El País de Madrid nos da cuenta del estado actual de la disputa que tiene lugar en España y por extensión en Europa, entre una corriente autodenominada progresista representada por los socialistas europeos, hoy cómplices visibles del neoliberalismo, por un lado y por el otro el populismo salvaje, caracterizado por aqule progresismo como cuasi dictatorial y antidemocrático, de los gobiernos sudamericanos representados en la UNASUR (con excepción de los de Perú y Colombia que ya recibieron su premio económico por fuera de la reunión).
El punto (casualmente mencionado ayer por Lucas Carrasco en 678) queda perfectamente evidenciado en esta nota, donde después de dejar en claro la ninguneada de los principales líderes europeos a la reunión, cual periódico evangélico anuncia "la buena noticia" que resulta para esta suerte de progresismo civilizado el acuerdo logrado por la diplomacia Española por fuera de la reunión cumbre Unión Europea-América Latina con países centroamericanos que se suman a los ya firmados con Perú y Colombia los chicos buenos del barrio.
Queda de esta forma evidenciado el grado de avance del plan estratégico de los sectores de derecha dueños del poder en España que es el de posicionar a ese país como administrador regional e interlocutor-intrepretador de las relaciones entre América Larina y los centros de poder económico y político que son los EEUU y la UE.
Respecto del plan estratégico podemos remitirnos a sitios como el de Fride o el del Real Instituto ElCano, think tank este último de la derecha española que se define como "apartidista pero no neutral" desde donde nuestro conocido Dr Carlos Malamud produce "documentos de trabajo" sobre la cumbre de Estoril como éste donde incluye el siguiente sesudo párrafo compatible con cualquier nota de los medios moniopólicos.
En ausencia del telegénico Chávez, y con excepción de la magnífica Shakira, las figuras más mediáticas de la Cumbre fueron el presidente Lula, el Rey Don Juan Carlos y, por distintas causas, las damas del Cono Sur. Cristina Kirchner llamó la atención por su glamour y porque llegó puntual a la mayoría de las citas; Michelle Bachelet, porque su popularidad y estilo tranquilo se vieron potenciados por la definición de su viaje como visita de Estado, lo que le otorgó mayor protagonismo en la agenda de los anfitriones.
Hasta la próxima.
imagen: http://www.queondas.com/foros/viewtopic.php?f=16&t=9282
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