Leemos hoy en Página 12
Intentan ensuciar los pañuelos
Ante los hechos de público conocimiento, los Organismos de Derechos Humanos abajo firmantes expresamos:
Que la lucha por la Memoria, la Verdad y la Justicia no puede ser manchada ni atacada por ningún grupo económico ni político que intente desprestigiar el arduo y comprometido camino que hemos recorrido en más de treinta años.
...
No nos parece casual que en estos tiempos en los que se investiga la participación de los grupos económicos en el genocidio se manipule la información sobre Sergio Schoklender para agredir la lucha histórica de los Organismos de Derechos Humanos.
Leer el comunicado de las organizaciones de DDHH completo aquí
... y entonces reflexionamos ...
Los pañuelos: símbolo de la resistencia popular y del cambio social.
Ellos, la reacción conservadora, resignifican y amplían el sentido del símbolo.
Lo que está siendo cuestionado por la reacción conservadora es el símbolo. Ellos la tiene clara.
Es que los pañuelos son el símbolo de la lucha popular resistente y nunca claudicada.
Por éstos días mas que nunca somos testigos de las claras maniobras de las élites hegemónicas en su pretensión de instalar una mirada ideológica pequeño burguesa y reaccionaria en la sociedad para cooptar los necesarios aliados en el campo social y defender así sus privilegios de clase dominante que con acierto preveen amenazados.
Es que para ellos, las próximas elecciones nacionales son el marco coyuntural donde, de acuerdo con su resultado, creen comenzará a consolidarse la suerte adversa de su hegemonía. Están convencidos que el futuro será amenazante para sus intereses y es por ello que se preparan para resistir y dar batalla.
Las élites hegemónicas que detentan consistentemente la suma del poder económico ven muy claramente que el poder político ya no está completamente bajo su dominio sino que se desliza peligrosa y marcadamente hacia el campo popular por la vía de la democracia burguesa y eso les provoca terror histérico.
La reacción conservadora tiene muy claro que la unidad doctrinaria de las expresiones populares y resistentes generadoras de consciencia social deben ser sistemáticamente atacadas y destruidas por cualquier medio. Para ellos no hay duda, son el peligro. Son el veradero enemigo.
Pero resulta que las múltiples expresiones populares y resistentes que lentamente coagulan en un cuerpo ideológico cada vez menos heterogéneo a través del activismo y las luchas sociales, muchas veces no tienen tanta claridad y unidada en el análisis coyuntural como si lo tienen las élites. Esa es al mismo tiempo su fortaleza y su principal debilidad en la disputa por el poder.
Fortaleza en el largo plazo porque el aprendizaje a través de las luchas sociales es
histórico y por lo tanto acumulable y consistente pero debilidad coyuntural porque implica innumerables marchas y contramarchas que al son de las contradicciones internas de ese proceso facilitan eventualmente el ataque con profunda capacidad de daño por parte de la reacción conservadora.
Pero ante la incertidumbre históricamente necesaria que representan aquellos vaivenes aparecen como faros las
señales claras que indican que estamos a las puertas de una coyuntura histórica sumamente favorable para lograr un profundo avance en el sentido del cambio social histórico.
Esas
señales claras provienen curiosamente del campo del adversario y son por un lado la
terrible agresividad y virulencia desplegada por los sectores mas reaccionarios de las élites hegemónicas y por el otro la
obvia búsqueda de alianzas de sectores burgueses nacionales mas moderados con las clases productoras para disputar el poder económico. Allí está la debilidad del campo burgués, en su división.
Es decir, la
señal clara es el propio
peronismo reeditado como fenómeno social de masas vigente y arrollador en el actual proceso que algunos, propios y ajenos, pretenden diferenciar denominándolo kirchnerismo pero que a todas luces es nada mas y nada menos que la continuidad histórica de aquel otro iniciado en octure de 1945 cuando habíamos estado ante una coyuntura bastante similar que fuera violentamente abortada en 1955.
En aquel momento la reacción conservadora, en cerrada alianza con los sectores pequeño burgueses provenientes de las clases medias que incluyeron a los "progresistas" partidos de izquierda marxista y no marxista de aquella época y por supuesto con la inevitable participación del clero reaccionario lograron "legitimar" la intervención de unas Fuerzas Armadas de Ocupación para restituir las cosas a "su lugar" dando así comienzo a 50 años de historia negra en nuestro país.
Hoy puede ser distinto.
Las Fuerzas Armadas casi inexistentes parecen neutralizadas, la Iglesia desprestigiada, la clase media burguesita con la panza y los bolsillos llenitos y la siempre activa izquierda "progre - funcional - revolucionaria" no cuenta hoy con referentes exteriores (como la URSS) que dicten lineamientos estratégicos antipopulares funcionales a la defensa cerrada de intereses no propios como entonces hacía el "soviético" don
Victorio Codovila (PC) cuando caracterizó al peronismo de Nazi-Fascismo arrastrando tras de sí hacia el gorilismo militante a toda una parte de aquella generación "clase medio zurda" que aún perdura.
Por otra parte el marco mundial es bien distinto hoy de lo que lo fuera en 1955.
Entonces USA era la potente y recientemente hegemónica vencedora de la
Guerra Interimperial Mundial. Era en ese momento la economía acreedora por excelencia y comenzaba su etapa imperial mas esplendorosa. Hoy aunque dueña de un poder militar supremo y onmipresente la otrora "superpotencia única" está quebrada, su prestigio internacional es nulo y su primacía económica seriamente disputada por China.
Europa deslucida y decadente, envuelta en una crisis económica y política con sus élites obsesionadas por detener la consistente crisis que amenaza al sistema capitalista de base socialdemócrata imperante se desliza hacia variantes socio-políticas cada vez mas fascistas y racistas que es hacia donde migran regularmente los sistemas donde es dominante el capitalismo monopólico burgués cuando entran en crisis.
Las potencias emergentes son todavía eso, emergentes. (por ahora).
Parece ser la oportunidad de un nuevo cambio en la relaciones sociales de producción de la formación económica latinoamericana.
Hasta la próxima