viernes, 1 de enero de 2010

Acto de imprudente violación de los derechos constitucionales

Según informa claramente el periódico “The New York Times” en su edición online del 30 de diciembre pasado, para la ley y la justicia del sistema político imperante en los Estados Unidos, los derechos individuales de cinco mercenarios norteamericanos asesinos confesos están definitivamente por encima de los de 17 civiles iraquíes inocentes asesinados y 20 heridos por ellos sin motivo alguno y ahora esos delitos quedarán impunes.


El juez de la causa en la que estaban siendo investigados y juzgados los mercenarios empleados de la contratista de seguridad privada de la CIA, la ex Blackwater y hoy rebautizada como Xe-Services, dictó el sobreseimiento total y completo de los imputados.

Para ello el hispano-convertido Juez Ricardo M. Urbina, de la Corte de Distrito Federal en Washington se basó en el argumento de que formalmente se había dado un mal uso a las declaraciones oportunamente producidas por los asesinos acusados ante los funcionarios investigadores del Departamento de Justicia.

De acuerdo con el fallo del juez, se habría producido un
“...acto de imprudente violación de los derechos constitucionales de los acusados"
Agregó el juez en su dictamen que la fiscalía había incorporado las declaraciones de los acusados de manera indebida burlándose adrede de las advertencias del altos funcionarios del departamento de Justicia que habría indicado no incorporarlas como elementos de prueba por ser ello atentatorio del derecho constitucional de los acusados.
En aquella oportunidad los investigadores habían determinado fehacientemente que los asesinos acusados que se movilizaban por las calles de un suburbio de Bagdad habían disparado indiscriminadamente sobre civiles desarmados sin motivo alguno que los justificara.

Debemos recordar que según lo publicado en setiembre de 2007 por “The New York Times” , ya había quedado claro que los “empleados” de Blackwater no podían ser llevados a juicio por la justicia Iraquí aun habiendo irrefutables pruebas de su culpabilidad respecto de los ilícitos ocurridos dentro del territorio de ese país en razón de que al momento de ser investigados por los funcionarios hicieron sus declaraciones bajo la promesa de éstos de que estaban bajo el paraguas de inmunidad que provee una directiva de la Autoridad de Ocupación Norteamericana firmada en el 2003 y nunca rechazada por el Parlamento Iraquí. Eso sí, tampoco queda claro bajo qué leyes norteamericanas sí podrían ser juzgados los mencionados asesinos a sueldo contratados por la CIA.

Lo estamos pensando
Después del fallo del juez hispano-convertido, el Departamento de Justicia informa que está evaluando si apelará o no el fallo del juez. En tanto gobierno Iraquí de Al Maliki expresó su “decepción” y Mark J. Hulkower, abogado defensor de Paul A. Slough, uno de los asesinos empleados de Blackwater que manejaba una ametralladora sobre una camioneta desde donde arrasaba con la vida de inocentes a modo de juego macabro y que ahora quedará en libertad en virtud de este fallo, dijo que “Obviamente estamos muy complacidos por la decisión”.
Aseguró que ellos estaban “llenos de alegría” cuando se enteraron del fallo.

Finalmente está todo claro
En conclusión, todos en este asunto, desde los familiares de las víctimas hasta el presidente Bush pasando por los organismos del estado Iraquí y Norteamericano, los abogados defensores, los fiscales, el público en general de uno y otro país así como la opinión pública mundial saben que los matones contratados por la CIA son culpables de asesinato cosa que nadie fuera de los acusados oculta, pero nadie está interesado en sentar el precedente de juzgar y condenar a estos tipos despreciables y a sus mentores ideológicos en la CIA y en el gobierno pasado y actual de los Estados Unidos.


Todos en este caso tienen claro que no es la imagen de Xe-Services (ex-Blackwater) la que estaría siendo juzgada sino los modos y las políticas aplicadas por esa sociedad imperialista que se arroga el derecho de imponer sus condiciones a otras sociedades para su único y exclusivo beneficio y reproducción del sistema que sus élites decidieron sostener.

El Juez de aquella nación obediente de su mandato y consistente con la institucionalidad que representa prioriza el valor del bien representado por un contrato entre partes de esa nación por encima del bien que significan las vidas de personas inocentes pero que no pertenecen a esa sociedad, todo lo cual apunta a preservar la aplicación del materialismo fundamentalista y defender la raíz profundamente racista e individualista de la sociedad norteamericana es la que estaría siendo juzgada si el juicio siguiera adelante.

Para más información sobre este tema se puede consultar aquí a la página The Nation donde el periodista Jeremy Scahill presentó la primera denuncia pública de este caso


Ellos se dicen los defensores de la democracia en el mundo pero terminan escondiéndose como los cobardes comerciantes que son pero aqui están todavía amenazándonos como nuevos cruzados de un fundamentalismo terrorista autidenominado liberal y cristiano.

Ellos se acercan por Colombia.




Hasta la próxima.

1 comentario:

Oscar Cuervo dijo...

No, más vale. En parte es así.

Abuelas de la Plaza