos/revolucion_libertadora/
Sin Honores http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-126417-2009-06-10.html
Hasta la próxima.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario