Libertad de empresa o el imperio del facholadriperiodismo

La revista Noticias me da ganas de vomitar

Este blog repudia la libertad de empresa vigente que hace posible que algunos poderosos abusen de su fuerza del más fuerte y nos obliguen a escuchar solo la voz ensordecedora de los que detentan el poder económico produciendo desinformación sin límite y a toda hora impidiendo de esa forma cualquier posibilidad de hablar, de debatir, de pensar como si fuerámos personas civilizadas sobre los temas que son de vital importancia para nuestra sociedad y no los de las agendas artificiales impuestas por ellos.

La permanente, furiosa y atronadora campaña de las sucesivas operaciones de prensa impuestas por los medios que en alianza tácita buscan torcer el brazo no ya a un gobierno ni a un grupo político con mayor o menor apoyo popular sino a todo el pueblo para que acepte mansamente sus condiciones unilaterales.

Todo el esfuerzo social que a estas horas podría estar abocado al diseño nada sencillo de un intento de sociedad mas justa, más solidaria se desperdicia en el inevitable enfrentamiento estéril impuesto por estos parias con el doble objeto de cegar a las personas comunes para enfrentarlas entre sí y alinearlas detrás del proyecto de reproducir sistemática e ilimitadamente las condiciones de injusticia social que les asegura la permanente y exclusiva maximización de la ganacia.

Hoy, actores sociales y económicos temerosos de la posible pérdida o recorte de las prebendas acumuladas durante el festival neoliberal, mantienen al ejecutivo bajo fuego graneado a fin de anularlos, de paralizarlo y con él a la sociedad toda,

Cada día parece más obvio que la única forma de garantizar un mañana excento de totalitarismos capitalistas salvajes de estilo neoliberal reside en la defensa irrestricta del actual gobierno que aparece como el último refugio del pensamiento nacional y popular. 

No defenderlo hoy sería aceptar sin lucha el vacío ideológico que propone "la oposición descerebrada" lo cual es absolutamente necesario y funcional a los objetivos de aquellos actores de los que esta es testaferro como en su momento lo fueron y, aunque hoy devaluados, lo siguen siendo la iglesia o las fuerzas armadas.

Defenderlo significa en cambio posponer críticas válidas para producir correcciones imprescindibles.

Hoy elegimos defenderlo y así lo haremos pero la pérdida de tiempo y los costos sociales de la demora deberán pagarlo con mas los intereses todos esos señores que por izquierda o por derecha nos están distrayendo con su accionar disolvente.

Hasta la próxima.