Según lo informado por la hoja digital Episcopal de Clarín, Valores Religiosos, ahora “la iglesia en latinoamericana pide a Uribe que enfrente a Chávez y Morales en la batalla mediática”.
Parece que el señor Juan Vicente Córdoba Villota, a la sazón denominado por esa publicación como “monseñor” que vendría a significar “mi señor” (de ellos en todo caso que no mío); bueno este señor Juan Vicente, que viene a ser el secretario general de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) aconseja a Uribe, el cortito gerente de los intereses de la élite norteamericana en nuestra región que continúe con dicha prolífica tarea.
Consustanciado con las políticas agresivas de los Estados Unidos, en alto prelado de la secta mesiánica autodenominada ICAR (Iglesia católica apostólica romana) de Colombia, da su mas fervoroso apoyo al proyecto regional caracterizado por este pequeño señor Uribe (y conste que no hablamos de su altura física sino moral).
Siempre según la mencionada fuente, para el alto prelado las palabras de Chávez respecto a “los vientos de guerra” que soplarían desde Colombia son ofensivas ya que “las condiciones actuales son diferentes a las de hace algunos años”,
¿. . . o sea que ahora los intereses norteamericanos no vienen a promover el actividades subversivas para lograr el derrocamiento de gobiernos democráticos . . . directamente invadirán con tropas el territorio latinoamericano de la mano de los cipayos locales?
Junto con nuestro recientemente “escandalizado” Bergoglio y el golpista hondureño Óscar Andrés Rodríguez, este señor colombiano representa lo mas granado de la élite religiosa que para variar se preocupa por defender a las clases dominantes para que los débiles y pobres continúen obedientes y sometidos.
Ninguna duda sobre de que lado están.
Hasta la próxima.
1 comentario:
Otro socio para ese hermoso club aparecio hoy en pagina/12.
"El Parroco los defiende"
Son “ejemplo de entereza cristiana”. Están “presos por haber defendido a la Patria en la década del ’70”. Les toca “pagar injustamente por algo que no se ha hecho”. “Hay que seguir combatiendo esta misma guerra que pelearon ellos”. Las palabras se refieren a represores procesados por delitos de lesa humanidad y pertenecen al sacerdote Javier Olivera, miembro del Instituto del Verbo Encarnado e hijo del mayor Jorge Olivera, preso por secuestros, violaciones y asesinatos como jefe del grupo de tareas del Regimiento de Infantería de Montaña 22. Bajo el título “Carta de un sacerdote a nuestros prisioneros de guerra”, el párroco del Bachillerato Humanista de San Rafael cuenta que en vacaciones visitó a amigos de su padre presos en San Luis, Mendoza y San Juan. “Un solo protagonista aparecía tras las rejas: Cristo”, apuntó. “Era Cristo que padecía una vez más el odio satánico de quienes todavía tienen un corazón de piedra”, agregó Olivera, quien admitió “un poco de gozo” por poder cumplir “un mandato evangélico: ‘estuve preso y me visitásteis’ (Mt. 23,36)”. Amén.
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