domingo, 31 de julio de 2011

Un sacerdote encabeza las marchas por más seguridad en Ayacucho

Miguel Angel Paris - Cura activista de Ayacucho
AUNQUE LA AUTOPSIA DESCARTO EL CRIMEN DE LA BEBA 
Otra marcha, pese a las dudas


Absurdo. Mientras todo indica que la beba murió accidentalmente a causa de una "broncoaspiración" ante la inacción de los padres que no detectaron la crisis que sufría, el cura del pueblo se pone al frente de una cruzada contra la inseguridad.

Nos enteramos por medio de Valores Religiosos, el vocero católico de Clarín que nos informa:
"(...) los médicos forenses determinaron que la beba sufrió una "broncoaspiración", algo "muy común en los niños", y que no existió asfixia mecánica, ya que el cuerpo no presentaba "lesiones violentas externas".

leemos por allí
Broncoaspiración
Consiste en la aspiración accidental de líquidos o alimentos por las vías respiratorias. Puede ocurrir también en una persona inconsciente o en un bebé, cuando sobreviene un vómito o regurgitación, la comida queda acumulada en la boca y es llevada hacia los bronquios al momento de aspirar, lo que obstruye las vías respiratorias.
y aquí
“Tras las declaraciones de la madre de la beba, quien contó a la Policía -cuando denunció el hecho- que momentos antes de su muerte le había dado de amamantar y que la había recostado mientras ella se iba a duchar, relato que no se pone en duda bajo ningún punto de vista”, aclaró el investigador.

Previenen a padres
Nunca se deja a un bebé solo después de ser alimentado, menos en una cama y boca arriba. Por ejemplo en este sitio se brindan consejos e instrucciones certeras al respecto:
“La forma correcta para acostar al niño no es ni boca arriba ni boca abajo, se debe acostar de lado y colocarle una pequeña almohada o una mantita doblada para que no se ruede, así si regresa la leche no se ahoga y se evita un accidente”
Y agrego, se lo debe vigilar atentamente hasta que se duerma y no dejarlo solo. Lástima que los papás de la beba muerta no lo supieran. Y lástima también que el vocero extraoficial del episcopado no aporte esta información que sería muy útil a sus lectores.

En la misma nota, el pasquín religioso aclara que:
Lo llamativo es que (...), los peritos "no levantaron rastros ni huellas de extraños", según indicaron voceros vinculados a la investigación.
Y al respecto tampoco emite VR ninguna opinión seria y crítica ante la absurda y especulativa insistencia del cura del pueblo, Miguel Ángel Paris, que bien adoctrinado por la secta para subvertir el orden público cuando se necesita, se apura a encabezar a los feligreses en contra del poder político en lugar de aconsejarlos sobre las buenas maneras de atender un bebé.
"Ayacucho es un pueblo chico y esto fue la gota que rebalsó el vaso", y agrega que "el pueblo salió a la calle porque a cualquiera le conmueve la muerte de una beba de tres meses. Yo les pregunté a los investigadores si ya recorrieron todo Ayacucho, y me dijeron que no. No entiendo cómo todavía no lo hicieron. Ayacucho es como un pañuelo y se conocen todos. Acá se sabe quién es el que roba", reconoce."

Es delirante si no fuera dramático. La beba está muerta y en vez de lanzar una campaña de prevención para padres noveles, inadvertidos y/o irresponsables, la sociedad encabezada por el cura, marcha contra el intendente K por la "inseguridad".
De locos.

Esto es manipulación.
No importa que la verdad a todas luces sea otra, se insiste con la mentira que paga mejor en el plano político en la batalla contra "la yegua".
Anoche los pobladores efectuaron la tercer marcha de silencio por el reclamo de mayor seguridad y dejaron en claro que las marchas van a seguir todos los miércoles desde las 20 hasta que se sepa qué pasó en la casa de Ibáñez.

De esto se trata la "guerra santa" de la que hablaba Bergoglio durante las tensas jornadas por el matrimonio igualitario. Esta es la iglesia católica institucional que poniéndose al frente de la manipulación de aquellos pobres de espíritu cooptados para sostener el poder de la secta pretende dictar los lineamientos doctrinarios para nuestra sociedad.


Hasta la próxima.

No hay comentarios.:

Abuelas de la Plaza