martes, 23 de marzo de 2010

Ni olvido, ni perdón, ni reconciliación


Cada uno tiene sus propias ausencias y sus propios presentes que lo hacen repensar el pasado y lleno de nostalgias entonces decide.

Para esta vigilia, elegí hacerle un muy simple homenaje al "loco", aquel que una vez me enseñó a entrar a un cancha de fulbo, subir a la tribuna y gritar como desaforado al equipo de sus amores. El fue quién me llevó a ver al histórico equipo de josé casi un año antes de que fuera campeón y famoso y de paso conocer ese enorme cilindro de Avellaneda que era y es la cancha del Rácing, academia, albiceleste, amor de sus amores, amor de mis amores.

Pelado, porteño, tanguero, coleccionista de chistes; guitarra en mano, hablaba en voz alta y reía franco, charlista y gran disfrutador de vinos con amigos, periodista, preceptor, escritor, verdulero, pero sobre todo poeta y luchador.

Así lo recuerdo siempre y siempre lo recordaré.

Sus ojos tristes, oscuros, gastados, velados. Su figura encorvada, lenta, angustiada. Aquella tarde tenía el pelo, el poco pelo que le quedaba, muy largo y atado con una colita. Recuerdo la charla, él y mi viejo. Nada de la alegría anterior ya quedaba en las palabras apenas susurradas. Sus ojos reflejaban dolor y desilusión, miedo.
- Ahora váyanse que esto es peligroso y cuídense! - Fue lo último que le escuché en aquella vereda de corrientes casi reconquista, unos días antes de que se lo chuparan por segunda y definitiva vez.

Así lo recuerdo siempre y siempre lo recordaré.

Por algo será, decían algunas viejas, y sí, por algo fue que lo desaparecieron al loco, claro que fue por algo y a mucha honra. Los demás no sé si habían hecho algo, pero él si que había hecho algo.
Había hecho algo muy jodido, había creído que era posible hacer una sociedad mas justa, mas completa, mas de todos y no solo de algunos.

Sus armas tenía preparadas, sabía usarlas y las usó valientemente en cuanta oportunidad se le presentó contra el enemigo. Armas terribles, definitivas, poderosas.

Como muestra aquí les dejo un prueba clara y evidente de completa responsabilidad e involucramiento en la lucha por cambiar la ignominia que nos rodeaba, prueba cabal que confirma su enorme peligrosidad y motivo fundamental que al fin llevó a aquellos poderosos que detentaban el poder del estado a decidir su detención desaparición.


III
un tango que se meta en otro tango
aquí no soy
no estoy
no doy
no puedo
aquí no estás
aquí no aguanto más
aquí me muero

un tango que nos meta en otro tango
qué sé yo corazón
luna lunfardo
te pego una trompada
gol me entrego
aquí me enredo
gambeta gol me muero
aquí no soy
no estoy
no doy
no puedo

De tango y lo demás
poemas por Roberto Santoro
buenos aires - 1964

El poeta Roberto Jorge (el loco) Santoro, fue uno de los detenidos desaparecidos en el´77, una más de las víctimas de aquel desangramiento del que fuimos parte. En el recuerdo de su persona resumo el recuerdo de todos los que predieron la vida y la identidad en manos de los impunes e infames asesinos de mujeres, niños, ancianos, bebés que se hicieron amos y señores de las vidas y haciendas desgarrando nuestro país para limpiarlo de patriotas y entregarlo a los que hasta hoy pretenden ser sus dueños para siempre.

Salud compañero!!!!

Hasta la próxima.
imagen:http://pepitorias.blogspot.com/2008/02/argentina-desaparecidos.html

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