lunes, 28 de mayo de 2012

Cristian Ibazeta - Otro muerto mas y la mierda nos rodea y nos rebalsa.

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Dan ganas de vomitar. 
Hace días que no me dan ganas de escribir ni de comentar, ni de reflexionar. Solo ganas de vomitar y putear.

Las cárceles son el fiel reflejo de la sociedad miserable que construimos y reproducimos entre todos cada día. En ellas se materializan los muertos de la terrible guerra de clases en que vivimos, la violencia está allí a nuestro lado. La muerte camina junto a nosotros y no nos sentimos aludidos. La inseguridad tergiversada hace que las "personas de bien" pidan a gritos ser vigiladas. Se decapitan àrboles para mejorar la visibilidad de las càmaras. Muchas càmaras. Càmaras por todas partes mientras ajustician internos sin condena en las càrceles. Allì no hay càmaras, serìan muy indiscretas claro.

Hace unos días, a la mañana temprano por radio la central de tránsito informaba entre otros varios, un corte producido en Panamericana y Cno del Buen Aire producido "... por familiares de internos una unidad penal de San Martìn".  El asesinato  de presos por parte de otros internos vinculados con las mafias policiales era un simple "problema de transito".


Las personas asesinadas despuès de las visitas de  Verbitsky y Mariotto a las unidades carcelarias fueron: Rodolfo Martínez (U1), Juan Romano Verón (U48), José Burela Sombra (U45), José Luis Acuña Silva (U9) y Nicolás Gómez Verdún (U54).

¿Podràn  Verbitsky y Mariotto dormir tranquilos mientras recuerdan las caras de esas personas con quienes charlaron un rato y que ahora estàn muertos y que ellos tienen un grado de responsabilidad importante en ello?

Hoy nos enteramos que en Rio Negro el preso Cristian Ibazeta fue atacado en su celda individual mientras estaba la puerta cerrada con llave. Murió en terapia intensiva. Salìa en libertad en un mes y era el testigo clave en el juicio por torturas contra 27 policías.

Hasta el pròximo  ...

1 comentario:

PC dijo...

algunos piden mas cárceles, yo digo basta de cárceles. vivimos en una sociedad donde por el mismo acto un pobre puede morir en la cárcel y un rico nunca pisarla.
Entonces si la justicia no es justa, porque seguimos pidiendo justicia?

Abuelas de la Plaza