miércoles, 28 de diciembre de 2011

Carta abierta a un intelectual no bobo


Estimado José Pablo,

Quisiera transmitirte mi sincera opinión respecto del pequeño revuelo causado por la entrevista que te publicara recientemente LN y LNOL pero especialmente por esta columna que te has visto "...compelido a escribir..." en razón de "... las incómodas e inusitadas reacciones que tuvo ...".

Ante todo quiero dejar en claro que creo que insultarte por teléfono puede ser entendible pero no está nada bien, por lo menos para los cánones de mi tía Cristina.

Había leído y releído acabadamente aquella entrevista en LN. Había logrado (es bastante fácil - tomar nota) decodificar cuánto de ella era tuyo, cuanto estaba oculto y cuánto obviamente manipulado por la mente militante del entrevistador y su editor. Luego de esa actividad mas o menos doméstica y mientras mascullaba por lo bajo un rosario de palabras especialmente elegidas para calificarte, cerré el diario (la página web) y me dispuse sin mas a continuar con mi vida.

Ahora me indigné. Cuando leí este "descargo" tuyo me indigné, especialmente cuando llegué al "Todo –hasta el momento– bien." allí me saqué, me saqué mal. Tus palabras rebotan en mi cerebro de la peor forma.
Pensé - ¿Este tipo me toma por pelotudo?


¿De que puñal en la espalda hablás? Lo tuyo fué en el mejor de los casos un error táctico  grave y eso dá bronca ( a vos, a todos), pero asegurás que creés que estuviste "... confiado, ingenuo y hasta algo bobo en el reportaje de La Nación. Le puede pasar a cualquiera." .

José Pablo, es más insultante y despreciativo de mi (nuestra) inteligencia tu lamentable explicación de los hechos. Mucho más insultante que la  previsible nota militante del asalariado del vocero mediático de la oligarquía agroexportadora golpista.

Te sé inteligente, sumamente inteligente y particularmente lúcido, además de bastante poco ingenuo (lo demostrás largamente con tus escritos) como para no haber podido preveer lo ocurrido de modo que es ofensivo tu discurso que pretende hacerme creer que sos "... algo bobo".

Personalmente no me cabe la menor duda de que es el enorme tamaño de tu ego que te invade desde tus pies hasta la punta de tus cuidadosamente descuidados cabellos, el que compulsivamente te ha colocado en el sitio en el que estás hoy.

Casi lo confesás en tu suerte de descargo pero te frenaste. De haberlo hecho te habría considerado simplemente humano y falible como cualquiera. Pero no, trataste de escapar de tu propia trampa según los dictados de tu ego, es decir subestimando y tratando como estúpidos a aquellos que no lo somos ni merecemos tal trato.

Demostraste que sos humano, falible y además enfermiza e insoportablemente ególatra.

Éstas  son épocas (como todas pero más) que requieren de pensadores comprometidos y lúcidos y vos estás bastante cerca de serlo. Es una pena que no te permitas ser plenamente uno de ellos.

Martín Campos  
(un boludo cualquiera que tiene un blog)

imagen tomada de  http://vinamarina.blogspot.com/2010/12/conservadores-y-revolucionarios.html

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