martes, 11 de agosto de 2009

Cuestiones de cantidad o de calidad


Asqueados ya ante la reiterada y remanida polémica que de tanto en tanto resurje sobre la cantidad de desapareceidos, planteamos este comentario como suerte de desahogo ante lo que resulta definitivamente deleznable, el comercio con cadáveres.

Las cuestiones polémicas recientes sobre si la cantidad de desaparecidos en la Argentina durante la última dictadura militar está o no contabilizada acertadamente en 30.000 o en 8.000 personas o en alguna otra ignota e indemostrada cifra.

Corresponde decir con firmeza que hoy por hoy la ideología de los valores basados en la cantidad se impone clara y lamentablemente sobre el de la ideología de los valores basada en la calidad.

Cabe señalar que este relativismo imperante en la construcción del conocimiento y la enunciación de verdades tan de moda por estos días alcanza y tiñe con una aproximacion superficial y banal temas tan tristes, sensibles y profundos como es la reflexión sobre la magnitud de una masacre social que tuvo lugar hace 30años en nuestro país y cuyas consecuencias perduran y se reproducen desde entonces cada día hasta hoy.

Pobreza extrema, propiedad social del estado destruída, tejido social deshecho, individualismos sectarios, racismos varios no asumidos, exclusiones sociales masivas, autoritarismo social anárquico, y todo eso sin contar con un descenso muy marcado en el grado de cosciencia y uso del raciocino por parte de los individuos que conformamos esta sociedad argentina de principios del Siglo XXI.

Al fin y al cabo resulta estúpido discutir cifras a esta altura de los acontecimientos, los secuestros sistemáticos, las torturas, los asesinatos masivos existieron tanto como existió ese plan de aplicación sistemática del terrorismo de estado y al fin y al cabo la instalación de un modelo social funcional a las élites dominantes también es un hecho.

Planificación, instrumentación, logro de los objetivos buscados.

Todos los que sabemos porque quisismos saber en esta argentina hipócrita del "yo no sabía nada" en el ´76, o mas tarde en la de la "revolución productiva de bunge y born" + "voto cuota" del ´89 y hoy en la de los "patriotas campestres" + "escandalizados bergoglitos"; todos sabíamos y sabemos que la masacre existió, incluída la señora Meijide por supuesto.

¿Que mas hay que discutir?

Yo adhiero a los dichos del señor secretario de Derechos Humanos, Eduardo Duhalde
"Bastaría ver el regocijo que sus declaraciones (las de la señora Graciela fernández Meijide) han producido en quienes justifican el obrar del terrorismo de Estado para advertir las consecuencias enormemente graves de sus dichos que parten de un error esencial: el creer que existe algún registro fehaciente de la dimensión del crimen masivo de lesa humanidad perpetrado por las Fuerzas Armadas argentinas y sus socios civiles. http://www.elargentino.com/nota-52988-No-es-un-tema-aritmetico.html"
Los dichos de la Señora Meijide no pueden ser consumidos sin pensar en la inmediata segunda intención.

Señora Meijide, tenga en cuenta que lo quiera o no ud está negociando con cadáveres propios y/o ajenos y desde ya sepa que no es la única en el negocio.

Señor Eduardo Duhalde, es muy importante no olvidar lo que ocurrió y nunca minimizar la gravedad de aquello profundizando las acciones legales para juzgar y castigar a sus responsables y haciendo que nuestros hijos sepan de ello; pero tanto o más importante aún sería reconocer públicamente que hasta hoy perdura entre nosotros una sistemática insensibilidad crónica y negadora, cuando no un claro y consciete apoyo, frente a la continua y cotidiana desaparición forzada de personas por parte de las fuerzas represivas del aparato del estado que continúan objetivamente funcionales a las élites dominantes claro que ese es un nuevo debate.

Hasta la próxima.

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