Es sabido que responder violentamente ante la violencia solo produce mas daño y mas violencia y nunca, NUNCA, aporta nada valioso para la resolución de la situación violenta original.
Está abundantemente demostrado que ante una amenaza de robo no hay que resistirse, mucho menos portar y/o intentar hacer uso de arma de fuego alguna ya que las posibilidades de generar y/o sufrir daño se incrementan de manera exponencial y el riesgo de ser herido o inclusive muerto es muchísimo mayor que si se adopta una actitud pasiva y cautelosa.
Pero el caso es que vivimos en una sociedad que es "necesariamente violenta" ya que sin esa violencia no hay control social y sin control social no hay las ganacias que el despliegue de los negocios y la propiedad privada prometen a todos desde el capitalismo liberal pero brinda solo a unos pocos y no precisamente a los "socios controlados".
Carlos Alberto Rostirola, custodio de la productora Polka que fuera recientemente asesinado, era sargento retirado de la Policía Federal y además dueño de la empresa Macro Seguridad SRL. Es decir que era una persona que había decidido desde hacía mucho tiempo que su vida se centraría en derredor de la portación y el uso de un arma de fuego y la de aplicación potencial o real de violencia sobre otras personas como forma primaria de resolver conflictos sociales e interpersonales graves y simultáneamente por esa vía proveer al sustento material de él mismo y su familia.
Toda una elección la de él y la de su familia, una decisión que a la postre afectó a su pequeña hija que, según contó Claudia, su mamá, "presintió" la muerte del padre y "se despertó llorando porque le dijo que él iba a ir (a trabajar) y no volvía más".
Ningún presentimiento, todos sabemos que los hijos pequeños de policias viven sufriendo ese "presentimiento" de manera muy consciente hasta que por fin logran reprimirlo gracias a la adaptación ideológica que convierte a la muerte en algo casi deseable en relación con ciertos supuestos ideales. Nada nuevo.
Yo, usted, cualquier ser humano sensible obviamente, también hubieramos "presentido" la muerte de un padre después de aquella terrible decisión. Nada de mágico, pura lógica, puro razonamiento el de la niña de 5 años.
"Me lo mataron como a un perro", "Acá no hay justicia y menos para él que era policía, porque no tienen derechos humanos" declaraba, inmersa en su entendible bronca y desesperación, la reciente viuda a los ansiosos periodistas independientes que, afanosos se apuraban a recoger el drama en vivo para arrojarlo sin mediación y salvajemente al interior de la mayor cantidad de hogares posible y de manera simultánea salpicándo de dolor, miedo y bronca a todos quienes allí estuvieran.
Finalmente leemos que Claudia recuerda palabras de su marido asesinado "Si a mí me matan, yo me llevo a uno (un delincuente). Y se lo llevó” Palabras que dan cuenta de la clara posición ideológica y política y al mismo tiempo de una filosofía de vida que sostenía el custodio asesinado. Uno de los delincuentes efectivamente falleció a causa de los disparos del custodio mientras que el otro permanece prófugo buscado por los ex compañeros de Rostirola en la PFA. Su suerte no será de las mejores por cierto.
Con seguridad nunca sabremos que pensaba realmente Rostirola y cual fue la razón por la cual creyó necesario arriesgar y entregar su vida, él está mueerto, no puede contranos.
Pero sabemos objetivamente que lo hizo bajo la innegable coacción de una falsa ideología que lo convence absurdamente de hacerlo para mantener en alto su prestigio, hombría y coherencia identitaria en defensa de la propiedad del señor Suar. Nada podían robarle mas que algunas cosas sin mucho valor. Si no se resistía muy probablemente nadie hubiera muerto en especial él, pero seguro que en su mente estaba instalado el concepto de que hubiera perdido su "honor y su prestigio" según los japoneses, habría perdido su "cara" y así fue que decididamente transformó un simple robo en un doble asesinato. Irónico no?
No se trata de justificar al motochorro "malo" y desprestigiar al policía "bueno", es que no hay tales "buenos y malos", no es tan simple. Hay muertos, víctimas, bajas, gente que sufre, por ejemplo la hija de Rostirola. Ambos, el motochorro muerto y el ex sargento de la PFA asesinado y su hijita, en todo caso están de lado de las víctimas, de las bajas y daños que sigue produciendo un conflicto instalado por unos señores que lucran con estas muertes o gracias a ellas.
Hasta la próxima
Está abundantemente demostrado que ante una amenaza de robo no hay que resistirse, mucho menos portar y/o intentar hacer uso de arma de fuego alguna ya que las posibilidades de generar y/o sufrir daño se incrementan de manera exponencial y el riesgo de ser herido o inclusive muerto es muchísimo mayor que si se adopta una actitud pasiva y cautelosa.
Pero el caso es que vivimos en una sociedad que es "necesariamente violenta" ya que sin esa violencia no hay control social y sin control social no hay las ganacias que el despliegue de los negocios y la propiedad privada prometen a todos desde el capitalismo liberal pero brinda solo a unos pocos y no precisamente a los "socios controlados".
Carlos Alberto Rostirola, custodio de la productora Polka que fuera recientemente asesinado, era sargento retirado de la Policía Federal y además dueño de la empresa Macro Seguridad SRL. Es decir que era una persona que había decidido desde hacía mucho tiempo que su vida se centraría en derredor de la portación y el uso de un arma de fuego y la de aplicación potencial o real de violencia sobre otras personas como forma primaria de resolver conflictos sociales e interpersonales graves y simultáneamente por esa vía proveer al sustento material de él mismo y su familia.
Toda una elección la de él y la de su familia, una decisión que a la postre afectó a su pequeña hija que, según contó Claudia, su mamá, "presintió" la muerte del padre y "se despertó llorando porque le dijo que él iba a ir (a trabajar) y no volvía más".
Ningún presentimiento, todos sabemos que los hijos pequeños de policias viven sufriendo ese "presentimiento" de manera muy consciente hasta que por fin logran reprimirlo gracias a la adaptación ideológica que convierte a la muerte en algo casi deseable en relación con ciertos supuestos ideales. Nada nuevo.
Yo, usted, cualquier ser humano sensible obviamente, también hubieramos "presentido" la muerte de un padre después de aquella terrible decisión. Nada de mágico, pura lógica, puro razonamiento el de la niña de 5 años.
"Me lo mataron como a un perro", "Acá no hay justicia y menos para él que era policía, porque no tienen derechos humanos" declaraba, inmersa en su entendible bronca y desesperación, la reciente viuda a los ansiosos periodistas independientes que, afanosos se apuraban a recoger el drama en vivo para arrojarlo sin mediación y salvajemente al interior de la mayor cantidad de hogares posible y de manera simultánea salpicándo de dolor, miedo y bronca a todos quienes allí estuvieran.
Finalmente leemos que Claudia recuerda palabras de su marido asesinado "Si a mí me matan, yo me llevo a uno (un delincuente). Y se lo llevó” Palabras que dan cuenta de la clara posición ideológica y política y al mismo tiempo de una filosofía de vida que sostenía el custodio asesinado. Uno de los delincuentes efectivamente falleció a causa de los disparos del custodio mientras que el otro permanece prófugo buscado por los ex compañeros de Rostirola en la PFA. Su suerte no será de las mejores por cierto.
Con seguridad nunca sabremos que pensaba realmente Rostirola y cual fue la razón por la cual creyó necesario arriesgar y entregar su vida, él está mueerto, no puede contranos.
Pero sabemos objetivamente que lo hizo bajo la innegable coacción de una falsa ideología que lo convence absurdamente de hacerlo para mantener en alto su prestigio, hombría y coherencia identitaria en defensa de la propiedad del señor Suar. Nada podían robarle mas que algunas cosas sin mucho valor. Si no se resistía muy probablemente nadie hubiera muerto en especial él, pero seguro que en su mente estaba instalado el concepto de que hubiera perdido su "honor y su prestigio" según los japoneses, habría perdido su "cara" y así fue que decididamente transformó un simple robo en un doble asesinato. Irónico no?
No se trata de justificar al motochorro "malo" y desprestigiar al policía "bueno", es que no hay tales "buenos y malos", no es tan simple. Hay muertos, víctimas, bajas, gente que sufre, por ejemplo la hija de Rostirola. Ambos, el motochorro muerto y el ex sargento de la PFA asesinado y su hijita, en todo caso están de lado de las víctimas, de las bajas y daños que sigue produciendo un conflicto instalado por unos señores que lucran con estas muertes o gracias a ellas.
Hasta la próxima
1 comentario:
Me preocupa participando de la escuela del ministerio de seguridad y de una mesa de seguridad en Almagro , ver que los militantes que participan en las mesas esten mas preocupados en luchar contra los medios de comunicacion que en contribuir a reducir los grados de violencia que existen en nuestra sociedad que entiendo es el objetivo del ministerio de Nilda Garre , para mi nop hay que desconocer el problema , hay que enfrentarlo , nadie desconoce el uso y manipulacion que hacen los medios en funcion de sus interees ; a mi me preocupa ver que los edificios en la caba se asemejan a carecles y los padres tienen miedo de que3 sus chicos vayan solos a la escuela o de lavar el auto
Un abrazo
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