martes, 5 de febrero de 2013

La diferencia sigue siendo China

Invasión francesa a Mali - Conferencia de Berlín 1884 + China

El desarrollo de la crisis económica mas profunda y extensa que ha sufrido el capitalismo imperial planetario desde antes de la WWII no impide que los intereses privados que lo constituyen continúen desplegando las fuerzas de sus aparatos políticos (los estados nacionales burgueses) para asegurase la exclusividad en la expoliación de los recursos en aquellas zonas del planeta naturalmente mas beneficiadas en recursos y mas vulnerables en lo social y político tal y como vienen haciéndolo desde hace siglos.

El País de Madrid titula Atacar Malí para salvar Níger en un artículo acompañado por una foto de niños estudiando en una escuela de la ciudad de Gao en la región oriental de Mali. En la nota se afirma que Francia no tiene intereses en Mali pero sí en el vecino Níger. Mientras tanto la prensa francesa de esfuerza por instalar en la "opinión publicada" que todo este revuelo obedece a la rebelión tuareg y que  la intervención de las fuerzas armadas de la "gloriosa" República Francesa, a la sazón regida por un ejecutivo que se autodefine como socialista, solo obedece a la intención de defender a occidente del ataque de terroristas religiosos fundamentalistas musulmanes que solo desean imponer la terrible y sangrienta ley coránica a los inocentes habitantes de esos territorios en su avance sobre la Europa Cristiana.

Casualmente en pocos días más se conmemorarán los 123 años del cierre de la Conferencia de Berlín, celebrada entre el 15 de noviembre de 1884 y el 26 de febrero de 1885 en la ciudad de Berlín y que fuera convocada por Francia y el Reino Unido y organizada por el Canciller de Alemania, Otto von Bismarck, con el fin de "resolver los problemas" que planteaba la expansión colonial en África y acordar su repartición.

En aquella oportunidad los territorios de las actuales Mali y Níger  incluyendo las respectivas ciudades de Gao y Algadés, en la franja de Sahel, quedaban enclavados en el corazón de lo que pomposamente sería registrado en los mapas de la época como Africa Occidental Francesa (Afrique Occidentale Française) , un experimento colonial frances que pretendía ser una federación de ocho territorios franceses en África: Mauritania, Senegal, Sudán Francés (ahora Malí), Guinea, Costa de Marfil, Níger, Alto Volta (ahora Burkina Faso) y Dahomey (ahora Benín).

Creada en 1895, la federación se disolvió en 1958 durante los procesos de descolonización de la posguerra que bajo la torcida mirada de la nueva ONU, consagraron las artificiales divisiones geográficas coloniales en naciones independientes para continuidad del beneficio de las potencias coloniales expoliadoras y el consecuente sometimiento y miseria de sus poblaciones.

Hoy es obvio el avance persistente de los intereses de las empresas chinas en los países ex-colonias de África con la mirada puesta en la explotación de los recursos naturales de la región y la tácita pero visible intención de disputar mercados a las potencias centrales de manera cauta pero persistente. Cauta porque su ingreso es lento y paulatino y sin disputar agresivamente con los antiguos amos sino mas bien convenciéndolos de la necesidad de compartir negocios mas o menos amigablemente.

Las agencias de seguridad norteamericanas han estado desde hace largo tiempo fogoneando la "inestabilidad Tuareg" en la región que para el caso es la máxima proveedora del uranio que usa la economía francesa para sostenerse y sostener a Alemania energéticamente, con el objetivo de dañar la recuperación de Europa demorando en lo posible su recuperación económica y a la vez entorpeciendo con acciones de bajo costo e intensidad el mencionado avance de China en su desembarco en la región.

Cabe mencionar que las empresas chinas, haciendo gala de un profundo conocimiento de las leyes del mercado se lo disputan a los europeos a punta de mejores ofertas y mayor productividad.

Es tal vez por ello que los USA/UK miran con suma preocupación mientras Francia bombardea civiles como hace mas de cien años, la diferencia es China.

Hasta la próxima 

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