martes, 31 de marzo de 2009

Duelo

Hoy murió un hombre cabal.

Mis respetos Doctor Alfonsín
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Sesuda Setentalgia

No recuedo bien cuando fue pero yo era apenas un adolescente con ideología pero muy dispuesto ya a transformarme en uno de aquellos "jóvenes idealistas" de los ´70 aunque no había dejado de juntarme con los amigos del barrio y del nacional para jugar al ajedrez, a la pelota en un potrero o al metegol y al pingpong en las galerías Brodway o en el Five Roses a lado del casino trucho en la cortada que aún hoy siguen allí como entonces regenteados ambos por el comisario.
No tomábamos alcohol ni en los "asaltos", fumábamos como chivos y todos juntos acompañábamos a las chicas de vuelta casa la noche del sábado.
Aquella tarde el papá de Eduardo estaba como todas las tardes después del trabajo, en la puerta de calle "pispeando el barrio", recién bañado, peinado a la gomina y en camiseta y pantalón pijama, con la toallita tobre los hombros.
El hombre alto, sesentoso, bien vestido y de cabello cano sale de la casa vecina y antes de subir al "Falcon verde" (aún no representaban lo que luego) le habla amigablemente pero con la firmeza del que la tiene reclara y está al mando.
Lo incita a concurrir a votar a las primeras "primarias o internas" de un partido político que yo recuerde.
Eran en épocas en que el Chino aún pisaba fuerte en los comités de la UCR.
El alto, canoso, insistía:
- Hay que ir para hacer mierda a los bolches de la coordinadora. Ésos son todo zurdos con ese pendejo traidor a la cabeza.
El papá de Eduardo hijo de inmigrantes y nacido en Parque Patricios hincha fanático de Sportivo Sacachispa, asentía.
Él era encargado de un depósito de una multi en Olivos y el alto canoso era el Coronel Kumer, en retiro efectivo.

Aquel "zurdo pendejo traidor" era Raúl Alfonsín y en aquellas elecciones el Movimiento de Renovación y Cambio perdió las internas de la UCR frente a la Línea Nacional del Chino Balbín.

El discurso ganador estaba apoyado en muchos radicales que pensaban como el Coronel que como burgueses asustados terminaron siendo funcionales al fascismo y apoyaron a la dictadura. Hasta el mismo Chino se diò cuenta del desastre que venìa y poco antes del golpe, quiso cambiar el destino pero las cartas ya estaban echadas.

Luego, diez años despuès, aquel "zurdo pendejo traidor" terminò siendo Presidente de la Nación, ya no tan pendejo ni tan zurdo, pero eso fue otra parte del cuento.


Hoy yo me acuerdo de esto


Salud Don Raúl.
Usted es ya un pedazo de nuestra historia que con sus aciertos y sus errores y sus picardìas y después de ser presidente aún pudo caminar por las calles de nuestro país como un ciudadano más. No muchos ex presidentes pudieron.

Mis deseos de recuperaciòn para usted.

Hasta la próxima.

1 comentario:

Ana dijo...

Qué lindo Martín, me sigue gustando. Gracias. Me conmovió.

Abuelas de la Plaza